Nuestra ciudad vive momentos de ilusión, optimismo y ha retomado la confianza en sus potencialidades. A Granada le va bien cuando deja el quejío y el lamento y su ensimismamiento y apuesta por ser una ciudad abierta, emprendedora, cosmopolita.  Desde hace años Granada no tenía mejores perspectivas, no tenía un proyecto de ciudad apasionante como la Granada de la Innovación, Sostenible y Habitable en la que nos ha embarcado Paco Cuenca y su equipo. Una ciudad que, defendiendo sin complejos sus tradiciones y su identidad cultural, se proyecta como ciudad del conocimiento, de la inteligencia artificial, “avanzando por la senda de la transición ecológica de abajo a arriba, sin que nadie quede atrás”, como reza en el prólogo del Programa del candidato socialista a la alcaldía de la capital.

Votaré a Paco Cuenca como compañero, con admiración por su incansable trabajo y su fuerza y entrega. Inagotable, en ningún momento ha sucumbido al desaliento y ha supuesto un gran ejemplo para otras muchas personas

Votaré a Paco Cuenca como compañero, con admiración por su incansable trabajo y su fuerza y entrega. Inagotable, en ningún momento ha sucumbido al desaliento y ha supuesto un gran ejemplo para otras muchas personas. Ha sudado la camiseta defendiendo a Granada (y a las camisetas del Granada CF que este sábado retornará a Primera y la del Fundación CB Granada que ayer consiguió la permanencia en la ACB).

Votaré a Paco Cuenca como amigo, orgulloso de su buen hacer, de su cercanía, de su disponibilidad y su accesibilidad. Siempre ha estado escuchando mis ideas y pidiendo mi opinión para asuntos en los que ha considerado que mi experiencia y conocimiento podían ser útiles para Granada. Diré medio en broma que incluso en algún caso me ha hecho caso.

Votaré a Paco Cuenca como chanero agradecido porque haya cumplido sus compromisos con el barrio de hace cuatro años, en apenas dos, con actuaciones singulares como la de la Plaza la Unidad, a unos metros de donde nací y me crié, o la de la antigua carretera de Málaga, a unos cuantos metros de la casa de mi madre; desgraciadamente ella no ha podido ver culminadas estas obras y no estará este año diciéndome “¿me vas a llevar tú a votar a Paquillo?”.

Pero sobre todo lo votaré como granadino por la gestión realizada como alcalde en estos 18 meses, que entronca con el trabajo en su etapa anterior, en la que en circunstancias muy difíciles tuvo que rescatar el ayuntamiento de la quiebra económica y de la pérdida de crédito y confianza tras la salida del anterior alcalde entre cartones escoltado por la Policía Nacional,

Pero sobre todo lo votaré como granadino por la gestión realizada como alcalde en estos 18 meses, que entronca con el trabajo en su etapa anterior, en la que en circunstancias muy difíciles tuvo que rescatar el ayuntamiento de la quiebra económica y de la pérdida de crédito y confianza tras la salida del anterior alcalde entre cartones escoltado por la Policía Nacional, a causa de la corrupción urbanística.

Granada necesita un alcalde, como ha demostrado el actual, que esté pendiente de las cosas pequeñas, de los detalles de cada barrio, de lo que antes se llamaba ‘micropolítica’ aunque a mí me parece que es política municipal ‘a lo grande’, pero que a la vez tenga luces largas, que no esté pendiente sólo de las siguientes elecciones sino que proyecte la gestión del gobierno municipal teniendo en cuenta las próximas generaciones; y en esto Paco Cuenca está recogiendo los frutos que sembró hace años cuando llegó al ayuntamiento y a la vez ha puesto nuevas semillas que, con cuidado y mimo, harán de Granada la capital real de la inteligencia artificial (con AESIA o sin AESIA), y reforzará su capitalidad cultural y de gran ciudad universitaria en 2031.

Una de las cosas que más aplaudo del alcalde es que ha sabido, con lo difícil que es en estos tiempos de confrontación y crispación en lo que tanto se empeñan algun@s, pelear y negociar por Granada, articular consensos sobre lo esencial y fundamental y soportar, a veces con estoicismo, los envites que, desde distintas instancias, intentaban moverlo de su planteamiento de que Granada es lo Primero. Y haberlos los ha habido y resistirlos los ha resistido. Y Granada ha ganado con esta resistencia y resiliencia del alcalde a abandonar este ‘principio máximo’ inspirador de su gestión.

No me gustaría que de nuevo este trabajo que ha hecho que el mundo mire a Granada, quedara deslucido con un nuevo parón como el que hemos sufrido en la primera parte de este mandato con el pacto de los trapos sucios y el lío del 2+2 que tuvo sus responsables principales en el Partido Popular

No me gustaría que de nuevo este trabajo que ha hecho que el mundo mire a Granada, quedara deslucido con un nuevo parón como el que hemos sufrido en la primera parte de este mandato con el pacto de los trapos sucios y el lío del 2+2 que tuvo sus responsables principales en el Partido Popular, aunque ahora quieran disimular silbando como si no tuvieran nada que ver. El número dos que acompaña a la candidata Carazo fue uno de los manijeros de aquel vergonzoso trueque o cambalache. Granada no se merece que, como Penélope, volvamos de nuevo a destejer, por tercera vez, lo construido.

Granada necesita y merece un gobierno estable, fuerte, que continúe andando el camino emprendido, que no se entretenga barajando, sino que se ponga a repartir las cartas el mismo lunes y se ponga a desarrollar la interesante Agenda de Gobierno que tiene la ciudad para las próximas semanas, y meses, y años, con el desfile de las Fuerzas Armadas la semana que viene, las cumbres internacionales que acogerá Granada en octubre o los premios Goya en 2025, por poner tres ejemplos ilustrativos. Granada no se merece ni puede permitirse el lujo de parar la carrerilla iniciada, de darle al reset, ni mucho menos de dar marcha atrás.

Y Paco Cuenca se ha ganado, se merece la confianza de una amplia mayoría de granadinos y granadinas para desarrollar ese proyecto y poder pisar con fuerza en esa andadura. Porque con él Granada está avanzando y además lo hace con ‘justicia urbana’ con equilibrio territorial y sensibilidad social.

El domingo, a votar, a votar y a votar, por Granada, por lo que más queráis. Yo votaré por mí, por mi hijo pequeño y por mis nietos, por GRANADA, lo primero.