Marisol Escribano, presidenta de la Asociación Pídeme la Luna, nos cuenta con gran emoción el sueño cumplido de Walter, paciente oncológico de Honduras que ha recibido tratamiento en Andalucía y ha visitado Sierra Nevada para conocer la nieve. Reproducimos el bello relato de Marisol sobre esa gran experiencia: 

"Todos los sueños que cumplen nuestros niños de Onco-Hematologia de la mano de Pídeme la Luna son maravillosos, mágicos e inolvidables con los que vamos escribiendo cada día las páginas de nuestra historia, pero el sueño que ha cumplido hoy nuestro querido Walter, un niño precioso de 8 años, transmite una belleza muy especial. 

Walter nos da a todos cada día auténticas lecciones: es muy educado y cariñoso y pase lo que pase nunca pierde su bonita sonrisa. Vive el momento presente con tanta intensidad, que sabe sacarle a la vida ese brillo diario para ser feliz a pesar de las dificultades (que no son pocas). 

Walter esta viviendo una larga temporada en Jaén, pero pronto volverá a su país y como es un gran disfrutón, quiere aprovechar cada momento para hacer realidad todos sus sueños (que son muchos) pero hay uno muy especial que Walter quería cumplir: conocer la nieve, contemplarla de cerca, tocarla y admirarla para llevarla en su retina y no olvidarla jamás. 

Dicho y hecho, y esta “fábrica de sueños “que es Pídeme la Luna, ha sabido preparar para Walter un viaje muy especial para hacerlo muy feliz y…Oh sorpresa!  lo ha llevado a Sierra Nevada. Allí el cielo ha querido diseñar para Walter un día muy especial: sin viento, sin frío, con un sol espléndido y con mucha nieve; no se puede describir la cara de felicidad de Walter al contemplar tan bello paisaje. Acompañado por sus padres y hermanita y por nuestros voluntarios de Pídeme la Luna Manoli y Ernesto, llegaron a Pradollano y la primera sorpresa fue subirse al telecabina que lo llevaría hasta Borreguiles, y a modo de anécdota, Walter consiguió que Manoli superara su pánico a las alturas y se subiera al telecabina diciéndole: "no tengas miedo Manoli que yo te cuidaré"…Y Manoli dio un salto y se subió al telecabina, y es que la sonrisa y la ternura de Walter nos conquista a todos. 

Y allí en la inmensidad del gran manto de nieve, Walter pudo disfrutar de este sueño que hace tiempo venía acariciando. 

Nuestros voluntarios le construyeron un enorme muñeco de nieve con la camiseta de Pídeme la Luna para recordarle que nunca deje de soñar, mientras que la cara de felicidad de Walter con su eterna sonrisa y palabras de gratitud nos cautivaba a todos. 

Querido Walter, te queremos con locura y sigue soñando corazón, porqué habrá más sorpresas…Porque ahora irá a Madrid a ver el musical El Rey León, otro de sus sueños". 

La gran labor de Pídeme la Luna

Pídeme la Luna es una asociación sin ánimo de lucro formada por enfermeras, médicos, auxiliares de enfermería, y demás personal sanitario, así como numerosos padres y madres de niños de la Unidad de Onco-Hematología del Hospital Infantil de Jaén, Hospital Virgen de las Nieves de Granada y Hospital La Fe de Valencia, y muchos voluntarios dispuestos siempre a dar lo mejor de sí mismos por ver a nuestros niños felices.

El único objetivo es hacer que se cumplan todos los sueños e ilusiones de estos niños por difíciles que sean y devolver a sus caras una sonrisa tras sus largos periodos de hospitalización, consiguiendo de esta forma disminuir la ansiedad y aumentar la confianza de niños y familiares.

La iniciativa de la Asociación Pídeme la Luna surgió en el año 2012 de la mano de Marisol Escribano Olmo, que en su larga trayectoria como enfermera en la Unidad de Onco-Hematología Pediátrica del Hospital Infantil de Jaén, siempre trató de conseguir los sueños de los niños por difíciles que fueran.

Con el lema 'Pídeme la luna y te la intentaré alcanzar, con tal de que tus sueños se hagan realidad', desarrolla un programa de actividades extra-hospitalarias y también en el propio hospital, constituyendo para nuestros niños una magnífica terapia por la alegría que les aporta, siendo también al mismo tiempo una constante motivación.

"Queremos que nuestros niños sean los protagonistas de sus propios sueños, que sonrían y que se les olvide, aunque sea por unos instantes, que están malitos. Buscamos una dosis de positivismo, pretendemos que nuestros niños no vean el hospital como un lugar hostil dónde vienen a pasarlo mal, sino como una segunda casa donde se les atiende con un alto nivel profesional, se les cuida, se juega con ellos y se les sorprende con aquello que más ilusión le hace, aportándole esa otra terapia que los sueros y tratamientos no les pueden dar.  Merece la pena todo lo que hacemos con ellos, porque son un auténtico disfrute y un gran ejemplo para todos de lucha, esperanza, fortaleza y alegría", explica la asociación.