Y el Goya es para… Granada
Hacer de Granada la capital del cine español ni fue casual ni fue fruto del oportunismo. Todo estaba dentro de una estrategia, un proyecto, destinado a situar a nuestra ciudad como el centro de los eventos más importantes de nuestro país ya que Granada, siempre lo ha demostrado así, cuenta con capacidad, prestigio y profesionales para la excelencia.
La primera vez que intentamos traernos la gala de los premios Goya fue en el 2018 y es importante que se sepa que detrás de aquella iniciativa estuvieron, además, Eva Garde, responsable del Convention Buró, Miguel Hermoso, director de cine granadino, y Antonio Panizza, estilista granadino galardonado con un Goya. Contactamos con la Academia del Cine y avanzamos mucho en una negociación discreta que, finalmente no cuajó, pero nos sirvió de experiencia para la segunda embestida que, esta vez sí, tuvo un final feliz.
Recuerdo aquella noche de 2023 cuando el paisano Antonio Velázquez me lanzó el dardo en directo, en plena retransmisión de la gala que ese año tenía lugar en Sevilla
Recuerdo aquella noche de 2023 cuando el paisano Antonio Velázquez me lanzó el dardo en directo, en plena retransmisión de la gala que ese año tenía lugar en Sevilla. Inmediatamente me puse en contacto con mi equipo y dijimos “a por los Goya”. El lunes siguiente ya nos pusimos en contacto Velázquez, Panizza y un servidor con la Academia y con su presidente, Fernando Méndez-Leite, quien desde el primer momento mostró su interés por hacer de Granada sede de los premios de nuestro cine. Supimos también del interés de Valladolid, que fue la casa de los Goya en el 2024.
Ambas ciudades tenían cabida y así que, se determinó alternándolas en los años siguientes. Nosotros éramos conscientes de nuestros activos: la capacidad de Granada para acoger grandes eventos (los más recientes, la cumbre europea de jefes de Estado y de Gobierno que culminó con la presidencia de turno española, y el Día de las Fuerzas Armadas); un palacio de congresos de primer nivel y con un paquete de inversiones previstas que lo mejorarían; y un equipo de Gobierno al frente del Ayuntamiento capaz de tejer alianzas con todas las administraciones y los sectores económicos de la ciudad para situar a Granada en el centro del mundo (ya saben eso de poner al mundo mirando a Granada).
Dos años después del reto lanzado por Antonio Velázquez, aquel desafío hace feliz a miles de granadinas y granadinos que presumen con orgullo de una ciudad que está a la altura de cualquier acontecimiento
Dos años después del reto lanzado por Antonio Velázquez, aquel desafío hace feliz a miles de granadinas y granadinos que presumen con orgullo de una ciudad que está a la altura de cualquier acontecimiento y que, al menos durante unos años, hizo que cualquier evento deseara tener a esta ciudad como sede.
Lamentablemente, Granada ha perdido el liderazgo, ha perdido la ambición, ha roto las alianzas y vuelve a encerrarse en sí misma por culpa de quien ni la conoce ni apuesta por ella, pero está bien que las granadinas y los granadinos recordemos todo lo que somos capaces de hacer con solo proponerlo, con solo contar con las dosis de confianza suficientes, con solo saber que todas y todos vamos a una. Seguro que más pronto que tarde volveremos a esos tiempos.