La Qarmita, café y cultura urbana en el corazón de La Magdalena
La Cultura como forma de resistencia. Salomé Fernández
¿Cómo surge la idea de abrir un lugar como La Qarmita?
(María) En realidad La Qarmita ya estaba abierta, el proyecto cultural de La Qarmita como cafetería librería ya existía. Se nos presentó la oportunidad de tomar el relevo y lo que hemos hecho es continuar el proyecto, que ya tenía muchos puntos en común con la idea que teníamos nosotras. Simplemente le hemos dado una vuelta, le hemos dado nuestro toque.
¿Y qué os hace decidiros a apostar por un negocio orientado a la cultura?
(María) Siempre hemos tenido claro que nos queríamos dedicar a la cultura y, específicamente, a la literatura. Las dos somos filólogas hispánicas, Sara tiene un máster en gestión cultural, también ha estudiado biblioteconomía; yo he sido profesora de español. Nuestra formación nos permite hacer muchas cosas diferentes, pero lo que más nos llama es el contacto con la gente. Tener un proyecto cultural en el que podemos organizar una variedad de actividades que van desde conciertos, presentaciones de libros, recitales y exposiciones, hace que cada día descubras y aprendas mucho.
También nos encargamos de hacer la selección y el pedido de libros, nos encanta hablar de ellos y poder recomendarlos. Lo más monótono es poner un café, aunque esa parte también nos encanta.
(Sara) La Qarmita es una buena oportunidad para dar salida a la vida cultural que hay en Granada. Mucha gente nos comenta que no hay espacios donde poder recitar o tocar, así que es un buen lugar para dar a conocer lo que se podría quedar en la casa o en el escritorio de uno.
Si vemos gente tocando en la calle les invitamos a venir a La Qarmita a dar un concierto, o si nos gustan las ilustraciones de alguien, le invitamos a exponer. Esto hace de La Qarmita un ente vivo y queremos que siga por ese camino
Si vemos gente tocando en la calle les invitamos a venir a La Qarmita a dar un concierto, o si nos gustan las ilustraciones de alguien, le invitamos a exponer. Esto hace de La Qarmita un ente vivo y queremos que siga por ese camino.
Actualmente es muy difícil mantener negocios pequeños con un proyecto más personal en sitios céntricos debido a un modelo turístico que despersonaliza la ciudad, convirtiéndola en un escaparate. ¿Qué pensáis de esta situación?
(María) Es innegable que el turismo y la industria cultural son los dos motores de Granada, sin turistas y sin estudiantes la ciudad no sería lo mismo a día de hoy. La idea está en ver de qué manera se puede lograr el equilibrio y es fundamental para ello la concienciación ciudadana, la ayuda del Ayuntamiento de Granada y las instituciones locales; además de la organización de la asociaciones de barrio al respecto. Ya no solamente es tarea de los granadinos, sino de personas de fuera como por ejemplo yo, que apreciamos Granada y que nos duele ver lo que está pasando.
La gentrificación al final lo que trae es una desigualdad entre el que nos visita y el que tiene que vivir aquí, porque explota la economía local. Por ejemplo, la construcción de grandes centros comerciales no ayuda, es decir, ya no solamente es perjudicial el turismo de masas, sino el consumismo en masa. Además, la gentrificación se va expandiendo, empieza en el centro y se va apoderando de los barrios, y es cierto que algunos están quedando como reductos de resistencia.
La gentrificación al final lo que trae es una desigualdad entre el que nos visita y el que tiene que vivir aquí, porque explota la economía local
¿Cómo se resiste La Qarmita a esta concepción de la vida de una ciudad?
(María) Desde La Qarmita intentamos apoyar lo local proveyéndonos de las tiendas cercanas del barrio, aparte de eso, apoyamos a la persona que viene y no encuentra el espacio ni la voz ni la oportunidad en cualquier otro sitio. También intentamos respetar que lo que hagamos en La Qarmita sea algo que nosotras apreciaríamos como clientas.
(Sara) La Qarmita, de hecho, está en uno de esos barrios de resistencia que es el barrio de La Magdalena. El turismo está en todos sitios, pero dentro de esos barrios sigue habiendo negocio pequeño y en el de La Magdalena se mantiene y sobrevive. Al abrir nos preguntaban por qué habíamos elegido la calle Águila, porque por ahí no pasaba nadie. Sí que está Recogidas cerca, que es donde se espera que tengas éxito con una cafetería. Por tanto, si pasas por calle Águila es porque quieres ir a la Qarmita, es porque la gente sigue apoyando este tipo de negocio y lo vemos todos los días. Tenemos la suerte de que la gente responde y lo valora.
Desde La Qarmita intentamos apoyar lo local proveyéndonos de las tiendas cercanas del barrio, aparte de eso, apoyamos a la persona que viene y no encuentra el espacio ni la voz ni la oportunidad en cualquier otro sitio
¿Pensáis que desde el Ayuntamiento de Granada se ayuda a los jóvenes con este tipo de negocios o se esta propiciando algún plan en este sentido?
(María) Nosotras cuando empezamos, pensábamos que, siendo jóvenes mujeres emprendedoras, íbamos a encontrar apoyo, no solo por parte del Ayuntamiento, sino por parte de la Junta de Andalucía y a nivel nacional. Son pocas las ayudas, lentas y muy exigentes, por lo que hemos visto desde nuestra experiencia. Así que en ese sentido el apoyo que hemos encontrado ha sido en nuestro entorno. Por parte de las instituciones casi no existe ese apoyo por lo local y no creo que se respete tanto, no solo a nivel de negocio, sino a nivel de apoyo al ciudadano medio que está aquí todo el año y trabaja de 9 de la mañana a 8 de la tarde.
(Sara) Es más, hemos tenido varios eventos en la Qarmita de crowfunding, porque la gente al final se tiene que apoyar en su entorno porque la ayuda de parte de instituciones es lenta y al final te cansan.
Hemos tenido varios eventos en la Qarmita de crowfunding, porque la gente al final se tiene que apoyar en su entorno porque la ayuda de parte de instituciones es lenta y al final te cansan
Puede parecer lo contrario, pero el ambiente de crisis que estamos viviendo propicia el ambiente de resistencia.
(María) Las crisis provocan que la gente tome conciencia de muchas cosas, por ejemplo, hoy en día es más probable que la gente te diga el nombre de un político que hace 10 años, o que la gente vuelva a antiguos métodos porque no se ha visto solución en lo inmediatamente nuevo como darle más valor a lo artesanal, a lo ecológico, a la calidad o al apoyo de lo local. En ese sentido, La Qarmita o reductos de resistencia, pasen por lo literario, por una sociedad cooperativa o un espacio cultural compartido, intentan hacer algo humano. La gente que se organiza lo hace porque no encuentra respuesta en echar currículum a cualquier empresa, porque ya no vale hacer lo que se hacía antes.
El arte, muy presente en este local, todo un ejemplo. Salomé Fernández
¿Pensáis que Granada sigue manteniendo ese carácter de ciudad literaria?
(María) Si comparas lo que hacen otras ciudades, ves que Granada se queda bastante corta. Granada es ciudad de la Alhambra, ciudad del rock, ciudad de la literatura y, sin embargo, te pones a pensar en lo que se hace al respecto y quitando el Festival Internacional de Poesía, tenemos festivales de jazz, de tango, de danza y cine, pero solo uno de literatura.
Nosotras íbamos al Festival Internacional de Poesía todos los años, pero cuando vas el quinto año y ves que son los mismos, la élite, te desencantas
(Sara) De hecho, nosotras íbamos al Festival Internacional de Poesía todos los años, pero cuando vas el quinto año y ves que son los mismos, la élite, te desencantas. No se renueva, no hay frescor y hay poetas, hay muchísimos poetas. Es una pena que en una ciudad de literatura nos quedemos en un festival y en ese festival siempre estén los mismos y siempre se muevan en el mismo círculo.
(María) Edimburgo, por ejemplo, tiene una aplicación para situar las librerías, una página web con todos los festivales literarios y eventos que se hacen en las bibliotecas, donde cualquier autor local tiene mucha difusión. En Dublín pasa lo mismo y comparas con Granada y existe un grupo de facebook, pero no hay una red, no hay un sistema de apoyo para sacar provecho de todo eso. Al final todo se queda en Lorca, que es maravilloso y le adoramos, pero hay más antes y después, como por ejemplo Elena Martín Vivaldi o Javier Egea.
Hay un panorama literario que ha cambiado, acojonante. Ves los últimos premios nacionales de poesía, que es el género más potente aquí y hay muchos poetas granadinos, nominados también. Creemos que se puede hacer mucho más creando una red, creando unión entre editoriales, libreros, escritores, asociaciones, universidad y ayuntamiento.