Restauradas tres banderas donadas por los Reyes Católicos a la Capilla Real de Granada
El Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH) ha acometido la intervención de tres banderas pertenecientes a la colección textil del Museo de la Capilla Real de Granada: el Estandarte de Caballería de los Reyes Católicos o Pendón Real, el Guion Real con la divisa personal del rey Fernando, también llamado de los yugos, y el Guion Real con la divisa personal de Isabel la Católica, o de las flechas. Son tres piezas textiles fechadas a finales del siglo XV y catalogadas como Bienes de Interés Cultural (BIC).
Estas insignias poseen indudables valores culturales y patrimoniales vinculados a su historia por su simbología y significado, además de un valor instrumental como parte de los objetos artísticos, devocionales y personales de primer orden que, junto con otro Pendón Real restaurado hace unos años por el Instituto del Patrimonio Cultural de España, fueron donados por los Reyes Católicos a la Capilla Real de Granada y que hoy forman parte de uno de los museos más importantes de Andalucía, informa Carmen Ángel Gómez, técnica en conservación-restauración de textiles del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico.
Las tres banderas, investigadas e intervenidas en el Centro de Intervención del IAPH, presentan unas características similares en la técnica de ejecución. En la confección de las tres obras textiles se han empleado tejidos de damasco carmesí, pintados y dorados por ambas caras
Las tres banderas, investigadas e intervenidas en el Centro de Intervención del IAPH, presentan unas características similares en la técnica de ejecución. En la confección de las tres obras textiles se han empleado tejidos de damasco carmesí, pintados y dorados por ambas caras.
Los dos guiones están confeccionados con un solo paño, en los que se pueden ver restos de los orillos originales, rematados con flecos y galones en tres de sus lados y una vaina para la inserción del asta en el lateral. Los galones son intervenciones añadidas para cubrir las pérdidas de los flecos originales.
El Estandarte de Caballería fue confeccionado mediante el empleo de tres paños del mismo tejido de damasco, con las costuras paralelas al sentido del dibujo, con unas dimensiones aproximadas de 176 cm de ancho por 164 cm de alto, incluyendo los flecos de color carmesí e hilos metálicos, que rematan la parte inferior, y la vaina situada en la parte superior. Estas medidas fueron modificadas en la intervención realizada en el año 1974.
Los trabajos, que se han desarrollado en el taller de tejidos, han consistido principalmente en la dirección y realización de actividades técnico-operativas con el objetivo de devolver la consistencia material a cada una de las banderas y la recuperación de las dimensiones del Estandarte de Caballería, tras comprobar que se podían establecer a partir de la distribución del dibujo pintado y la reproducción a escala del diseño floral que caracteriza al tejido de damasco.
Los guiones de Isabel y Fernando, tras la eliminación de intervenciones anteriores como el forro y algunos parches, se han limpiado y alineado para corregir deformaciones, y se les ha proporcionado la consistencia necesaria mediante consolidación, con un nuevo soporte de algodón teñido según la tonalidad general del tejido.
El Estandarte Real presentaba una drástica intervención que consistió en recortar y adaptar gran parte de los fragmentos existentes a un nuevo soporte, pintando las faltas existente para completar los dibujos de los cuarteles. Esta actuación afectó a la pintura y tejidos originales, al ser repintados, así como al tamaño de la obra, que quedó reducida a tres cuartas partes de la representación heráldica.
El mal estado del soporte y la presencia de otros fragmentos guardados por la Capilla Real determinó realizar un estudio para comprobar la posibilidad de recuperar los fragmentos y devolverle a la obra sus dimensiones generales. Para alcanzar este objetivo era necesario separar los fragmentos del degradado soporte de los años 70 y tratar cada fragmento de la bandera para distribuirlos posteriormente sobre un nuevo soporte de consolidación. La separación de la bandera se ha realizado mecánicamente con ayuda puntual de humedad mediante vapor o hisopos de algodón según el tipo de cola empleado. Cada uno de los fragmentos, se han limpiado en una mesa de succión para evitar problemas de tensión durante el secado y alineación de los tejidos. Tras la eliminación de las deformaciones durante el secado, se realizó la consolidación de la bandera, disponiendo los fragmentos sobre un tejido de algodón teñido según la tonalidad carmesí del tejido original.
Paralelamente a la intervención de estos tejidos, se han realizados estudios analíticos y científicos por medios técnicos especializados en análisis químicos y medios físicos de examen, así como estudios históricos-artísticos y vexilológicos
La distribución de cada fragmento, sobre el soporte de consolidación, se ha realizado siguiendo el diseño del damasco reproducido a escala 1:1 sobre un acetato y marcando los límites del esquema del escudo cuarteado, cuyas dimensiones se habían obtenido por comparación de los fragmentos más completos.
Finalmente la obra se ha protegido, por el anverso con una gasa de seda semitransparente y por el reverso con un forro de algodón, sobre el que se han unido los flecos y se ha colocado el nuevo sistema de suspensión basado en el empleo de velcro.
Paralelamente a la intervención de estos tejidos, se han realizados estudios analíticos y científicos por medios técnicos especializados en análisis químicos y medios físicos de examen, así como estudios históricos-artísticos y vexilológicos.
En relación a la técnica pictórica se ha determinado que están realizadas al óleo, concretamente con aceite de lino. Mientras que se ha comprobado que en los tejidos se han empleados hilos de seda y tintes naturales que pueden corresponderse con la época de ejecución. Destaca el empleo de kermes (kermes vermilio) en el Estandarte de Caballería y el guion de Isabel y cochinilla europea en el guion de Fernando.