Hace ahora 45 años, la Dama salió de Baza para no volver

La Dama de Baza, la larga espera

Cultura - P. Robles - Martes, 20 de Septiembre de 2016
El 15 de septiembre de 1971, la Dama de Baza emprendía un viaje sin retorno. De su tierra bastetana natal pasando, en primera instancia por Granada, hasta el Museo Arqueológico Nacional de Madrid, de donde nunca volvió a salir. A priori, la espectacular talla solo requería una urgente restauración para devolverle el esplendor policromático y majestuoso del que debió gozar cuando fue concebida, allá por el siglo IV a.C. Entre idas y (nunca) venidas, la Dama fue también sometida a arduos pleitos para zanjar las polémicas sobre su legítima propiedad.
La Dama de Baza, en el Museo Arqueológico Nacional.
Raquel Marín
La Dama de Baza, en el Museo Arqueológico Nacional.
Hace ahora 45 años, la Dama salió de Baza para no volver. Desde el mismísimo momento de su hallazgo, el 21 de julio de 1971, a las 10.00 en punto de la mañana, en un proceso dirigido escrupulosamente por el Dr. Presedo, ya se sintió miedo. No eran pocos los que temían que tan increíble hallazgo fuera pronto ultrajado y arrojado fuera de Baza. Y es que el descubrimiento supuso un verdadero hito en la investigación y el conocimiento del arte primitivo de la Península Ibérica.
Pronto, “el temor hizo circular rumores de todo tipo, como que la estatua o escultura iba a ser llevada a escondidas, al amparo de la noche, a Cataluña o a Alemania, que ya se tenía preparado para ello un cajón de madera”, tal y como relata en el monográfico “La Dama de Baza. Hemerografía”, la entonces Diputada provincial por el partido judicial de Baza, Alicia Elena Lacuesta, testigo  presencial del hallazgo. 
 
Lo que empezó  como un presentimiento generalizado acabó, como todo el mundo sabe, tomando cuerpo. De bruces con la realidad, ni Cataluña ni la ciudad de Hamburgo, como se decía. La imponente Dama de Baza luce con su ajuar en la sala once del Museo Arqueológico de Madrid. 
 

La Dama de Baza luce esplendorosa en el Museo Arqueológico Nacional. Raquel Marín

En el trayecto –al parecer bastante movido-, la efigie sufrió daños y fracturas, de las que solo se sabría 38 años más tarde, cuando, como recogieron diferentes medios, un informe técnico, elaborado por once especialistas, desveló el sumarísimo secreto. La escultura llegó a Madrid con daños graves ocasionados en el viaje. La más importante y evidente, que no la única, la fractura en la cabeza, que llegó totalmente separada del tronco. El informe promovido por el Ministerio de Cultura se opuso taxativamente al regreso de la Dama –siquiera temporal- a Baza, ante el estupor de la sociedad y  las instituciones bastetanas. 
“A pesar de que se trata de una decisión técnica experta, sin connotación política –afirma Pedro Fernández Peñalver, alcalde de la localidad- supuso un verdadero jarro de agua fría para la sociedad de  Baza, que no ha cejado en su empeño de reivindicar el regreso de la Dama.” “La ciudad, que ya cuenta con un Museo Arqueológico, dotado de modernas instalaciones y avanzadas tecnologías, confía en que, una vez formado el nuevo Gobierno, se desencallen las negociaciones”, afirma el regidor. 
 
“La Dama Pa Baza”, repitió una y otra vez la ciudadanía, recuerda Antonio Francisco Martínez López, exportavoz del entonces Grupo Municipal Andalucista en el Ayuntamiento de Baza, y coautor, junto a José Sánchez, de un “Cuento para que el retorno de la Dama no sea un cuento”.
 
El Grupo Andalucista encabezó y simbolizó las reiteradas exigencias a los diferentes gobiernos del país para que la Dama retorne a su Baza natal. Mociones unánimes adoptadas por la Corporación bastetana, que se presentarían año tras año; miles  y miles de firmas se hicieron llegar al Parlamento Andaluz y al Congreso de los Diputados, hasta que el Ministerio sentenció, lo que en resumen y sin complejos tecnicismos, concluye esta redactora en muy pocas palabras: “La Dama no está en condiciones para viajar”. 
 

Pegatina con el lema 'La Dama pa Baza', en los años de las movilizaciones.

La Dama de Baza, la venerada divinidad protectora, la majestuosa escultura policromada, urna que cobija las cenizas probablemente de un guerrero de gran linaje… Diosa de 1,30 metros de altura y 1,05 metros de anchura, que aguardaba su descubrimiento bajo la sepultura 155 de la necrópolis de Baza. Dama engalanada y entronizada, cuya propiedad se disputaron, al amparo de la legislación del régimen, el Estado y Durán Farell, quien, agotadas las subvenciones oficiales, financió la excavación. No olvide el lector que la financiación era llevada a cabo, a cambio de la propiedad de los hallazgos. Actualmente, los descendientes de Durán Farell mantienen en Cataluña una muy importante colección privada proveniente de la excavación en Cerro Cepero.
Aquel verano de 1971, el 20 de julio, a las 10.00 horas, en la necrópolis ibérica de Cerro Cepero, se produciría el (quizá no tan) feliz alumbramiento, tras unos 2.400 años enterrada en la sepultura 155 de la Dama de Baza. El hallazgo simboliza uno de los más importantes descubrimientos para la historia del arte primitivo de la Península Ibérica.
 
Arqueológicamente, la necrópolis de Cerro Cepero, en la Hoya de Baza, es considerada como uno de los más ricos y completos ejemplos  del fenómeno funerario, que, además, permite revelar secretos ocultos de la Bastetania de la Prehistoria y de la Historia Antigua.