Personas con enfermedad mental, familiares y médicos claman por la visibilidad

Una lucha de 365 días contra el estigma

Implicados - M.Andrade - Lunes, 12 de Octubre de 2015
Durante todo el mes de octubre el tejido asociativo de personas con enfermedad mental y familiares se reivindicarán, tratarán de hacerse visibles. La pasada semana se celebraron jornadas y se instalaron mesas informativas en Granada para recordarnos el Día Mundial de la Salud Mental. ¿Qué ocurre el resto del año?

En ningún medio de comunicación lees que un enfermo del corazón ha matado a otra persona, pero la enfermedad del piloto del avión que estrelló el aparato en marzo de este año fue ampliamente destacada y comentada en tan fatal noticia. Reflexiona sobre ello Rafaela Perea, usuaria y voluntaria en la Asociación de Granada de Afectados por el Trastorno Bipolar, GranaBip. 

Lo hace para llamar la atención de quien escribe sobre el gran reto al que se enfrenta una persona que padece una enfermedad mental. Persona sí, no enfermo. El rechazo que siente cuando lo cuenta en el entorno o en el trabajo. "Lo que no se ve asusta. La enfermedad mental no se ve y hay miedo a lo desconocido". 

Es la misma reflexión que comparte Mercedes Cuesta, directora de Salud Mental del Complejo Hospitalario de Granada. La Ciencia ha avanzado mucho, pero la sociedad va más lenta, dice al explicar las razones de ese estigma. La sociedad no ve "su sufrimiento y su angustia", sino "las alteraciones conductuales en los casos muy graves y en ciertos momentos". Y de convertirse en fuente de propagación de ese estigma no se libran ni los propios profesionales de la salud, como ellos mismos reconocen.

La enfermedad mental es compleja, hay múltiples factores etiológicos e influye también la herencia, factores biológicos que se heredan y hacen a la persona más vulnerable; después tienen que coincidir otros factores sociales y psicológicos, indica. 

Ponte en mi lugar. Conecta conmigo, su mensaje

Una persona con una enfermedad mental es, ante todo, destaca Cuesta, "un ciudadano", "una persona con una enfermedad añadida", que puede contribuir a la sociedad con todos sus derechos y obligaciones. Y recuerda el mensaje lanzado este año para el Día Mundial de la Salud Mental: “Ponte en mi lugar. Conecta conmigo”, para destacar que responde a un momento en el que, para muchos, entre los que se incluye, se ha llegado a la conclusión de que no es posible ya una práctica en salud mental que no tenga en cuenta a los usuarios. Y resalta otra de las reflexiones lanzadas estos días: La salud mental tiene que estar centrada en el sufridor psíquico, no en la enfermedad. Surge el saber profano y la subjetividad como proyecto de futuro. Este es el desafío del futuro.

Una de cada cuatro personas puede padecer una enfermedad mental a lo largo de su vida. m. rodríguez

Prácticas de los medios de comunicación que perpetúan el estigma: 

Identificación de la persona con su enfermedad mental: “el esquizofrénico”, “la maníaco-depresiva”.

Confusión al tipificar las enfermedades y mezcla de información de salud mental con otros tipos de discapacidad y enfermedades.

Uso de ilustraciones o imágenes donde las personas con enfermedades mentales suelen ser presentadas en actitudes pasivas, sin interacción social, transmitiendo sensación de lástima, soledad, aislamiento, etcétera.

Casi nula presencia de información directa de personas con enfermedad mental. Sólo ocasionalmente procede de asociaciones de familiares o de psiquiatras y psicólogos de hospitales.

Para dar a conocer las enfermedades mentales y combatir tabúes, estereotipos y miedos, se puso en marcha el portal web '1decada4'. Impulsado desde la Consejería de Salud, toma su nombre de un dato real. Porque una de cada cuatro personas puede padecer a lo largo de su vida una enfermedad mental. Aunque la prevalencia de los trastornos realmente graves es de 2 por cada 1.000.

Hay tres grandes grupos, explica Cuesta:

  • Los trastornos mentales graves.
  • Los trastornos mentales comunes.
  • Las situaciones de la vida cotidiana que nos hacen sufrir y que confundimos con las enfermedades. para lo que pedimos remedios médicos porque no toleramos el sufrimiento. Son los que a veces se les ha llamado los "sanos infelices", que buscan en las pastillas, en los tratamientos psicológicos una solución a algo de la vida que es normal aunque nos haga sufrir (como por ejemplo un duelo).

Reflexionar sobre esta realidad y estos datos en la semana en la que se ha celebrado el Día Mundial de la Salud Mental es necesario para sensibilizar a la población, una buena excusa; pero refleja en realidad un déficit importante para el resto del año, como destaca Cuesta a El Independiente de Granada. 

Esta semana, primero la Asociación Granadina de Familiares y Personas con Enfermedad Mental (Agrafem), que organizó unas jornadas bajo el lema 'Salud mental no es cosa de locos, es cosa de todos', y después GranaBip, con una mesa en la Fuente de las Batallas, se encargaron de dar visibilidad, poner caras y nombres a la salud mental, como tantas otras asociaciones, colectivos e instituciones dedicados a su atención. Los dos recibieron el respaldo de representantes de Junta, Diputación y Ayuntamiento. La ciudadanía de a pie no se acerca con tanto ánimo ni se agolpa en el modesto espacio que ocupan. Una mesa y su distintivo.

Las jornadas se presentaron en el Ayuntamiento de Granada. prensa ayuntamiento

"Se olvidan de que existimos. Somos los eternos olvidados", exclama Marisol Casas, presidenta de GranaBip, una asociación que se creó en 2008. Y no lo hace con lamento ni tristeza, sino con determinación y contundencia. El trastorno bipolar, agrega, es "la enfermedad del alma" y necesita "más comprensión".

El trastorno bipolar se caracteriza por importantes oscilaciones del estado de ánimo. Comprende tanto episodios (fases) de tristeza y desesperación (depresión), como episodios de euforia y alegría exageradas (hipomanía y manía). Es un trastorno cerebral con el que se nace, se lleva en los genes, y será la vida, los acontecimientos vitales, junto con determinados factores neurobiológicos (neurotransmisores, hormonas...) los que le harán aflorar. (www.granabip.org)

Cuando está en fase de manía, nos comemos el mundo, y cuando llega la depresión, el mundo nos come a nosotros, cuenta a El Independiente de Granada Casas que suele decir una amiga. 

Tiene GranaBip muchos proyectos para impulsar. Uno de ellos presentado a la Diputación de Granada para llevar una campaña sobre salud mental a todos los pueblos de Granada. Hay muchas campañas de salud, pero no de salud mental, precisa confiando en que saldrá adelante la iniciativa. 

Marisol Casas, en el centro, con otros miembros de GranaBip. indegranada

La crisis ha tenido graves efectos. En el trabajo, como indica Rafaela Perea, "no digas que eres enfermo mental, porque te vas a la calle". Y en ese aspecto incide también Marisol Casas, que lamenta que las personas que padecen algún trastorno mental tienen que "demostrar constantemente que valen", hacer un esfuerzo "sobrehumano" para demostrar que eres "normal". Y cuenta ejemplos de usuarios de la asociación: en 7 años, dos día de baja, por el temor a la marginación, al rechazo y al despido. 

Red sanitaria, un referente que necesita más recursos

Una reciente evaluación europea sobre los procesos de reforma psiquiátrica sitúa a las redes sanitarias española e italiana entre las más valoradas. La red responde a las necesidades de los enfermos y ofrece tratamientos multidisciplinares. 

Pero la crisis ha golpeado especialmente al sistema sanitario público. "Todos somos muy conscientes de que no llegamos", afirma Mercedes Cuesta para admitir que la crisis ha impedido completar los servicios y recursos que quedaban pendientes. 

Coincide -y sin conocer las reflexiones de la directora de Salud Mental- la presidenta de GranaBip. "Tenemos grandes profesionales. Escasos. Pero suplen las carencias con corazón y trabajo". 

Andalucía tiene en vigor el II Plan Integral de Salud Mental. Se aprobó en 2008 e inicialmente estaba concebido hasta 2012, pero se prorrogó hasta 2015 ante la imposibilidad de abordar el tercero por las dificultades económicas, en el que, ahora sí, se está ya trabajando. 

La participación es una de las características que elogian los especialistas: de los profesionales de base, del tejido asociativo y las familias y de la Universidad. En el tercero, que se planteará entre 2015 y 2012, se contará también con la participación de la Escuela Andaluza de Salud Pública y sociedades científicas.