Si cada disco, cada canción de Alejandro Sanz se convierte en número 1, un concierto en el que junto a las melodías de “Sirope” repasa su trayectoria, es un show de grandes éxitos de la historia del pop, aunque algunos sean tan recientes –y tan escuchados y sentidos- como “Un zombi a la intemperie” o el magistral “A que no me dejas”, de su último y décimo álbum de estudio.

Pero antes de que su gente, los que le siguen desde sus comienzos, allá por 1991, o los que se han sumado más tarde, disfrutaran de estas canciones, el artista ofreció un poco de todo, que viendo al público, entregado, ya fue mucho.

Entre el “El silencio de los cuervos”, con el que abrió la gala, a la versión disco de “Viviendo deprisa”, con la que la cerró, dos horas para admirar que Alejandro Sanz no solo es autor de partituras y letras memorables que forman parte de la historia de la música latina, sino también, un intérprete y un músico excepcional, capaz de madurar las canciones y desnudarlas o teñirlas de un tinte funky para hacerlas disfrutar más.

Y en medio del concierto, un bloque de éxitos de grandes éxitos. Para cuando sonaba “Corazón partío”, hasta la luna radiante invitaba a bailar y a la emoción.

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El artista al piano, ante la abarrotada Plaza de Toros. marta del Amo

Antes, “La música no se toca”, que dedicó brindando al cielo a Paco de Lucía y a Manuel Molina –entre otras virtudes, la mitad que fue de Lole y Manuel-.

Encaraba la recta final, y aún seguía sorprendiendo la espectacular producción que dejó una de las puestas de escena más impresionantes que se han visto en Granada y una banda de nueve músico que complementaban al artista.

Estaba más que claro que habría bises. No solo porque él mismo lo anunció –“En esta gira he inventado que cuando terminamos, si pedís otra, volvemos”, con gracia dijo-, también porque faltaba “a que no me dejas”, que llegó.

Y como final de fiesta, veinticuatro años después “Viviendo deprisa”, en versión disco-show, con Alejandro, su banda y el público, entregado.

El sábado cierra en Sevilla su gira española. Luego, descanso, para empezar el próximo 29 de enero la americana. Allí se irá, con Granada conquistada con acordes y el alma.