No digas que fue ayer
No digas que fue ayer: Ese es el título de la novela que Ángel Fábregas comentó con sus lectores en el Ateneo. Ese volumen, calificado de ‘generacional’, se ambienta en la Granada de finales de los sesenta y años siguientes con determinante presencia de la música en sus páginas; una época, la del cambio de décadas, en las que para sus protagonistas fue precisamente la música una válvula de escape, una ventana al mundo y casi una forma de vivir.