'La democracia es un proyecto político'
Evidentemente no sola, sino acompañada de otras propuestas, la democracia en sí, la práctica democrática, es un proyecto político. El debate, la participación, el diálogo y la resolución individual y secreta de las divergencias entre propuestas o entre personas, son en sí mismos, ingredientes fundamentales que conforman un proyecto político. Estoy firmemente convencido de ello.
Afortunadamente ya son historia los tiempos en que costaba trabajo reivindicar la democracia en el PSOE. No a nivel formal, pero sí a nivel de práctica esencial interna. Por suerte, este asunto de la democracia ya no es patrimonio exclusivo de “valientes” o “locos”, según terminología al uso
No es pues, una mera cuestión formal, ni mucho menos, como dijo un alto dirigente socialista a finales del siglo pasado, un “asunto reglamentario menor”. Pretender reducir la democracia a eso, sinceramente es poco democrático. Es parte esencial del proyecto político socialista, al igual que la igualdad, la libertad y la solidaridad. Y con el mismo afán y el mismo orgullo con que se defienden, se reivindican y se ejercen la libertad, la igualdad y la solidaridad, se ha de hacer con la democracia. Para preservar la vigencia del proyecto.
Afortunadamente ya son historia los tiempos en que costaba trabajo reivindicar la democracia en el PSOE. No a nivel formal, pero sí a nivel de práctica esencial interna. Por suerte, este asunto de la democracia ya no es patrimonio exclusivo de “valientes” o “locos”, según terminología al uso. Ya no hay que soportar (naturalmente con una sonrisa) que a nadie lo llamen “asambleario” por reclamar la práctica democrática transparente dentro del PSOE. Siempre formó parte del ADN del proyecto socialista. Unas veces tuvo mayor reflejo en las normas internas, otras veces tuvo menos. Incluso cuando lo tuvo, se aplicaron excepciones que acababan siendo la regla.
Que la democracia es parte esencial de nuestro proyecto. Y que la militancia hace muy bien en ejercerla plenamente, libremente y responsablemente. Porque es nuestra
El 35 Congreso ya estableció la normativa democrática, aunque el posterior desarrollo reglamentario la diluyó bastante. Pero el 39 Congreso Federal, célebre por tantas cosas, volvió a consagrar en sus Resoluciones, Estatutos y Reglamentos que las prácticas democráticas están en el frontispicio de nuestros valores y principios. Que la democracia es parte esencial de nuestro proyecto. Y que la militancia hace muy bien en ejercerla plenamente, libremente y responsablemente. Porque es nuestra. Y porque no está de “adorno” en nuestros textos, sino que está para cumplirla.
Ahora que volvemos a estar en proceso pre-congresual (en otoño está convocado el 40 Congreso Federal, y tras él, vendrá el resto) es buen momento de recordarlo
Ahora que volvemos a estar en proceso pre-congresual (en otoño está convocado el 40 Congreso Federal, y tras él, vendrá el resto) es buen momento de recordarlo. Para que las prácticas políticas, las legítimas búsquedas de apoyos, las sanas y lógicas discrepancias de pareceres o estrategias, encuentren en la democracia su mejor cauce de expresión y desarrollo. Porque todas y todos hemos decidido que así sea, y no de otra manera. Y porque la credibilidad de un proyecto ante la ciudadanía se mide por el grado de cumplimiento de la acordado.
Y añado que ante el panorama a veces desolador que nos ofrece la política y ante ciertos síntomas de agotamiento que ofrece el proyecto socialista en Andalucía, nada mejor que un revulsivo interno y hacia la sociedad, en el que la democracia ha de ser un factor esencial para recuperar la confianza de la gente.