Yo confieso

Blog - El ojo distraído - Jesús Toral - Viernes, 19 de Junio de 2020
Pablo Alborán, en el vídeo del anuncio.
Pablo Alborán, en el vídeo del anuncio.

El mundo está alborotado y las redes sociales echan chispas sobre el tema del momento, el que se ha hecho viral en todo el mundo, que no es por una vez ni la Covid-19, ni la gestión del gobierno, ni la oposición, ni el paro. Pablo Alborán ha reconocido sus tendencias sexuales, que ya habían hecho correr ríos de tinta en los últimos años. Era un rumor muy extendido y él mismo había abandonado durante algunos meses la música para aclarar sus ideas y probablemente para desvincularse de un personaje que se esforzaba en enamorar a miles de fans adolescentes que suspiraban por sus huesos y al mismo tiempo obstaculizaba su retirada de máscara. Al igual que hiciera Ricky Martin, el malagueño ha querido ser sincero con el mundo y especialmente consigo mismo al reconocer que es homosexual y que «necesito ser un poquito más feliz de lo que ya era».

Y aunque seguro que ha supuesto un esfuerzo y un salto al vacío porque interiormente albergará cierto temor a la reacción de sus seguidores, la liberación de no tener que esconderse será sin duda tan grande que le compensará con más paz y quién sabe si con más éxitos. Además, es evidente que desde ahora se desvanecerá cualquier insinuación acerca de su condición sexual

A diferencia del puertorriqueño, al que parece que abocaron a tomar esa decisión a través de un chantaje por una serie de fotos supuestamente comprometidas, Alborán lo ha realizado desde su corazón en un trayecto coherente con el cambio experimentado en los últimos años. Y aunque seguro que ha supuesto un esfuerzo y un salto al vacío porque interiormente albergará cierto temor a la reacción de sus seguidores, la liberación de no tener que esconderse será sin duda tan grande que le compensará con más paz y quién sabe si con más éxitos. Además, es evidente que desde ahora se desvanecerá cualquier insinuación acerca de su condición sexual.

Y, claro, la noticia ha sido un bombazo y las chicas jóvenes que suspiraban por él se dividen entre el enfado y la resignación. Y muchas suspiran reconociendo «¡qué pena, con lo que me gusta!», mientras muchos gais comienzan a soñar con él, como si el hecho de que fuera heterosexual u homosexual les concediera a alguno de estos grupos alguna posibilidad de enamorarlo.

El caso es que todavía hoy en día, por desgracia, sigue siendo una postura valiente para un artista salir en público a reconocer sus gustos sexuales si no coinciden con los de la mayoría. Cuando yo tomé la decisión de aparecer por primera vez en televisión a debatir como periodista y padre gay sentí que era lo único que me faltaba para sentirme pleno, porque cuando tienes descendencia piensas en ello ante todo. No quería dejar un pequeño atisbo de duda para que mis hijos supusieran que yo no estaba orgulloso de ser como era, no porque fuera mejor que los demás, sino porque sabía que no era peor. Algunos amigos cercanos me recordaban: «No tienes por qué decir que eres gay», algo que yo mismo me había repetido durante años hasta que llegó un momento en que no me sirvió para estar en paz porque lo que me venía a la mente era más bien: «No tienes por qué ocultar que eres gay».

Es verdad. Nadie repararía en Sergio Ramos, Fran Rivera o en Brad Pitt si salieran públicamente a reconocer que son heterosexuales, nos reiríamos incluso. Por desgracia, aún es noticia que un famoso diga que es homosexual, como si eso redujera al máximo todas las demás facetas de esa persona o las dejara en segundo término

Es verdad. Nadie repararía en Sergio Ramos, Fran Rivera o en Brad Pitt si salieran públicamente a reconocer que son heterosexuales, nos reiríamos incluso. Por desgracia, aún es noticia que un famoso diga que es homosexual, como si eso redujera al máximo todas las demás facetas de esa persona o las dejara en segundo término. Y pese a que el mundo avanza, tenemos que reconocer que todavía la homofobia está anclada en una parte de la sociedad y que habrá seguidores de Pablo Alborán que dejarán de serlo desde ahora solo por su condición sexual. Es inevitable, pero seguramente hubieran renegado de él más adelante por cualquier otro motivo. Siempre es mejor estar rodeado de buenos amigos que de muchos amigos: «No me quieras tanto, quiéreme mejor».

Así que a todos aquellos que dicen que no les parece importante que este cantante haya reconocido su homosexualidad, les responderé que no es así, que en primer lugar le va a permitir ser más libre a él mismo y después va a ayudar a miles de chavales y chavalas gais que le siguen y que tendrán un nuevo referente para comprender que no son los únicos, que su condición sexual no debe afectarles para alcanzar el sueño que pretendan, sea cual sea, aunque vivan en el pueblo más retrógrado y pequeño de la península ibérica. Ahí radica la verdadera importancia de la salida del armario del malagueño.

Siempre me he planteado cómo es posible que haya tan pocos homosexuales reconocidos dentro del mundo de la canción o del cine, cuando lo cierto es que el porcentaje de los existentes es bastante alto, aunque también entiendo que antes de salir públicamente a vocearlo es necesario hacer un trabajo introspectivo que te permita quererte más allá de las consideraciones sociales.

Y en el mundo del arte al menos ocurre de vez en cuando, pero ¿se imaginan que cualquier futbolista de la selección española hiciera un vídeo como el de Alborán? ¿O un torero? ¿Alguien duda de que en esos sectores también haya gais? ¿Se tambalearía el mundo? Seguro que no, pero es significativo de por sí que todavía solo podamos imaginar que eso ocurre y no asistir a esa experiencia, por el momento.

Toda confesión no es más que un paso adelante hacia la transparencia y nunca puede hacer mal a nadie. Quizás, Pablo Alborán se resienta ligeramente en cuanto al número de fans, pero jamás se arrepentirá porque a partir de ahora estará más satisfecho consigo mismo, sentirá los beneficios de ser coherente con su forma de pensar y disfrutará de la paz de amar a quién quiera sin tener que buscar excusas para negarlo públicamente

Se supone que Estados Unidos es la vanguardia de la sociedad actual y estamos asistiendo al penoso espectáculo de descubrir cómo una parte de la policía norteamericana ha asumido durante décadas un trato diferenciado para blancos y afroamericanos; todavía no he escuchado a ninguna autoridad de la Iglesia católica defender tajantemente que el amor es siempre amor, sea entre mujer y mujer o entre varón y hembra; aún en España hay numerosos grupos que utilizan metáforas absurdas como que una manzana no se puede sumar a una pera, que el amor tiene que ser controlado y dirigido por entes ajenos a las personas que lo experimentan. En muchas cabezas, desafortunadamente, la igualdad de todos los seres humanos ni existe ni es deseable.

Toda confesión no es más que un paso adelante hacia la transparencia y nunca puede hacer mal a nadie. Quizás, Pablo Alborán se resienta ligeramente en cuanto al número de fans, pero jamás se arrepentirá porque a partir de ahora estará más satisfecho consigo mismo, sentirá los beneficios de ser coherente con su forma de pensar y disfrutará de la paz de amar a quién quiera sin tener que buscar excusas para negarlo públicamente.

No debería ser noticia, ojalá algún día acabe de importarnos, pero mientras así sea mis respetos más profundos hacia todo aquel que desnuda sus sentimientos porque lo único que hace es asumir sus consecuencias y tirar para adelante.

Cuantos más referentes diversos haya que pregonen una tendencia sexual diferente, más fácil será que los más pequeños puedan aceptarse tal y como son sin sufrir y tengan así armas para enfrentarse a quienes pretendan despreciarlos o agredirlos por ello.

 

 



 

 

Imagen de Jesús Toral

Nací en Ordizia (Guipúzcoa) porque allí emigraron mis padres desde Andalucía y después de colaborar con periódicos, radios y agencias vascas, me marché a la aventura, a Madrid. Estuve vinculado a revistas de informática y economía antes de aceptar el reto de ser redactor de informativos de Telecinco Granada. Pasé por Tesis y La Odisea del voluntariado, en Canal 2 Andalucía, volví a la capital de la Alhambra para trabajar en Mira Televisión, antes de regresar a Canal Sur Televisión (Andalucía Directo, Tiene arreglo, La Mañana tiene arreglo y A Diario).