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James Carter entusiasmó al público del Festival de Jazz de Granada

Cultura - IndeGranada - Domingo, 4 de Noviembre de 2018
James Carter en un momento de su concierto en el Isabel La Católica.
Festival Jazz
James Carter en un momento de su concierto en el Isabel La Católica.

James Carter es uno de los instrumentistas de viento más carismáticos y originales de entre los surgidos en la década de los noventa. Su paso por el festival granadino no dejó a nadie indiferente, como refleja la crónica distribuida por el servicio de prensa del Festival de Jazz de Granada.

El saxofonista de Detroit es toda una eminencia que se sitúa entre la música con fundamento y la espectacularidad del ‘entretenedor’ a la americana para todos los públicos. En su concierto junto con el Organ Trío ratificó su filosofía de ir al máximo sin tomar aliento durante dos horas. El festival de Granada está organizado por el Ayuntamiento de la ciudad con la colaboración de la Diputación y el patrocinio de la Obra Social de la Caixa, Blinker, el Instituto Italiano de cultura y la Alianza Francesa.    

Reinventor del combo de órgano, en el año 2005 lo incluyó en su disco 'Out of Nowherer' y a partir de entonces mantiene estable la formación junto a Gerard Gibbs y la batería de Leonard King (con Alexander White también, como en Granada). Un trío Hammond con un vetusto C3 de medio siglo sonando y dos Leslies, enmarcando el escenario y dos músicos acompañando al titánico saxofonista que también se apoya en una pedalera de efectos para sus tres saxos. Ni el tenor, ni el alto o le soprano tienen secretos para él, que los utiliza extrayendo toda sus posibilidades, hasta caricaturescas, porque no faltó humor en su concierto, incluso cuando dejaba a sus compañeros todo el espacio, se mantenía a contraluz bailando al fondo del escenario. 

Con un sonido espectacular, que va desde el tierno susurro, hasta el más desgarrador rugido, dialogó consigo mismo a dos voces, sonando como un bebe llamando a su madre o como el Titanic pidiendo socorro, realizando llamativos juegos de respiración circular y jugando con las llaves como un cerrajero con las suyas. Así las cosas Carter sobrepasó las dos horas de concierto seguidas sin interrupción, porque prefirió actuar sin pausas para no perder la concentración. Fue tan intensa su exhibición, que el público que llenó el teatro Isabel le despidió aplaudiendo de pie sin siquiera pedir más, puesto que había tenido energía para varias reencarnaciones.

Hoy domingo llega la pianista Elian Elias y el Festival descansa hasta el miércoles 7, con la presencia de otro músico espectacular, Bill Evans, que viene a Granada con la versión X de su banda Soulbop.