Ian Gibson: "Si pudiera hablar con Lorca le preguntaría dónde están los restos"
El historiador hispanista irlandés y nacionalizado español Ian Gibson ha lanzado la revisión biográfica de la vida de Federico García Lorca publicada originalmente en 1989 'Vida, pasión y muerte de Federico García Lorca' (DeBolsillo), ensayo que llega con motivo del 80 aniversario de la muerte de Federico García Lorca, y el centenario de su primera publicación 'Pueblo'.
"Si pudiera hablar con Lorca le preguntaría dónde están los restos y por aquel amor juvenil que le dejó con la convicción de que nunca más podría encontrar el amor", ha explicado Gibson en rueda de prensa este viernes en Barcelona.
Sobre el paradero de los restos del poeta, ha manifestado su deseo de que el nuevo equipo de búsqueda liderado por el investigador Miguel Caballero, encuentre pronto a Lorca, donde iban a poner un campo de fútbol y ahora se está a la espera de permisos para poder a empezar los trabajos.
"He hecho una investigación sobre su muerte, pero tampoco puedo solucionar el caso", ha dicho Gibson, que también ha ahondado en la juventud del poeta, de donde surge la búsqueda del amor como constante de su obra con un enigma de trasfondo: "¿Qué le pasó a Federico de joven? Yace un desgarro en el fondo de su obra del amor que se fue y no vino".
Para Gibson, "hay algo en su vida, persona e infancia donde se nota que hay una ausencia terrible, un amor que se fue y no volvió", ha explicado Gibson, que cree que Lorca heredó este lado oscuro y depresivo de su madre, Vicenta Lorca, que no sonríe en centenares de fotografías de la época, frente a los García, que eran una familia alegre y llena de artistas.
Ha defendido que el mensaje de Lorca propugna en el fondo el amor al otro "es muy cristiano, está con Jesucristo, amigo de los pobres y los débiles", ha dicho Gibson, que también repasa en sus páginas la relación de Lorca con Salvador Dalí, ya que fueron muy amigos y se fascinaban mutuamente.
Corrección y ampliación
Gibson ha explicado que esta biografía es una ampliación y corrección de la anterior en la que ha invertido diez meses corrigiendo, ampliando y creando dos índices, uno general y otro analítico sobre la obra de Lorca; y aunque ha revisado todo el proceso de su muerte, "no hay ninguna revelación que cambie lo que ya sabíamos de Lorca porque es básicamente el mismo libro".
Cuando tenía 18 años, Gibson topó con la obra de Lorca en una librería de viejo en Dublín cuando cayó en sus manos un ejemplar de 'Romancero gitano': "Fue un momento importantísimo de mi vida", ha dicho el historiador, que recuerda aquel momento como un fabuloso.
"Me siento un privilegiado. A través de Lorca he entrado en todo lo demás, por ejemplo no sabía nada de la Guerra Civil cuando fui a Granada", ha dicho el autor, que detectó entonces que lo vecinos de Granada hablaban de represión franquista, así que decidió aparcar la tesis que llevaba a cabo y emprender una investigación sobre el asesinato del poeta accediendo por la puerta grande a la vida del mismo.
Ha explicado que ha querido legar a sus 76 años una edición revisada, ya que el actual no se podía reimprimir tal cual estaba y ha sido casi "una decisión ética" dejar el ensayo lo mejor posible para la posteridad.
El autor ha plasmado en la biografía un estilo más maduro, además de haber llevado a cabo una revisión estilística: "Había 'lapsus' y lagunas, ahora he podido incorporar algo del último amor de Lorca con Juan Ramírez de Lucas".
Sobre esta relación, sostiene la teoría de que mantuvieron un vínculo de última hora, conociéndose en febrero del 36 y vinculándose con un "amor incipiente", a pesar de que de los últimos meses de vida no se sabe casi nada.
"Lorca es el desaparecido más famoso del mundo y representa a todos los desaparecidos", ha reivindicado Gibson, para quien es un buen año para celebrar su obra y lamentar lo que simbolizó entre tantos miles de muertos.