Historia de una papeleta electoral
Verán, esta no es una columna normal. Esta es una columna que escribo para pedir ayuda. Les pongo en antecedentes y les explico con detalle. En mi casa, creo que como en casi todas, la mayoría de los sobres con papeletas y propaganda electoral que echan al buzón van directamente a la basura. Pero hay veces en que aprovecho algunos de esos sobres para guardar documentos extraviados o fotografías que andan desperdigadas por la vivienda. A mí no me hacen faltan ese sobres porque cuando llego a votar siempre cojo los que hay en los colegios electorales. Mi mujer, sin embargo, le gusta llevar siempre desde casa el sobre con la papeleta para depositarlo en la urna. Yo creo que lo hace por llevarme la contraria.
Bueno, el caso es que hace un par de semanas fui a recoger los resultados de unos análisis que me había hecho. Al llegar a mi casa los metí en un sobre electoral que cogí del buzón en la época de la campaña y que puse en el primer cajón del aparador de salón. Y allí quedó. Hasta hace un par de días en que fui a cogerlo y comprobé que no estaba. Le pregunté a mi mujer por si ella lo había cogido y cambiado de sitio. “¿El sobre que había en el cajón?”, preguntó con ese tono que utilizan las mujeres para anunciar una catástrofe. Yo temía que me dijera que el sobre había acabado en la basura. Pero no, fue peor. Me dijo que creyó que era uno que ella había preparado con la papeleta del partido que le gusta y que lo había depositado en la urna cuando fue a votar el día 26. ¿Por qué no miraste antes?, le reproché yo. ¿Y tú por qué metes los análisis en un sobre electoral?, me reprochó ella. Salimos empatados a reproches. Así que, por favor, este mensaje va para los que hicieron el recuento de votos en el Colegio Sierra Nevada, que es adonde votó mi mujer. Han pasado casi diez días de las elecciones y no pierdo la esperanza de recuperar ese sobre con los análisis. Si alguien me puede dar alguna pista de donde pueden estar, por favor, contacte conmigo. Son unos análisis muy importantes para mí. En ellos se constatan que me ha subido inesperadamente el PPotasio, me ha bajado estrepitosamente la Urea-Podemos y el PSOE, perdón, el PSA, el indicativo del cáncer de próstata, me lo tienen que revisar porque los analistas han visto algo sospechoso que tienen que estudiar detenidamente. Otra cosa que no anda bien en mi organismo es la tensión ciudadana, pero eso es normal en estos tiempos. Asustao me tienen todos.