Una cajera de BMN renuncia al desayuno de las 11 para que no se alargue la cola de clientes
Todos los días a las 11 de la mañana Marta García, cajera de una céntrica sucursal de BMN, se levanta de su silla, coge el bolso y se marcha a desayunar a la cafetería de enfrente. Sus clientes, como cada día, se pasan de forma rutinaria a la cola del otro puesto de caja, si lo hay. Sin embargo, hoy Marta no se ha levantado. Ha decidido renunciar al desayuno para evitar que se alargue la cola, según fuentes cercanas a la ventanilla, aunque otras fuentes lo achacan a la operación bikini.
El caso es que el hecho, sin precedentes en el sistema financiero español, ha sido puesto en conocimiento de los sindicatos, cuya reacción no se ha hecho esperar: “No podemos permitir que tantos años de lucha obrera por conseguir el desayuno de media mañana se tiren por la borda por la actitud de esa empleada”, afirma, muy enfadado, el secretario de la Federación de Servicios de UGT. “Total, si a la caja solo van jubilados que no tienen nada que hacer. Por esperar un poco más no les va a pasar nada”, se excusa el sindicalista.
El propio comité de empresa de BMN ha instado a la dirección de Recursos Humanos a abrir un expediente a la chica, que ha empezado a sufrir escraches de sus compañeros en la puerta de su domicilio.
Los sindicatos temen que el caso de Marta se extienda al resto de trabajadores del sector bancario o, incluso, a los funcionarios del sector público, de gran peso en la ciudad. “Imagínese que todos los funcionarios municipales, de la universidad, de la Junta o de la Diputación renunciaran al desayuno de las 11, sería una hecatombe para la economía local”, asegura el secretario provincial de CC OO.
Las reacciones de preocupación y protesta están proliferando también en la Asociación Provincial de Restaurantes, Cafeterías y Bares, ya que buena parte de sus negocios dependen de los copiosos desayunos de empleados bancarios y funcionarios. E igualmente la patronal de los supermercados ha expresado su malestar, especialmente Mercadona, pues el tiempo del desayuno “ganado tras tantos años de lucha obrera”, recuerdan los sindicatos, da incluso para hacer la compra, considerada ya como un derecho adquirido. “Son muchos puestos de trabajo los que están en juego”, finaliza el responsable sindical.
Esto es una noticia ficticia de Indenews, la sección de sátira y humor de El Independiente de Granada