Árboles, bicis y paneles solares
Granada tiene nuevo gobierno y nuevo alcalde desde mayo y no hay motivos para la queja. A la vieja oposición que fue viejo gobierno ya le cuesta encontrar puntos de ataque. A las otras opciones/oposiciones que forman el pleno municipal les cuesta encontrar motivos para la disputa.
Aires renovados han hecho bandera del tenaz aislamiento ferroviario y del asunto del AVE sí pero no no así, sino soterrado. Estupendo, es preciso que haya trenes y que con el AVE no nos tomen el pelo como nos lo vienen tomando desde que se hizo la primera promesa haya en la noche de los tiempos del siglo XXI.
Para legitimar Granada y su gobierno como líder de esa sostenibilidad futura son necesarias obras, que son amores, y no buenas razones. Obras que no sean las de aquí de siempre, las de rotóndolas, viales, desdobles, pasos subterráneos, ocupación de vegas y cerros y vías libres al ladrillo.
Tres proyectos simbólicas podrían ser soporte ético o moral, como prefieran, para situar Granada como ejemplo de avance hacia una ciudad mejor: Plantar miles de árboles en las calles de Granada, liberar y pacificar espacios para el peatón y la bicicleta, y proyectar, allá donde se pueda instalaciones solares conectadas a red.
Sería el principio de una revolución, esta sí, verde. Ya es hora de que un alcalde de Granada nos saque del tedio ruidoso y contaminado que es el medio ambiente granadino. Sr. Cuenca, suya es la oportunidad.