Ya saqué punta en alguna columna anterior sobre la intención de varias fuerzas políticas en hacernos confundir el objeto y el objetivo de la próxima cita electoral, planteándolo como unas primarias de las elecciones generales de final de año. El arranque de la campaña electoral el pasado viernes no ha hecho sino confirmar este propósito.

No seré yo el que rehuya el debate sobre la diferencia entre la gestión de un gobierno progresista de las sucesivas crisis que estamos viviendo en los últimos años y qué habría ocurrido con un liderazgo débil y aislado en la esfera internacional, tanto si nos hubiera tocado afrontarlas con el indeciso Rajoy, con el insolvente Fra-Casado o con el bluf que está resultando Feijóo, que sucedió al anterior con una fabricada imagen de moderación y capacidad y que ni contando con el descarado y potente aliento de los ‘poderes ocultos’, es capaz de consolidar su liderazgo, siquiera entre los suyos.

Es jodido que como votantes de cualquier pueblo o ciudad de España nos pidan que en las próximas elecciones del 28 de mayo, en lugar de decidir quién queremos que sea nuestro alcalde o alcaldesa, votemos ‘en clave nacional’ y que “no cojamos la papeleta que representa a Pedro Sánchez”

Es jodido que como votantes de cualquier pueblo o ciudad de España nos pidan que en las próximas elecciones del 28 de mayo, en lugar de decidir quién queremos que sea nuestro alcalde o alcaldesa, votemos ‘en clave nacional’ y que “no cojamos la papeleta que representa a Pedro Sánchez”. Pero para los granadinos es especialmente insultante que los que ‘en clave nacional’ vendieron a Granada hace cuatro años, quieran ahora sustraernos el debate de quien ha hecho qué en estos cuatro últimos años.  Para ser exactos hay que decir que más que vender lo que hicieron fue un cambalache con Murcia y Málaga, aunque el acuerdo se hizo en las sedes nacionales del PP y Ciudadanos.

En esa misma clave nacional nos tuvieron dos años entretenidos en sus líos y repartos de cargos, dos años perdidos, aunque gracias a la astucia y tenacidad del alcalde y a la competencia de su equipo, en apenas dieciocho meses, se ha conseguido, no sólo dar la vuelta a la pérdida de crédito y confianza, sino que con Cuenca el mundo mire a Granada, siguiendo la ocurrente expresión de la empresa de comunicación granadina que nos ha dado publicidad en toda España.

Los que nos piden que votemos ‘en clave nacional’ mezclando el debate del terrorismo, (que ya desapareció afortunadamente), o de los independentistas catalanes, (cuando hay menos ansias secesionistas que con el gobierno de MpuntoRajoy), con la movilidad, los parques y jardines o el modelo urbanístico, son los mismos que abandonaron sus puestos a mitad de este mandato en el acto de mayor irresponsabilidad de los miembros de un gobierno municipal que se haya conocido. Y lo hicieron siguiendo órdenes y directrices de sus jefes de filas nacionales que entonces estaban en la estrategia de ir merendándose lo que iba quedando de Ciudadanos con algunos troyanos naranjas ya en sus filas.

Los que nos piden que votemos ‘en clave nacional’ lo hacen bajo las mismas siglas de los que nos pusieron hace unos cuantos años en el mapa de la corrupción nacional 

Los que nos piden que votemos ‘en clave nacional’ lo hacen bajo las mismas siglas de los que nos pusieron hace unos cuantos años en el mapa de la corrupción nacional y nos ‘regalaron’ la negativa y vergonzosa imagen de un alcalde escoltado por la policía entre cartones.

En la capital granadina es también jodido que vengan el líder regional y nacional supuestamente a apoyar a su candidata, como si no tuvieran nada que ver en lo que ha pasado en el PP en estos últimos años y sin pedir perdón por el daño que han infligido a la ciudad; y en lugar de confiarse a su liderazgo y capacidad y a sus propuestas lo hagan custodiando y tutorizándola con lo que mi impresión es que muestran su debilidad. Al menos esta vez Feijóo no ha venido a decir que para puestas de sol la de Finisterre aunque tampoco se ha mojado para decir que, entre tanta derogación como anuncia de leyes de contenido social, quitará la AESIA a La Coruña.

Yo espero que en cada rincón de España, desde un pequeño pueblo a una gran ciudad, lo justo y necesario es que la gente ‘lo primero’ que debe hacer es analizar la gestión realizada en estos cuatro años por el gobierno municipal correspondiente y las candidaturas y propuestas para los siguientes y cualquier intento de desviar el tiro hacia otros blancos debe quedar relegado.

Quizás en Granada todo este ataque furibundo al presidente del gobierno, aparte del odio y envidia sembrado desde el minuto uno de su toma de posesión, sea una cortina de humo para intentar ocultar que el PP es el partido de la corrupción urbanística, el de los trapos sucios y el del 2+2 que ha dejado en dos ocasiones en los dos últimos mandatos a la ciudad a los pies de los caballos y ha tenido que ser rescatada en sendas ocasiones por un alcalde que, en circunstancias muy difíciles, ha sabido sobreponerse a las adversidades y recuperar la ilusión y confianza en torno a un renovado proyecto de ciudad basado en la ciencia y el conocimiento que ya está dando sus frutos.

Hasta ahora su campaña se ha caracterizado por proponer cosas que ya se están haciendo como el cinturón verde y otras ocurrencias varias  entre las que destacan la petición de realización de estudios y decir que se analizará tal o cual asunto. De lo visto parece más una regular ‘opositora’ (de las que empiezan a preparar oposiciones), que se está mereciendo un puesto de opositora (de las de estar en la oposición)

La candidata del PP, vino enviada desde el gobierno andaluz cuando saltaron las irregularidades en los contratos de emergencia de su departamento, y aún no ha dado explicaciones del denominado #CasoCarazo, y se ha traído arrastrado a su candidatura al principal responsable. Hasta ahora su campaña, arrancada con gran despliegue de medios, se ha caracterizado por proponer cosas que ya se están haciendo como el cinturón verde y otras  ocurrencias varias  entre las que destacan la petición de realización de estudios y decir que se analizará tal o cual asunto. De lo visto parece más una regular ‘opositora’ (de las que empiezan a preparar oposiciones), que se está mereciendo un puesto de opositora (de las de estar en la oposición).  Peor ha sido cuando ha entrado en faena y ha propuesto cargarse la Vega o abrir en canal el centro de la ciudad para meter el Metro cuando es donde menos problema hay de movilidad y cuya solución en todo caso no debe aplazarse tanto como supondría esta infraestructura sino buscar fórmulas más rápidas y flexibles para mejorar la calidad del aire de la capital.

Cuando escucho a María La Anunciadora o leo sus propuestas, por más edulcorantes con las que vengan aliñadas, entiendo que aquí en Granada de manera muy especial, la estrategia nacional del Partido Popular de sustraer el debate de las elecciones MU-NI-CI-PA-LES tiene un especial significado y tal vez pretenda que sea una capa que todo lo tapa, incluidas las carencias de su apuesta para intentar que los granadinos olvidemos lo pasado en estos últimos años. Pero la fulminación de todos los concejales y concejalas del PP actuales, (algunos esperan callados sin protestar su recolocación), es un certificado reconocido del  suspenso colectivo en su labor.

Por mi parte yo seguiré centrado en centrar el debate en  que ‘Granada es lo primero’ como mejor manera de combatir el intento de hurto del necesario y oportuno debate local que es de lo que se trata ahora, al menos de manera principal.