Nueve años y un mes
El Domingo 26 de Octubre de 2008, un periódico granadino, ya desaparecido, titulaba una noticia "Rueda dirigirá el PSOE local con el reto de ganar presencia en la calle", y subtitulaba "El alcalde Torres Hurtado tiene que empezar a preocuparse". Nueve años y un mes han transcurrido desde entonces, desde el momento en que un grupo de hombres y mujeres socialistas de la ciudad nos hacíamos cargo del Partido en la agrupación local.
Nueve años y un mes después de aquello, hay que reconocer que la situación ha cambiado. Seguramente no sólo debido a nuestra aportación, nunca nos guiamos por la autosatisfacción, pero la situación ha cambiado. Seguramente hemos ganado presencia en la calle y así se nos visualiza por la ciudadanía, aunque no toda la presencia que seria necesaria
Lo hacíamos tras una sana, noble y democrática pugna (como debe ser), en la que llegamos a estar 8 precandidaturas y. finalmente, 4 candidaturas en liza. Lo hacíamos cargados y cargadas de ilusión, de ganas y de propuestas políticas. Y lo hacíamos con la modestia y el orgullo de sabernos depositarios de la mejor tradición y el mejor legado de socialistas de Granada, también algunos y algunas de quienes aparecían en la imagen que acompañaba la citada noticia. No veníamos, pues, a inventar nada, pues todo estaba ya inventado, sino que veníamos a contribuir a una gran tarea histórica, a una cierta mejora y engrandecimiento del proyecto socialista en la ciudad, basándonos en la ética del trabajo y el esfuerzo, en la democracia y la participación como ejes esenciales y en la conformación de un programa político solidario, justo e igualitario para nuestra ciudad.
Nueve años y un mes después de aquello, hay que reconocer que la situación ha cambiado. Seguramente no sólo debido a nuestra aportación, nunca nos guiamos por la autosatisfacción, pero la situación ha cambiado. Seguramente hemos ganado presencia en la calle y así se nos visualiza por la ciudadanía, aunque no toda la presencia que seria necesaria. El reto era ganar presencia, pues resulta obvio que, entonces y también hoy, habíamos perdido parte de ella. Por defectos nuestros, cuyo reconocimiento siempre ha de servir para mejorar más, y también por méritos ajenos, pues lo cierto es que otros agentes sociales, políticos y ciudadanos tienen, y bien ganada, presencia en la calle. Compartir demandas ciudadanas, defender causas de la gente dentro de un proyecto global, escuchar y atender quejas, a veces muy duras, pero sin alterar el ánimo, y buscar alternativas y soluciones, a la movilidad, a los servicios públicos, al empleo, a la cultura, a los equipamientos de los diferentes barrios, etc. Y vehiculizar todo ello a la institución municipal como mejor cauce.
Por todo ello, y por mucho más, que no cabe en estas líneas, quiero mostrar, públicamente, mi enorme agradecimiento al conjunto de socialistas de Granada, pues ellas y ellos han sido protagonistas de este tiempo, que ya llega a su término, con sus momentos buenos y no tan buenos, con sus luces, que las ha habido, y algunas sombras
Institución municipal que en aquel momento estaba dirigida por quien, efectivamente, tenía que empezar a preocuparse y mucho. Por su nefasta y perjudicial gestión, por su política de amparar y beneficiar prácticas corruptas y opacas, por su sectarismo y permanente confrontación. Por todo ello y por el propósito inequívoco que nos guiaba de denunciar y perseguir tales prácticas, tenía que empezar a preocuparse. Llevó su tiempo, cierto es, pero hoy ya no es el alcalde, afortunadamente, de las granadinas y granadinos. Y no sólo eso, su fuerza política se encuentra deslegitimada para enarbolar, hoy, ninguna bandera de cambio ni de transformación de la ciudad. Eso nos corresponde, legítimamente, a los y las socialistas de la ciudad. Seguramente porque el camino que emprendimos no era equivocado. Seguramente porque aprovechamos todo lo bueno que nos dejaron nuestros predecesores, que fue mucho. Seguramente porque supimos, colectivamente, conjugar pasado, presente y futuro en un todo armónico que sabía de donde venía y sabía hacia donde quería avanzar.
Por todo ello, y por mucho más, que no cabe en estas líneas, quiero mostrar, públicamente, mi enorme agradecimiento al conjunto de socialistas de Granada, pues ellas y ellos han sido protagonistas de este tiempo, que ya llega a su término, con sus momentos buenos y no tan buenos, con sus luces, que las ha habido, y algunas sombras.
Han sido 9 años y 1 mes intensos y complejos en lo político, pero apasionantes también. Y en lo personal, el mejor periodo de mi larga vida en el PSOE que, por supuesto, sigue con más firmeza, más convicción y más fuerza que nunca.