'El sonsonete del desgaste del Gobierno de España'
Sonsonete monocorde, latiguillo recurrente, frase hecha y aburrida, o, directamente, la única tabla de posible salvación a la que pueden aferrarse nuestras derechas políticas, convenientemente amplificado, cuando no directamente inventado, por sus dóciles voceros mediáticos, prestos al rescate. Desde luego, utilizar como principal o único argumento de campaña (municipal y autonómica, no lo olvidemos), el presunto, aunque, en cualquier caso, inevitable siempre, "desgaste" del Gobierno de España, le resulta más fácil a nuestras derechas que exponer o al menos esbozar un modelo de ciudad con el que acudir a esta cita electoral del 28 de Mayo.
En el caso de Granada, además, les sirve para intentar tapar el fiasco de la antes "super-consejera" Maria Francisca, y ahora lisa y llanamente "ex-consejera" huida o echada del poder sevillano, que ya ha acreditado sobradamente que es una candidata muy normalita, rodeada de un equipo de personas desconocidas en términos generales y sobre cuya experiencia en gestión y conocimiento de la realidad municipal y de la realidad cotidiana de la vida de la ciudad no se tienen noticias
En el caso de Granada, además, les sirve para intentar tapar el fiasco de la antes "super-consejera" Maria Francisca, y ahora lisa y llanamente "ex-consejera" huida o echada del poder sevillano, que ya ha acreditado sobradamente que es una candidata muy normalita, rodeada de un equipo de personas desconocidas en términos generales y sobre cuya experiencia en gestión y conocimiento de la realidad municipal y de la realidad cotidiana de la vida de la ciudad no se tienen noticias. Repito, el sonsonete monocorde le viene bien al PP granadino también para eludir dar explicaciones de las presuntas corruptelas o malas prácticas de sus principales dirigentes y candidatos, Maria Francisca y su ex-consejero en primer lugar.
Sea cual sea el tamaño del municipio o el asunto sobre el que se debate, los y las candidatas del PP repiten el latiguillo machacona y disciplinadamente, "esta es la primera vuelta de las Generales y hay que echar a Pedro Sanchez". "Su política y sus pactos deben terminar". Así una y otra vez. Como si no importaran los modelos de ciudad y de desarrollo de las mismas, cómo si dieran lo mismo las políticas sociales, culturales o urbanísticas en los municipios. Como si todo eso no estuviera en juego. Como si se creyeran que la ensoñación mediática o el sueño húmedo de las derechas (cada vez menos centradas), de que están cerca de la Moncloa, son las realidades que vive la calle y la gente normal.
Sin duda, no están en eso, ni las personas pensionistas, ni los empleados y empleadas públicos, ni las personas con dificultades, que ven cómo su día a día se hace cada vez más llevadero, gracias a la acción del Gobierno de España. Desde luego, no están en eso, ni los empresarios ni los trabajadores de este país, que algo bueno verán y vislumbrarán, cuando han conseguido firmar acuerdos de futuro sobre retribuciones y condiciones laborales. En el caso de los empresarios, pese a las brutales presiones políticas del PP, para no alcanzar acuerdos. ¡Qué enorme diferencia entre la realidad y lo que algunos nos quieren vender¡
Dos partidos con los que los únicos acuerdos alcanzados versan sobre las políticas sociales y económicas plasmadas en el programa de gobierno, sobre los Presupuestos generales que les dan cobertura y sobre su legislación de desarrollo
Ante las evidencias, acreditadas internacionalmente, de que el país funciona y funciona bien, el PP recurre al citado espantajo del desgaste, y como no encuentra datos ningunos que lo acrediten, el espantajo lo aliña de mentira, pura y dura. Los "pactos" de Pedro Sanchez, nada más y nada menos. Y en concreto, los pactos con Esquerra Republicana de Cataluña y con Bildu. Para empezar, dos partidos legales y legítimos, que representan a ciudadanos y ciudadanas españoles y españolas, por si alguien no se ha enterado. En segundo lugar, dos partidos con los que los únicos acuerdos alcanzados versan sobre las políticas sociales y económicas plasmadas en el programa de gobierno, sobre los Presupuestos generales que les dan cobertura y sobre su legislación de desarrollo.
Ninguna concesión a las reivindicaciones de otro tipo de ambas fuerzas políticas, por cierto, bastante debilitadas con la acción del Gobierno, sobre todo, si las comparamos con otros momentos recientes. La situación política en Cataluña transmite sosiego, relajación, diálogo, calma y distensión. Y un descenso considerable del porcentaje de población partidario de la independencia. Queda, eso sí, una cierta disputa por el relato político y por la supremacía entre las fuerzas independentistas, que incluso, a veces, alcanza, picos de cierta tensión. Nada comparable con el relato y el discurso político de hace apenas unos años, si se aprecia sin anteojeras la situación.
La situación política en Euskadi, del mismo modo, ofrece sosiego tras más de una década sin ETA, normalidad y diálogo político
La situación política en Euskadi, del mismo modo, ofrece sosiego tras más de una década sin ETA, normalidad y diálogo político. Queda, evidentemente, una parecida disputa por el relato de las fuerzas partidarias de la independencia, incluso en este caso, de las partidarias de mayor autonomía. Y queda, un rescoldo minoritario de radicales en pequeños núcleos rurales que, de manera inequívocamente indecente e inmoral, además de nada empática, pugnan por mantener viva el alma más "dura" de Bildu. Poniendo en aprietos, además, al Grupo Parlamentario a nivel nacional, profundamente alejado de esos postulados. Pero acreditando, al par, que es una disputa "de" y "entre" ese mundo, que nada tiene que ver con el devenir parlamentario de la política nacional.
Sobre mimbres tan endebles y finas cabalgan nuestras derechas, clamando contra el desgaste y los "pactos" del gobierno central. Para mí, prueba evidente de la desesperación y la falta de argumentación en la que se encuentran. Muestra clara de su profundo alejamiento de los verdaderos anhelos y necesidades de una sociedad que ha pasado página y que desea afrontar el futuro con optimismo.