Chema Mercado (Cosas que hacen Bum): "Cualquier actividad y comunicación humana nace desde el principio con una gran carga de dificultad y de inutilidad"

Cosas que hacen Bum. Un nombre muy literario para un grupo decididamente acústico formado con miembros bien conocidos de la escena granadina junto a voces femeninas que marcan el carácter de sus acariciantes canciones. Las recogieron primero en ‘Entertainment’, luego en ‘Tomando la habitación’ y más tarde en 'Navegación por estima'. Tres discos convencionales comparados a lo que siguió, una 'discotella', botella de buen vino con álbum incluido en su etiqueta. Tras una pausa de seis años, y ya digerido su ‘caldo sonoro’, regresan con otra colección deliciosa de canciones bajo el título ‘Gritando en el bosque’, una reflexión sobre el paso del tiempo, sobre la madurez, la creación artística y la inspiración, sobre la vocación y la perplejidad del individuo ante la sociedad.
─ Les echábamos de menos, supongo que las servidumbres de los trabajos alimenticios ralentizan sus movimientos ¿no?
Es muy difícil conciliar el trabajo habitual con el grupo. Tenemos horarios dispares y ocupaciones dispares
─ Lamentablemente, sí. Es muy difícil conciliar el trabajo habitual con el grupo. Tenemos horarios dispares y ocupaciones dispares. De todas formas, todo el proceso de este disco ha sido muy complicado. Empezamos a componerlo antes de la pandemia. Ese parón nos dejó bastante tocados, a algunos físicamente. Después han surgido mil obstáculos, de ahí la sensación de ligereza que se nos ha quedado cuando por fin se ha publicado.
─ Seis años hace ya… Es lo que tiene ‘navegar’ a vela, pero han llegado a buen puerto… ¡qué bonita suena su nueva colección de canciones!
─ Estamos realmente contentos. Ha pasado bastante tiempo desde que estuvo listo hasta que se ha publicado, así que escucharlo de nuevo ha sido como reencontrarse con algo familiar pero de lo que no recordábamos los detalles. Como cuando tardan en servirte en un bar. El vino te sabe mejor si esperas un poco.
─ Leo que buscan formatos nuevos… ¡pero después de la ‘discotella’ no tienen fácil superarse!
─ La verdad es que funcionó muy bien, así que estamos considerando repetirlo. Pero también nos gustaría encontrar otro tipo de formato. Quizá algo gráfico esta vez, u objetos que puedan estar presentes siempre en la vida de quien los adquiera. Cosas que te ayuden a recordar y puedas asociar a nuestras canciones.
─ En capítulos anteriores me respondieron que: "Si quieres que te escuchen, hay que gritar en el bosque". ¡Veo que son de ideas fijas!
─ Es que todo funciona así. No solo la música, sino cualquier actividad y comunicación humana nace desde el principio con una gran carga de dificultad, de inutilidad. Quien grita en el bosque grita para sí mismo la mayoría de las veces, es un desahogo, una llamada interior. La política, las relaciones, la industria musical…. Todo se convierte en gritar en un bosque.
─ Ponen música a Fernando Jaén y Neuman, pero salvo para Paco Ibáñez, poner música a un texto ya escrito a veces queda un tanto forzado, tampoco es su caso…
Sería casi imposible poner música a un poemario completo de la mayoría de escritores de hoy en día, pero los poemas puntuales de Andrés y Fernando que hemos escogido se convirtieron en canciones sin problemas
─ Bueno, se ha dejado a Serrat, si me permite la objeción. (De hecho, en ‘Conversación…’ le hacemos un claro homenaje en el inicio de la canción). En realidad poner música a un poema es un arma de doble filo. Desaparece la ansiedad de escribir (hay que tener cuidado al escribir la letra de una canción, se puede caer en multitud de penosos errores), pero al mismo tiempo sí que es difícil encontrar el tono adecuado para el poema. Sobre todo en piezas con métrica más libre. Sería casi imposible poner música a un poemario completo de la mayoría de escritores de hoy en día, pero los poemas puntuales de Andrés y Fernando que hemos escogido se convirtieron en canciones sin problemas. Ambos cuidan mucho el ritmo y los acentos, así que se facilita mucho la tarea.
─ Hace algún tiempo hablábamos de los exquisitos y añorados Esclarecidos de Cristina Lliso, ¿juegan en la misma liga sonora?
─ No es la primera vez que nos lo dicen. La verdad es que es un honor que nos comparen con ellos, creo que tiene que ver con la cadencia de la voz de Penélope y quizá se note más en este disco. Pero en realidad no son un grupo de referencia para nosotros.
─ También que la inicial ausencia de bombo y bajo le daban a su música una cierta ingravidez, ahora han completado ya la paleta en graves…
─ A pesar de eso, creo que la música sigue teniendo esa suavidad que es marca de identidad del grupo. Los bajos de Dani Gominsky han servido para redondear el sonido, para darle más peso. Es un músico excepcional, ha sabido leer las canciones perfectamente para darles cuerpo sin que pierdan transparencia. El bajo y el bombo permiten tener más presencia en el sonido y en algunos directos, pero la esencia del grupo se mantiene.
─ Destaco los deliciosos arreglos, cálidos y delicados, ¿qué firma lleva la producción?
Grabar por separado ha sido toda una experiencia
─ Me encantó el disco ‘Tres pasos’ de Checopolaco (Julián Méndez). Por eso se decidió que el disco se grabaría en Lojasound con él como técnico y ayudando con los arreglos. Lamentablemente, Julián no pudo acabarlo, así que lo finalizamos en Producciones Peligrosas con José Antonio Sánchez. Nos preocupaba al principio que la unidad del trabajo se resintiera, pero José Antonio ha hecho un gran trabajo unificando todo, respetando siempre las líneas que el grupo le trazaba y el trabajo que ya había hecho Julián. Parte de las canciones se han ido creando en el estudio, algo que no habíamos hecho nunca, siempre grabábamos básicamente en directo. Grabar por separado ha sido toda una experiencia.
─ También vuelven a asegurar que los tocarán exclusivamente en espacios singulares, distintos a los habituales ¿alguna idea ya?
─ Seguimos pensando que CQHB tiene más sentido en espacios que inviten a escuchar con atención que en las salas al uso (aunque el último concierto en la Sala Tren, incluso en el formato antiguo sin bajo funcionó bastante bien). El problema es que por increíble que parezca, es muy difícil conseguir en Granada un espacio escénico que se adapte bien a lo que necesitamos por ahora. Así que daremos la sorpresa en algún lugar especial. Serán ustedes los primeros en saberlo.