'Nos hacemos pobres'

Blog - El ojo distraído - Jesús Toral - Viernes, 18 de Junio de 2021
P.V.M.

Parece que el único problema que ha generado la pandemia ha sido de salud, muy grave, pero el único, y no somos conscientes de que la principal consecuencia de todo este berenjenal es más social, cultural y sobre todo, económica. Esta semana nos hemos enterado del desahucio de una familia granadina compuesta por los padres y sus tres hijos menores de una vivienda social en Almanjáyar. La solución que ha encontrado el Ayuntamiento de la capital ha sido tratar de reubicarles en dos pisos distintos: uno para la madre y sus hijos y otro para el padre, al que le han propuesto alojarse en una viviendo solo para hombres. La familia ha rechazado la oferta porque prefiere seguir unida en la adversidad, algo que es comprensible teniendo en cuenta que probablemente atraviesen uno de los momentos más duros de su vida y por tanto necesitan el apoyo de sus más allegados, en este caso, cada uno de ellos para su pareja. Sucedía poco después de que conociéramos el suicidio de un barcelonés de 58 años que vivía solo y llevaba tres años en paro cuando iba a ser desahuciado.

Los datos colocan a España como el cuarto país con mayor población en riesgo de pobreza, nada menos que uno de cada cinco, es decir un 21%. Entre los jóvenes de 20 a 29 años, el problema todavía es más grave porque el 32% está en ese mismo riesgo, lo cual obliga a un 64% de ellos a convivir con sus padres

Los datos colocan a España como el cuarto país con mayor población en riesgo de pobreza, nada menos que uno de cada cinco, es decir un 21%. Entre los jóvenes de 20 a 29 años, el problema todavía es más grave porque el 32% está en ese mismo riesgo, lo cual obliga a un 64% de ellos a convivir con sus padres. Y aún falta por conocer cómo la pandemia está acentuando estas cifras e incidiendo en la escasez de alimentos para niños, en el aumento del paro y en la pérdida de renta familiar.

La crisis de 2010 no se había superado todavía cuando el dichoso virus empezó a dispersarse por el mundo y el calvario que nos espera quizás no lo sufra toda la población, pero sí es previsible que un importante grueso de ciudadanos terminen teniendo dificultades para disponer de lo imprescindible para poder vivir.

Debería ser noticia de portada diaria de todos los medios de comunicación del país para poner el foco en la tragedia. Mientras nos hablan de aumento de impuestos, de cobros en las autovías, de subidas de la luz, de más pagos y menos servicios, familias como la de estos granadinos que han sido desahuciados no encuentran una solución mejor que vivir de la caridad, viéndose abocados a encajar las críticas de quienes les consideran parásitos porque la misma sociedad les ha apartado con el fin de no concederles siquiera las migajas que reciben los demás.

Hay cientos de pequeños empresarios que se han quedado sin nada, después de destinar los ahorros de su vida a un sueño que se hace añicos, trabajadores en ERTE que pasarán a EREs antes de establecerse en el paro, incluso en la banca

Las mascarillas acabarán desapareciendo de nuestros rostros no porque sean útiles o inútiles, sino porque los ingleses y alemanes se plantean que un verano con ellas puestas no les compensa y esa factible reducción de turistas seguramente contribuirá a cambiar los planes y permitirnos a los españoles caminar sin ellas. La propagación de las vacunas se establece en función de la cantidad de ellas que entren en el país y si al principio era necesaria una dosis o dos, ya se habla de que será imprescindible una tercera para ciertas marcas dentro de unos meses. Me refiero a que en esta crisis se está cabalgando a golpe de conveniencia económica y, sin embargo, nos encontramos con que el país continúa asistiendo a un empobrecimiento generalizado sin que vislumbremos en el horizonte ninguna medida definitiva a ese respecto, ni tan siquiera un plan.

Hay cientos de pequeños empresarios que se han quedado sin nada, después de destinar los ahorros de su vida a un sueño que se hace añicos, trabajadores en ERTE que pasarán a EREs antes de establecerse en el paro, incluso en la banca.

Da la sensación de que vivimos un impasse de espera ante los acontecimientos que se tengan que producir en el futuro. Mientras se recompone esta sociedad maltrecha por los efectos de una maldita pandemia, uno tiene la percepción de que el dinero se está acumulando en menos manos que nunca y que la clase media está fragmentándose y cayendo en picado.

Mientras se recompone esta sociedad maltrecha por los efectos de una maldita pandemia, uno tiene la percepción de que el dinero se está acumulando en menos manos que nunca y que la clase media está fragmentándose y cayendo en picado

Creo en el ser humano y sé que acabaremos recomponiéndonos, reinventándonos, pero no será gracias a los apoyos externos de los gobiernos, tendremos que caminar en solitario, determinando nuestras cualidades y arriesgando nuestra integridad para encontrar un sendero alternativo que nos permita salir del embrollo en el que no sabemos quién o cómo nos ha metido.

Hasta que eso se materialice, van a pasar meses o incluso años de calamidades, de penurias económicas para una parte importante de la población y es necesario que el Estado de Bienestar empiece a reaccionar y priorice cubrir a los sectores más vulnerables, porque no existe justificación para asistir al bochornoso espectáculo de ver cómo una familia con tres hijos menores se queda en la calle y tampoco para contemplar cómo la solución que se le da es la separación. Es una situación que pone en evidencia el fracaso de las instituciones y que únicamente cuenta a su favor, afortunadamente, con las ONGs y asociaciones de voluntarios que son las que están tomando la iniciativa para minimizar las consecuencias de una tormenta de pobreza que se cierne sobre el país.

Imagen de Jesús Toral

Nací en Ordizia (Guipúzcoa) porque allí emigraron mis padres desde Andalucía y después de colaborar con periódicos, radios y agencias vascas, me marché a la aventura, a Madrid. Estuve vinculado a revistas de informática y economía antes de aceptar el reto de ser redactor de informativos de Telecinco Granada. Pasé por Tesis y La Odisea del voluntariado, en Canal 2 Andalucía, volví a la capital de la Alhambra para trabajar en Mira Televisión, antes de regresar a Canal Sur Televisión (Andalucía Directo, Tiene arreglo, La Mañana tiene arreglo y A Diario).