León Benavente: Ánimo Valientes, Km 10
"Es el mayor lleno del espacio", comentaba Fernando Bueno, su responsable, en relación a que León Benavente había agotado el billetaje del Teatro Cajagranada hacía días, que en formato de butacas replegadas roza las 900 personas (tiene un aforo de mil, pero por comodidad, un detalle de la casa, salen a la venta menos localidades). Y es que los Benavente gozan de muy buen predicamento por estos lares, y de un infrecuente sector de público adulto, que como si fuera adolescente ante su ídolo en este caso una hora antes ya entraba para coger el mejor sitio. Mereció la pena, porque fue un concierto formidable.
Los de Abraham Boba salieron en tromba con ‘Ánimo Valiente’, y soltaron en el mismo orden su disco fundacional, porque de eso se trataba en esta actuaciones conmemorativas de su décimo aniversario
Los de Abraham Boba (porque el gallego ocupa todo el espacio central ya, dejándose querer mucho por los objetivos, y la atención) salieron en tromba con ‘Ánimo Valiente’, y soltaron en el mismo orden su disco fundacional, porque de eso se trataba en esta actuaciones conmemorativas de su décimo aniversario. Un disco con piezas intratables como la mencionada y ‘Palabras’, o ‘Ser brigada’, que diez años después mantienen su vigor, si no más aún. Todo presentado con una puesta en escena poderosa hasta el autoritarismo, punzante, y visualmente arrebatadora. Lo dicho un conciertazo, y aunque ellos cantan (en ‘Viejos rockeros viejos’) que "Hay que saber irse de una fiesta, antes de que se vayan los demás", cuando ellos -y su gente- se empiezan a acercar a la edad del protagonista de esa canción, de allí no se movió nadie.