Lorenzo Santamaría, para que no le olvidemos

Corrían los años sesenta del siglo pasado y el buen rock and roll estaba en manos de Bruno Lomas, Pedro Gené, nuestro Miguel Ríos y pocos más, y entre esos pocos estaba el mallorquín Lorenzo Santamaría con su banda los Z-66. Cuenta la leyenda que él fue uno de los escasos (con algún miembro de Los Bravos) músicos españoles que ha tocado en el mismo escenario y con Jimi Hendrix, así, como suena. Compartieron más de alguna noche con el negrindio de Seatlle en el mallorquín club Sgt. Peppers, propiedad de manager de Hendrix y Eric Burdon, fue durante el mes de julio de 1968.
El fornido cantante, tanto en voz como en planta, iniciaría una exitosa carrera como baladista romántico, reservándose las caras B para no perder el tono rock y soul
Llorenç Roselló Horrach, como es su nombre de pila (tomó luego el apellido de su lugar de nacimiento) luego cambió de nombre y de registro. En los 70, de casi todos los ‘conjuntos’ demarrarían, en términos ciclistas, los solistas para iniciar carreras individuales: Camilo Sesto de los Botines, Pedro Ruyblás de los Grimm, Miky de los Tonys… y él también. El fornido cantante, tanto en voz como en planta, iniciaría una exitosa carrera como baladista romántico, reservándose las caras B para no perder el tono rock y soul.
Santamaría se despidió del oficio este fin de semana en el Palacio de Congresos ante un nutrido grupo de seguidores/as a los que debió hacer feliz en sus mocedades: "esta canción está dedicada a los que creen en el amor… ¡todavía!", dijo, con alguna sorna. Con una voz en perfecto orden de revista, se hizo acompañar de un solvente grupo y por una segunda voz impecable, la de la también solista (y guitarrista) Irene Miller, que incluso en algún tema dio ese paso adelante en esos ‘20 metros’ que separan a los coristas del centro del escenario y de ‘la fama’, como relata el 'oscarizado' documental .
Si el otro día, otros veteranos como Consorcio recordaban el clásico guatequero ‘California Dreamin’, Santamaría se aplicó sobre unas intensas ‘Noches de blanco satén', de tan grato recuerdo cuando llegaban ‘las lentas’ y alguna bombilla se fundía casualmente. De Hispanoamérica, donde sigue siendo un respetado intérprete se trajo alguna canción; otras llevaban su firma, como Rosy (¡supuesta canción del verano, dijo!) y ‘Adiós amor’, o con la autoría de colegas como Juan Pardo,(¡a medias con Pedro ‘Pecos’!) como fue la popular ‘Tú y yo’. Incluso a sus 79 años, Santamaría tiene buen pulso para el rock and roll, como demostró con un curioso tema: ‘Soy el rey’, en el que el público le respondió con un presleyano "eres el rey". En su anterior visita Miguel Ríos se echó una pachanguita con su amigo, de carrera paralela en algún momento: Ríos triunfo con la ‘Novena’ de Bethoven, y el mallorquín debutó con la Octava sinfonía de Schubert (‘Canto al amor’). Esta semana Lorenzo Santamaría se despedía de Granada con una canción premonitoria y su mayor éxito: ‘Para que no me olvides’. Hecho.

























