Granada Festival FusiÓN

¿Un mundo sin molestias?

Blog - Reflexiones del Por Venir - Chema Rueda - Sábado, 20 de Septiembre de 2025
Carlos Rojas y Luisa Chamorro, esta semana cuando criticaron las obras del Viaducto de Rules.
PP
Carlos Rojas y Luisa Chamorro, esta semana cuando criticaron las obras del Viaducto de Rules.

Estaría muy bien poder vivir sin molestias, que nuestra vida transcurriera plácida y no tuviéramos que soportar ninguna incomodidad, de ningún tipo. Por ejemplo, que el camión que recoge nuestros residuos (orgánicos, plásticos, de vidrio, etc.) no nos despertara en la madrugada. Que la ambulancia que viene a recoger a un vecino necesitado no usara sonido ninguno. Que el vehículo contra incendios que acude presto a una emergencia no causara ruido en ningún momento. Que un acontecimiento deportivo, cultural o religioso no supusiera ninguna limitación a la libre movilidad y permitiera, siempre y en todo momento el libre acceso o salida de nuestros domicilios. También estaría muy bien que fuéramos capaces de imaginar nuestra vida sin esas molestias, y las consecuencias que acarrearía la no existencia de las mismas. Seguramente aceptaríamos de mejor grado la existencia de molestias. Lo aquí dicho en absoluto obsta a que se busque la mejor regulación temporal y espacial para la prestación de todos los servicios (que se pueda) y la más equitativa utilización del espacio público. Pero creo que se entiende el sentido de mis palabras.

Convendría valorar las consecuencias de no acometer la citada obra. Teniendo en cuenta, además (y por si fuera poco) que la obra se acomete una vez pasada la temporada alta estival en nuestra Costa, en una época (insisto, como se ha explicado para cualquiera que atienda a las explicaciones sin anteojeras) en que coinciden los menos “puentes” festivos, y antes de la llegada del invierno

Y cómo creo que se entiende perfectamente lo que quiero decir, voy a centrarme en dos situaciones recientes, a la par que siempre recurrentes, que están produciendo debate público, sensato en la mayoría de los casos, pero que también está alcanzando niveles de inconsistencia, exageración, cuando no directamente, de ridiculez, digna de ser resaltada. La primera situación es la realización de obras a la altura del embalse de Rules, en nuestra provincia, que obviamente provoca un corte de tráfico en la Autovía A-44 a Motril y el desvío provisional de la circulación por la antigua carretera, con el natural y lógico retraso en el trayecto que ello provoca y los inevitables y coyunturales atascos que ello puede producir. Es decir, la realización de unas obras por motivos sobradamente conocidos y explicados de seguridad, provoca molestias, claro. Cualquier obra en una carretera que suponga desvíos de tráfico a otra carretera de menor capacidad, supone alguna molestia. Pero convendría valorar las consecuencias de no acometer la citada obra. Teniendo en cuenta, además (y por si fuera poco) que la obra se acomete una vez pasada la temporada alta estival en nuestra Costa, en una época (insisto, como se ha explicado para cualquiera que atienda a las explicaciones sin anteojeras) en que coinciden los menos “puentes” festivos, y antes de la llegada del invierno, que es bien sabido (para quien aplique el sentido común) una época que suele dificultar este tipo de obras, en realidad, cualquier tipo de obras. Unas obras que suponen algunas alteraciones bien delimitadas espacial y temporalmente, es decir, no van a ser eternas, sino acotadas.

Tan sonada reacción, que incluso han provocado la reaparición del diputado nacional del PP, señor Rojas, al parecer, condenado a un cierto ostracismo, ignoro si voluntario o forzoso, y también ignoro si por razones políticas o de otro tipo, para denunciar las molestias que provoca la obra. Imagino que también denunciaría las molestias ocasionadas por no acometerla

Y que, sin embargo, para general sorpresa están provocando sonadas reacciones en algunos dirigentes del Partido Popular, que, por supuesto, no plantean alternativa ninguna, porque, obviamente, ésta sólo podría ser, la no realización de las obras de seguridad. Tan sonada reacción, que incluso han provocado la reaparición del diputado nacional del PP, señor Rojas, al parecer, condenado a un cierto ostracismo, ignoro si voluntario o forzoso, y también ignoro si por razones políticas o de otro tipo, para denunciar las molestias que provoca la obra. Imagino que también denunciaría las molestias ocasionadas por no acometerla. O sea, como decía aquel famoso estribillo “me matan si no trabajo, y si trabajo me matan. Siempre me matan, me matan, siempre me matan”. Es decir, una inconsistencia, insensatez e incongruencia, además bastante ridícula.

La segunda situación, ésta con más alcance político en mi opinión, hace referencia a las manifestaciones que se han producido en la recientemente finalizada edición de la Vuelta Ciclista a España, que incluso han provocado la suspensión del final de la última etapa en Madrid. Manifestaciones que han provocado molestias al público ciclista en general y a los propios corredores. Ciertamente en un nivel más que aceptable y soportable, si nos atenemos a las declaraciones públicas del ganador de la Vuelta, el danés Vingegaard, a quien no se le conocen inclinaciones bolivarianas o bilduetarras, que no sólo ha recalcado la justicia y necesidad de dichas manifestaciones, sino que ha agradecido el trabajo de la organización y de las fuerzas de Seguridad para garantizar, en todo momento, la seguridad de los ciclistas.

De nuevo, las reacciones hiperbólicas de las derechas políticas y mediáticas han sobrepasado cualquier nivel normal de inconsistencia y exagerada ridiculez, dada la enorme gravedad de los hechos denunciados por las personas que se han manifestado, desde luego merecedores de provocar algunas molestias y que, sin la menor duda, empequeñecen éstas a niveles casi anecdóticos

De nuevo, las reacciones hiperbólicas de las derechas políticas y mediáticas han sobrepasado cualquier nivel normal de inconsistencia y exagerada ridiculez, dada la enorme gravedad de los hechos denunciados por las personas que se han manifestado, desde luego merecedores de provocar algunas molestias y que, sin la menor duda, empequeñecen éstas a niveles casi anecdóticos. Pero ya sabemos de lo que se trata. En este caso y en cualquier caso. De atizar a ya sabemos quién, con la excusa que sea, aunque ésta aparezca como algo muy residual ante el hecho que ocasiona las molestias. Este es un debate que provocará aún muchas reacciones y que sin duda merecerá más comentarios. Pero en estas reflexiones, sólo citaré una cosa más. Si el derecho de manifestación, y el de huelga, no hubieran supuesto o supusieran molestias (grandes, medianas y pequeñas) para una parte de la población, es más que posible que muchas y muchos de quienes hoy se rasgan, ridículamente, las vestiduras, aún vivieran en condiciones de semiesclavitud, trabajaran jornadas de 12 o 14 horas o carecieran de derechos que hoy nos parecen naturales y evidentes. Así que mucho cuidado con errar en la dimensión que le damos a las molestias y a su existencia.

 

Imagen de Chema Rueda

Nacido en Guadix (Granada) en 1963, por tanto de la generación de "A hard days night" y "Satisfaction". Licenciado en Derecho por la Universidad de Granada y funcionario de Administración Local, grupo A, trabaja en el Edificio de Los Mondragones. Fue concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Granada (desde 2003 y hasta junio de 2015. Ha sido Secretario General del PSOE de la ciudad de Granada entre 2008 y 2017 y Miembro del Comité Federal del PSOE desde 2017 a 2021. Actualmente es miembro del Comité Director del PSOE-A. Me apasiona escribir (lo que pienso), debatir y participar en la vida pública, desde todos los ángulos posibles. Me duelen bastantes cosas de la vida y de la política actual, y no pienso dejar de intentar arreglarlas. Me apasiona la vida, la amistad, la Alpujarra y el Atlético de Madrid.