Esquía en primavera en Sierra Nevada.

'MIKE se escribe todo en mayúsculas'

Blog - Un blog para melómanos - Jesús Martínez Sevilla - Miércoles, 30 de Abril de 2025
MIKE – 'Showbiz!'
Portada de 'Showbiz!', de MIKE.
Discos Marcapasos.
Portada de 'Showbiz!', de MIKE.

En el actual contexto de redefinición y replanteamiento del futuro del hip hop después del beef del siglo, una de las vías hacia el futuro más consolidadas y alineada claramente con el purismo clasicista de Kendrick es el abstract hip hop, del que ya he hablado en múltiples ocasiones. Este estilo, caracterizado por las rimas técnicamente abigarradas y extremadamente personales, así como por los beats oscuros, densos y extrañamente psicodélicos, tiene una marcada vocación underground, pero ha encontrado un nicho comercial importante en la última década y media. El trayecto que va desde que el pionero Roc Marciano lanzase su ya mítico Marcberg (2010) hasta que el año pasado la muerte de Ka semanas después de lanzar The Thief Next to Jesus dejase conmocionados a todos los grandes del rap alternativo es largo y está lleno de hitos. Creo, no obstante, que muchas personas estarán de acuerdo en lo esencial que fue para la consolidación comercial de este movimiento el lanzamiento de Some Rap Songs (2018), la obra maestra de Earl Sweatshirt. Fue en ese disco donde por primera vez oí hablar de MIKE.

Lo primero que me llamó la atención fue lo buen productor que es. Su capacidad para convertir samples de soul clásico y jazz en bases complejas y detalladas me encandiló desde la primera escucha

Concretamente fue en aquel single trascendental, “Nowhere2go”, donde Earl dejaba un shoutout para unos cuantos raperos emergentes en esta ola a la que él se estaba sumando. Desde entonces, había tenido al neoyorquino presente, si bien vagamente, en la periferia de mi conciencia: como sucede con otros raperos de esta línea, su tenaz y constante ritmo de publicación se me hacía algo exigente, y no ayudaba el hecho de que sus apariciones en discos de otros artistas no me terminasen de enganchar. Sin embargo, la recepción de su último LP, Showbiz!, lanzado a finales de enero de este año, había sido tan positiva que hace unas semanas me decidí a darle una oportunidad en serio. Me quedé prendado de inmediato: pude constatar que MIKE suena muchísimo mejor sobre sus propios beats que cuando aparece en trabajos ajenos. Y es que, por un lado, lo primero que me llamó la atención fue lo buen productor que es. Su capacidad para convertir samples de soul clásico y jazz en bases complejas y detalladas me encandiló desde la primera escucha.

La capacidad que demuestra MIKE para encontrar el flow perfecto para cada beat que construye es otra clave de su arte, de la que me di cuenta con las escuchas repetidas

Pero es que además, siendo como es un MC tan barroco y preciosista (hay que decir que su ídolo es el difunto MF DOOM, de quien también tomó la idea de escribir su nombre artístico todo en mayúsculas), la capacidad que demuestra MIKE para encontrar el flow perfecto para cada beat que construye es otra clave de su arte, de la que me di cuenta con las escuchas repetidas. Su uso de esquemas de rimas multisilábicas complejas le sirve para crear una cadencia hipnótica con su voz, que te seduce incluso cuando no entiendes todas las palabras (tiende a rapear farfullando) o todas las referencias que hace (como buen aprendiz de DOOM, tiene una fuerte tendencia a lo esotérico y el doble o triple sentido). A esto se le suma el hecho que el disco se compone de nada menos que veinticuatro cortes de entre uno y tres minutos, sin apenas estribillos: todo puro rap directo al grano. Gracias a una secuenciación de lo más efectiva, la combinación de todos estos elementos se traduce en que, desde el momento en que le das al play, resulta sencillísimo dejarse llevar por la vibra en la que te introduce el álbum.

La capacidad que demuestra MIKE para encontrar el flow perfecto para cada beat que construye es otra clave de su arte, de la que me di cuenta con las escuchas repetidas

En particular, el inicio del LP es impresionante. Las seis primeras canciones son un viaje lleno de requiebros por diferentes tonos emocionales, desde el jazz elegante y tierno de “Bear Trap” al más agresivo y afilado de “Artist of the Century”, pasando por el soul sensual de “Watered Down” o el ritmo más funky y animado de “Then we could be free..”. En especial, las texturas de “Clown of the Class” son totalmente absorbentes: el bajo tan rotundo, la guitarra tan etérea, la batería tan sucia y finalmente ese órgano delicioso que remata cada ciclo del loop, todo está perfectamente calibrado para generarte un agradable cosquilleo. ¡Y la canción apenas dura un minuto y quince segundos! Y qué decir de “man in the mirror”, donde más evidente e impresionante es esa estructura de rima multisilábica que mencionaba antes: MIKE consigue que rimen “flirt with her”, “blurred mirror”, “words clearer”, “hurt bearer”, “birds nearer, “lurk era” y otra decena de terminaciones para sus versos que, en apariencia, no deberían rimar, con una constancia en su flow que parece imposible incluso mientras lo estás escuchando. No queda más remedio que quitarse el sombrero ante tal despliegue de técnica.

La recta final es también muy sólida, aunque hay un cambio de tono: abundan más los instrumentales relajados y como desenfocados, que nos acompañan en un lento descenso hasta el extraño aterrizaje de “Diamond Dancing (Broke)”

Es cierto, no obstante, que justo después de ese fulgurante inicio hay un pequeño bache. “What U Bouta Do?/A Star was Born” y, sobre todo, “Belly 1” presentan el reverso oscuro de esa constancia en el flow: en estas canciones más apagadas, la reiteración de sus cadencias se hace repetitiva hasta resultar algo aburrida. Tampoco termina de convencerme “The Weight (2k20)”, donde su voz es demasiado monótona y carente de emoción a pesar de hablar de temas difíciles y de que la base es especialmente enérgica, con un furioso saxofón y un piano desafinado que parecen estar colapsando. Eso sí, inmediatamente después de este bajón, el álbum retoma su altísimo nivel. Canciones como “You're the Only One Watching”, “Lucky”, “Pieces of a Dream” o “Strange Feeling” apuntalan esta parte intermedia del álbum, con algunos de los beats más icónicos y adictivos del tracklist. La recta final es también muy sólida, aunque hay un cambio de tono: abundan más los instrumentales relajados y como desenfocados, que nos acompañan en un lento descenso hasta el extraño aterrizaje de “Diamond Dancing (Broke)”, donde unos sintes saturados y los efectos en las voces le dan a todo un toque surrealista y casi alienígena. Un final anticlimático que, con todo, le va como un guante a este peculiar álbum.

La recta final es también muy sólida, aunque hay un cambio de tono: abundan más los instrumentales relajados y como desenfocados, que nos acompañan en un lento descenso hasta el extraño aterrizaje de “Diamond Dancing (Broke)”

Ahora bien, aún no he dicho nada sobre las letras. Esta ha sido la última capa de disfrute a la que he llegado con MIKE, dado que, como decía, juega a menudo a arrastrar las palabras. Afortunadamente, existe Genius. Aunque aún no he podido desentrañar todas las capas de significado de sus versos (esta es parte de la gracia con este tipo de raperos), el neoyorquino parece estar abordando aquí los aspectos más ásperos de la industria; de ahí el título del LP. Son múltiples las referencias, por un lado, a la determinación que se requiere para tener éxito, al hambre que él mismo exhibe con su constante producción discográfica; pero también a las envidias que ese éxito despierta, a la pérdida de amigos y de aliados que ha acompañado a su ascenso. Junto a ello, el aire fúnebre y algo mórbido que planea sobre algunos puntos del tracklist se debe también al luto que aún está atravesando por la muerte de su madre hace unos años, y su fijación lírica con el uso de drogas es, según él mismo reconoce, un mecanismo de defensa frente a esos pensamientos oscuros, como también sucede con Earl y otros tantos MCs de esta escena.

MIKE se ha convertido de inmediato en uno de los raperos que más me interesan en la actualidad

En fin, que MIKE se ha convertido de inmediato en uno de los raperos que más me interesan en la actualidad. El abstract sigue dando alegrías a quienes esperan del hip hop letras enigmáticas y sonidos extraños antes que estribillos pegadizos o instrumentales bailables (aunque, que quede claro, a mí me gustan ambas cosas). No solo eso, sino que las va a seguir dando en breve: para los primeros días de mayo, el propio MIKE ha anunciado un nuevo proyecto, la segunda parte de su LP colaborativo con Tony Seltzer, Pinball (2024); mientras que el gran billy woods va a volver también dos años después de su último y aclamadísimo disco en solitario, Maps (2023). El legado de DOOM está más vivo que nunca.

 

Imagen de Jesús Martínez Sevilla

(Osuna, 1992) Ursaonense de nacimiento, granaíno de toda la vida. Doctor por la Universidad de Granada, estudia la salud mental desde perspectivas despatologizadoras y transformadoras. Aficionado a la música desde la adolescencia, siempre está investigando nuevos grupos y sonidos. Contacto: jesus.martinez.sevilla@gmail.com