'Un estandarte no adscrito'
Ha querido el protocolo, las normas del ceremonial y los lodos del 2+2, que el estandarte real caminara por la ciudad y se presentara en el altar de la Capilla Real en la que reposan los restos de los Reyes Católicos, para conmemorar los cinco siglos de su traslado a la real cripta, en los hombros de dos concejales no adscritos.
No hubo renuncia al turno, como sí ocurre en algunos plenos al pedir posición sobre los asuntos municipales que se debaten, ni apatía. En semejante celebración, que todo hay que decirlo, habría pasado inadvertida si Gabriel Pozo Felguera no hubiera escrito varios reportajes en El Independiente de Granada avisando de la efemérides, oiga, es necesario darlo todo.
Lucía Garrido, antes en Ciudadanos, donde la presentaron como el gran fichaje vinculado al flamenco granadino; y Sebastián Pérez, vinculado a la política de la Plaza del Carmen desde sus años mozos, y ya hace unos cuantos, tuvieron el regio honor. La primera, portando el estandarte desde la Alhambra. El segundo, tremolándolo ante el altar. Y también hay que decirlo, la genuflexión la clavó.
¿Cómo iba Sebastián Pérez a pasar turno ante semejante circunstancia? La ocasión merecía de etiqueta y todos los honores y atributos de concejal -raso-. ¡Qué diferente habría sido llevar el collar de regidor y tener el honor, como ha hecho Cuenca en otros ceremoniales, de entregar la espada de Fernando -o su réplica-! Porque Granada, según el relato de la historia al que se había abonado Sebastián Pérez en sus largos años en el PP y suele repetir para defender su visión de la unidad de España, fue el origen del Estado español, un 2 de enero de 1492.