Fotografías
Este año, el espectáculo Lorca y Granada en los jardines del Generalife, se llama FLAMENCOLORQUIANO, aunque en el folleto ya advierten al público de que verán una sucesión de estampas coreográficas, musicales y escénicas. Lorca ya decía que la eternidad de un poema radicaba en la calidad de sus imágenes, y no son pocas, aparte de sus propios poemas, las referencias que hace Federico a las improntas visuales. Una podría sentir el síndrome de stendahl ante el encuadre del escenario del Generalife, y más sin poder ignorar, de izquierda a derecha, el arco que va dibujando la luna de sangre en el fuera de campo. El marco, sostén de las imágenes, está custodiado por los interminables cipreses. Largas verticales que nos acercan a otra imagen, la de Poeta en Nueva York, allí, García Lorca lo tenía claro: “mi traje de marinero no estaba empapado en el aceite de las ballenas pero tenía la eternidad vulnerable de las fotografías”.
FLAMENCOLORQUIANO es una idea original de Valeriano Paños y Rafael Estévez, con la colaboración coreográfica, musical y escénica de Juan Kruz Díaz de Garaio Esnaola, música original de Jesús Guerrero, la cantaora invitada María Terremoto y la colaboración especial de Arcángel. Una puesta en escena protagonizada por el Instituto Andaluz del Flamenco, Ballet Flamenco de Andalucía.
Cada noche, a las 22:00, del 19 de julio al 1 de septiembre en los Jardines del Generalife.