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'Sororidad'

Blog - Punto de fuga - Cristina Prieto - Jueves, 15 de Junio de 2023
Irene Montero en una imagen de archivo, en acto de campaña del 28M.
FRANCISCO J. OLMO/EUROPA PRESS
Irene Montero en una imagen de archivo, en acto de campaña del 28M.

Andan los de Podemos llorando por las esquinas porque su amada lideresa no ha encontrado un puesto adecuado en las listas que Yolanda Díaz ha preparado para las próximas Elecciones Generales del 23 de julio. Mejor dicho, los que quedan de Podemos después de las sucesivas purgas internas de quienes osaron disentir de las líneas que marcaba la cúpula dirigente. Ahora que reclaman democracia se olvidan de que en sus círculos las opiniones críticas se castigaban con el ostracismo y los listados para las consultas de cualquier tipo siempre se han custodiado en Madrid. Lo del centralismo, bien, gracias.

Durante los últimos cuatro años, las feministas han sido insultadas, ninguneadas, atacadas, boicoteadas en sus actos, agredidas en sus manifestaciones, silenciadas en sus demandas, amenazadas y estranguladas económicamente por el mismo ministerio del que su titular, ahora, pide árnica

Pero, quizás, lo mejor de estos últimos días han sido las críticas lanzadas a las mujeres apelando a su sororidad porque, según los acólitos al partido morado, la Ministra de Igualdad ha sido defenestrada por ser mujer y duramente criticada por la derecha por ser feminista. Y ya era lo que faltaba por escuchar. Hay que tener mucho valor para pedir que te saquen a flote las mismas a las que ella intentó meter en un hoyo.

Durante los últimos cuatro años, las feministas han sido insultadas, ninguneadas, atacadas, boicoteadas en sus actos, agredidas en sus manifestaciones, silenciadas en sus demandas, amenazadas y estranguladas económicamente por el mismo ministerio del que su titular, ahora, pide árnica. No, señora Montero, el Feminismo que tanto ha menospreciado usted sabe estar y su dignidad le ha hecho resistir 300 años contra viento y marea. Si usted quiere sororidad, pídasela a sus compañeras de partido y que renuncien todas a formar parte de las listas en las que han tenido la suerte de entrar, que hagan saltar por los aires la composición cremallera y obliguen a su interlocutora a buscar otra solución. Se ve que, entre sus aliadas, la sororidad que se pide al resto no entra en sus cálculos.

Las críticas se han realizado por su gestión al frente de un ministerio que ha tenido suficientes recursos económicos para revertir la situación de muchas mujeres que sufren

Al contrario que la derecha, que siempre ha disparado contra todo lo que supusiera un avance en los derechos de las mujeres, el Feminismo no la ha criticado a usted por ser una persona de sexo femenino o, como en su argot se diría, persona menstruante, portadora de vagina, con agujero delantero, persona gestante o cisheteronormativa. No se confunda. Las críticas se han realizado por su gestión al frente de un ministerio que ha tenido suficientes recursos económicos para revertir la situación de muchas mujeres que sufren. Las víctimas de agresores y pederastas que su ley ha puesto en la calle o ha rebajado sus penas, las mujeres atrapadas en la prostitución, las madres con hijas e hijos a los que la disforia de género está arruinando su vida y sus cuerpos, las valientes que denuncian a sus maltratadores y no encuentran recursos dignos para iniciar una nueva vida. Ellas han sido las abandonadas.

El Feminismo está muy lejos de formar parte de ese coro formado para la adulación permanente de su figura sin voces discordantes que entonan la misma nota cuando la batuta comienza a moverse en la mano de la dirección

Una ministra que no sabe decir lo que es ser mujer, no merece estar al frente de un ministerio de Igualdad. Quien da premios desde su responsabilidad ministerial a un señor que monta espectáculos de dudoso gusto travestido de mujer pagados con fondos públicos, que llama putas pesadas a las mujeres violadas, no puede ostentar esta responsabilidad. Tampoco quien alienta a tirar un ladrillo a una escritora que se atreve a decir que ser mujer no es un sentimiento. El Feminismo está muy lejos de formar parte de ese coro formado para la adulación permanente de su figura sin voces discordantes que entonan la misma nota cuando la batuta comienza a moverse en la mano de la dirección. Se ha equivocado, aunque usted y su chupipandi ministerial no hayan reflexionado aún sobre lo que han hecho mal. Todo tiene su lado bueno. Ahora no tendrá que gastarse dinero en una tarta grande para festejar su cumpleaños, con una bandejita de pastelitos variados será suficiente. Ya sabe, cuando el barco se hunde, las ratas son las primeras que lo abandonan.

Todo llega, sólo hay que esperar un poco. Estos cuatro años se han hecho muy largos para el Feminismo pero su cuestionable gestión ha conseguido que esas feministas que decían en su partido que cabían en un taxi, cuenten ya con una flota de autobuses y la basura tránsfoba a la que se refería su compañero Echenique se ha convertido en compost de la mejor calidad

Pero, no se preocupe. Le habrá dado tiempo a ahorrar. Nunca hemos visto a cualquier ex responsable ministerial en las listas del paro. Siempre le queda ‘hacerse un Garzón’  y reservarse para las Elecciones al Parlamento Europeo que serán dentro de un año. El sueldo es bueno, se conoce mundo, podrá emplear para la asesoría  a quienes hayan estado enjugándole las lágrimas hasta el final y recibirá menos críticas que en la política patria.

Todo llega, sólo hay que esperar un poco. Estos cuatro años se han hecho muy largos para el Feminismo pero su cuestionable gestión ha conseguido que esas feministas que decían en su partido que cabían en un taxi, cuenten ya con una flota de autobuses y la basura tránsfoba a la que se refería su compañero Echenique se ha convertido en compost de la mejor calidad. ¿Dónde estaba su sororidad cuando las feministas soportaban todos estos insultos? En aquellos momentos debería haber recordado que su ministerio se llama de Igualdad y no era un círculo más de su partido.

Y no eche la culpa a los medios de comunicación. Recuerden las horas de entrevistas y la permanente presencia en tertulias que el amado líder y usted se repartieron al alimón cuando todo les venía de cara. Entonces parecían ser buenos. Luego, ya sabemos. Entraron a formar parte de la vilipendiada casta –de la que nunca más les hemos oído hablar- y se dedicaron, entre otras cosas, a vender a las mujeres. Y se lo consintieron porque al otro lado del Gobierno necesitaban sus votos y quien no iba a poder conciliar el sueño terminó durmiendo a pierna suelta mientras se aprobaban leyes contra las mujeres. Ellos también recogerán su cosecha. Que no lo duden.

 

 

 

 

 

 

 

    

 

 

Imagen de Cristina Prieto

Madrileña afincada en Andalucía desde 1987, primero en Almería y posteriormente en Granada donde he desarrollado mi carrera profesional como periodista. Me licencié en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, cursé mi suficiencia investigadora en la Universidad de Granada dentro del programa Estudios de la Mujer y leí mi tesis doctoral en la Universidad de Málaga.