'Como conseguir el éxito'

Blog - El ojo distraído - Jesús Toral - Viernes, 19 de Noviembre de 2021
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Desde pequeños nos enseñaron que hay que soñar, pero sin dejar de tener los pies en la tierra. Lo primero que debíamos de hacer era cumplir con nuestras obligaciones: ir al colegio, aprobar, sacar buenas notas y si lo conseguíamos, entonces debíamos ir a la universidad. Estudiar una carrera se convirtió en la receta imprescindible sin la cual era imposible triunfar. Hasta que aquellos que nacimos en los años 70 nos topamos de frente con una realidad envuelta en crisis económica que nadie nos había contado después de ser fieles cumplidores del programa que nos habían asignado: una carrera no nos llevaba al éxito, ni siquiera al trabajo. Tengo decenas de amigos abogados, periodistas, profesores o publicistas que jamás han ejercido los estudios que finalizaron, algunos con notas muy altas. De repente, en cuanto recibimos el título nos topamos con un mundo adverso en el que aprobar no servía para nada, con que éramos demasiados, con que los que no habían estudiado nos miraban por encima del hombro, con el paro y la precariedad. Así que todos esos profesionales comenzaron a buscar salidas en cualquier tipo de oposición, en marcharse a Europa o a América, en trabajar en un supermercado o en un bar o seguir estudiando, si se contaba con algún tipo de respaldo económico.

Estamos en un país en el que hacemos tantos cursos que los ofertantes de empleos piden títulos para todo aunque no sean necesarios: todos los Máster del universo posibles, el B1 de inglés, el Curso de Adaptación Pedagógica, que hace unos años podía hacerse en unos meses y ahora obliga a cumplir un Máster de dos cursos enteros…

Estamos en un país en el que hacemos tantos cursos que los ofertantes de empleos piden títulos para todo aunque no sean necesarios: todos los Máster del universo posibles, el B1 de inglés, el Curso de Adaptación Pedagógica, que hace unos años podía hacerse en unos meses y ahora obliga a cumplir un Máster de dos cursos enteros… Incluso para teleoperador se exige inglés. Total, por pedir que no quede, que tal y como está el panorama tendremos a los dependientes de frutería con más estudios de toda Europa.

Y entonces uno ojea el panorama y ve cómo se logran los puestos privilegiados. La mayoría de las personas de éxito que conozco no se han matado sacrificándose a trabajar para llegar adonde están, de hecho, muchos de ellos tienen el éxito escrito en la cara antes de su primer logro. Es como si ya lo reflejaran antes de obtenerlo y además, no parece importarles, no están ansiosos o desesperados por conseguirlo, muchas veces porque hay un respaldo financiero familiar que les permite adoptar esa actitud. Es el caso de algunos presentadores de televisión que ni siquiera tienen estudios universitarios y desde que los eligieron por primera vez, muy jovencitos, no han parado de trabajar en puestos significados pese a que tampoco soñaran con ello, les gusta pero simplemente ha llegado a ellos.

El esfuerzo puede llevar al éxito, pero no todos los que se esfuerzan llegan a la meta. Y aquellos que lo hacen lo tienen muy claro

¿Por qué Antonio Banderas o Penélope Cruz han triunfado en Estados Unidos? Alguien podría decir que porque son buenos actores o porque no han parado de intentarlo hasta lograrlo y es posible, aunque hay miles de españolas y españoles con un físico más que atractivo y las mismas cualidades, como mínimo, para la actuación, que se matan por acudir a castings, por darse a conocer, y finalmente se quedan en el trayecto. El esfuerzo puede llevar al éxito, pero no todos los que se esfuerzan llegan a la meta. Y aquellos que lo hacen lo tienen muy claro, así lo contaba el propio Banderas en una entrevista: Se trata de estar en el sitio adecuado en el momento justo. Esa es la clave. El problema es que nadie sabe cuál es ese lugar ni ese instante, así que vamos dando palos de ciego por si de pronto emerge ante nosotros, hasta que nos cansamos y nos derrumbamos al sentirnos fracasados.

El hecho es que no todos podemos triunfar, atendiendo al significado que esa palabra significa socialmente, no todos podemos tener una vida de abundancia económica y admiración exterior. Ni tampoco sería deseable.

Pero entonces, ¿cómo se consigue el éxito? Quizás deberíamos partir de que hagamos lo que hagamos, nos esforcemos cuanto nos esforcemos, nos peleemos contra quien nos peleemos, muchos de nosotros nunca lo obtendremos. Y eso no es malo, igual que no lo es que no todos vayamos a ser Messi, ni lo busquemos

Pero entonces, ¿cómo se consigue el éxito? Quizás deberíamos partir de que hagamos lo que hagamos, nos esforcemos cuanto nos esforcemos, nos peleemos contra quien nos peleemos, muchos de nosotros nunca lo obtendremos. Y eso no es malo, igual que no lo es que no todos vayamos a ser Messi, ni lo busquemos. Quizás nuestro camino no pasa por llegar tan alto, pero sí por asumir que no lo haremos. Y después, hay que soñar porque es evidente que quién no lo hace no puede materializar aquello que imagina. Soñar alto, buscar las fórmulas para obtener nuestros sueños y despojarnos de toda expectativa al respecto. Es decir, que si yo quiero dedicarme  a diseñar edificios, tendré que estudiar arquitectura y después soñar con aquello que me deslumbrara de felicidad sin creer que por eso lo voy a conseguir, por ejemplo, construir un edificio como la Sagrada Familia. La famosa Ley de la Atracción funciona cuando debe funcionar, porque por mucho que tú trates de ser el mejor tenista del mundo, que lo sueñes con fuerza, que te coloques fotos de tenistas de éxito enfrente, si careces de cualidades, jamás llegarás. Y como hay muchos aspirantes en el camino sin la certeza de poseer las cualidades idóneas, lo único que pueden hacer es seguir jugando, disfrutar de ese sendero sin mirar demasiado hacia arriba, porque apostar todo a una carta solo te puede llevar a dos lugares: o subes al podio o caes en el infierno.

El truco del éxito es olvidarse de él y disfrutar del camino hacia él. No importa adonde llegues, si consigues sentirte lleno durante el trayecto, llegar a algún sitio acaba siendo además de inevitable únicamente una anécdota. En realidad, el éxito no es otra cosa que una excusa para sentirte pleno, pero si te llenas mientras caminas, dará igual el destino que te espere porque habrás logrado lo que buscabas sin necesidad del sendero de espinas que te instaron cuando eras un niño a seguir.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Imagen de Jesús Toral

Nací en Ordizia (Guipúzcoa) porque allí emigraron mis padres desde Andalucía y después de colaborar con periódicos, radios y agencias vascas, me marché a la aventura, a Madrid. Estuve vinculado a revistas de informática y economía antes de aceptar el reto de ser redactor de informativos de Telecinco Granada. Pasé por Tesis y La Odisea del voluntariado, en Canal 2 Andalucía, volví a la capital de la Alhambra para trabajar en Mira Televisión, antes de regresar a Canal Sur Televisión (Andalucía Directo, Tiene arreglo, La Mañana tiene arreglo y A Diario).