Un nuevo ROM bien vale minimizar una Vicealcaldía
Creo que hay que dar por bien empleado el plante que los grupos municipales de la oposición, más Vox, dieron al Gobierno municipal el otro día, con motivo del inicio de las reuniones que van a tratar la redacción de un nuevo ROM (Reglamento de Organización Municipal) en nuestro Ayuntamiento. Ha quedado acreditado el rechazo a la creación y dotación de una Vicealcaldía, y ese es un buen mensaje a la ciudadanía y a la soberbia de PP y C’s a la hora de abordar este asunto. Pero a partir de ese plante, hay que ponerse en modo positivo, y construir una estrategia negociadora y propositiva.
Ha quedado acreditado el rechazo a la creación y dotación de una Vicealcaldía, y ese es un buen mensaje a la ciudadanía y a la soberbia de PP y C’s a la hora de abordar este asunto. Pero a partir de ese plante, hay que ponerse en modo positivo, y construir una estrategia negociadora y propositiva
Hay acuerdo generalizado sobre la necesidad de que el Ayuntamiento de Granada se dote de un nuevo ROM. Este es el instrumento que regula el funcionamiento de los órganos municipales, los derechos y obligaciones de nuestras concejalas y concejales, así como de los diferentes Grupos municipales y organiza, como su nombre indica, el estatus y el papel que Gobierno y oposición desempeñan en la vida del Ayuntamiento. Creo que existe coincidencia general en que la actual regulación obedece, además de al innegable "presidencialismo" de nuestra legislación de régimen local (que el ROM sólo podrá modular, nunca variar), al rodillo que el PP aplicó durante sus años de mayoría absoluta, lo que dio como resultado el actual ROM, restrictivo respecto a los derechos de la oposición y negador del carácter más o menos "parlamentario" del Pleno municipal. Además de norma encorsetadora de las relaciones gobierno-oposición.
Compartida por la gran mayoría del Pleno la necesidad de reformar el ROM, considero que por parte de los grupos que abandonaron la reunión (que suman 16 de las 27 concejalías), se deberían plantear unos mínimos negociadores que intentaran atraer a los grupos de gobierno. En el bien entendido que son gobierno hoy, pero pueden ser oposición mañana. Estos mínimos serían una clarificación de los derechos de la oposición, tanto en su trabajo diario como en la preparación y desarrollo del Pleno mensual, que es el escaparate donde la ciudadanía percibe la tarea municipal. Aspectos como el derecho a la información detallada, acceso a la documentación, participación en órganos y estructuras municipales y supramunicipales, dotación económica y funcional de los Grupos y capacidad descentralizadora de las decisiones municipales, pueden ser mejor y más democráticamente regulados en el ROM. Y por supuesto, eliminar las restricciones a la capacidad de la oposición de presentar, debatir y ejecutar propuestas en el Pleno, y dotar a las iniciativas que se aprueben en éste de carácter vinculante y ejecutivo, más allá de su evidente valor testimonial y político.
Estos mínimos serían una clarificación de los derechos de la oposición, tanto en su trabajo diario como en la preparación y desarrollo del Pleno mensual, que es el escaparate donde la ciudadanía percibe la tarea municipal
Me atrevo a sugerir, a modo de ejemplo, una posibilidad al respecto, y es que el nuevo ROM, en aras a que el Pleno municipal adquiera un mayor carácter parlamentario y representativo de la ciudadanía, distinga entre dos tipos de mociones. De un lado, mantenga las actuales, que precisan mayoría absoluta para su aprobación, y que resultan más declaraciones institucionales que propuestas ejecutivas. Y de otro, incorpore otro tipo de moción, que podría denominarse "Moción que origina expediente administrativo", que incluso puede precisar una mayoría más reforzada (o no), que sí sería de obligado cumplimiento para el gobierno municipal. Nos evitaríamos de este modo, además, el sainete que el gobierno municipal ha protagonizado recientemente al hilo de la renuncia o no al programa europeo "Granada en clave de empleo".
Cómo se puede apreciar, la modificación de nuestro ROM, abre importantes posibilidades políticas. Más aún, a la vista de la composición del Pleno municipal, y de lo que parecen tensas relaciones entre los propios miembros del Gobierno local. Como señalo en el título de esta reflexión, un nuevo ROM más participativo y abierto bien vale el esfuerzo de todos los Grupos políticos.
Quien se empeñe en su creación, por las razones que sean, se estará retratando de un modo u otro. Y quienes consideren, con razón, que su creación no aporta absolutamente nada a la vida municipal, tienen en sus manos un mecanismo infalible para desactivarla
Por ello, creo que se debe "desacralizar" la creación o no de la Vicealcaldía. Quien se empeñe en su creación, por las razones que sean, se estará retratando de un modo u otro. Y quienes consideren, con razón, que su creación no aporta absolutamente nada a la vida municipal, tienen en sus manos un mecanismo infalible para desactivarla, sin hacer más cuestiones de honor ni más plantes. Y es la incorporación, al final del debate, incluso el día anterior a su aprobación por Pleno, de una disposición adicional o transitoria, que impida la dotación económica y funcional de la misma, hasta que la economía o el presupuesto municipal alcance determinados niveles de equilibrio.
No aprecio razón ninguna para que esa propuesta no nazca, de partida, con los mismos 16 apoyos con que contó el plante del otro día. Es bien sencillo. En ese caso, y permitáseme la expresión, tanto dará que se llame Primera Tenencia de Alcaldía, Vicealcaldía o Albaricoque.
Insisto, es importante que una ciudad que cuenta con un Pleno municipal diverso, plural y sin mayorías absolutas, adecúe su funcionamiento y organización a esa realidad. No puede ni debe haber ninguna Vicealcaldía (minimizada o minimizable) por el camino que frustre ese loable empeño.