Campaña Inagra contenedor marrón.
Tiempos de dura violencia contra los luchadoras y luchadores por las libertades

La represión durante el Estado de Excepción de 1970 (II)

Política - Alfonso Martínez Foronda - Sábado, 27 de Agosto de 2022
El historiador y memorialista Alfonso Martínez Foronda nos ofrece la segunda de las tres partes de un espléndido trabajo que aborda una visión general del año 1970, uno de los peores en Granada tras la recomposición del movimiento obrero después de la Guerra Civil, en cuanto a la represión ejercida con mano dura por el franquismo. Un reportaje que es también un homenaje a las luchadoras y luchadores por la democracia.
Panfleto contra las penas del Proceso de Burgos del Comité Provincial del PCE de Granada en diciembre de 1970 y que se repartió profusamente por la ciudad y la Universidad.
AHPCE, Nacionalidades y Regiones. Andalucía, Caja 82, Carpeta 2.
Panfleto contra las penas del Proceso de Burgos del Comité Provincial del PCE de Granada en diciembre de 1970 y que se repartió profusamente por la ciudad y la Universidad.
Si no tuviste la oportunidad de leer la primera parte o quieres volver a leerlo:

-1970: el año negro de la represión en Granada. Hasta el Estado de Excepción de diciembre de 1970 (I)

El 14 de diciembre de 1970 se declara el Estado de Excepción con una vigencia de seis meses, concretamente hasta el 13 de junio de 1971, argumentando que era necesario para “asegurar la paz ciudadana”. Era el décimo desde que se iniciara esta situación excepcional el 10 de febrero de 1956. El Estado de Excepción era una “dictadura dentro de la dictadura”, como lo ha definido Nicolás Sartorius. Con el decreto en la mano la Brigada Político Social sabe que tiene una ley que le permite detener a quienes considere –sin más garantías jurídicas- y sin ninguna necesidad de justificar sus actuaciones policiales. Al suprimirse el artículo 18 del Fuero de los Españoles la policía podía disponer de los detenidos todo el tiempo que quisiera en los calabozos, infringiendo torturas físicas y psicológicas sin que tuvieran que darle cuentas a nadie. Gozaban, por tanto, de una impunidad absoluta. En la práctica, con los estados de excepción desaparecía el “habeas corpus”. El mismo Gobernador Civil, en la Memoria de ese año, reconoce la virtualidad del Estado de Excepción, ya que “abre nuevas posibilidades de acción a la policía, que le permite acometer una labor de desarticulación de las actividades subversivas y terroristas”.

Panfleto contra las penas del Proceso de Burgos del Comité Provincial del PCE de Granada en diciembre de 1970 y que se repartió profusamente por la ciudad y la Universidad. AHPCE, Nacionalidades y Regiones. Andalucía, Caja 82, Carpeta 2.

Y eso comienzan a hacer inmediatamente: desde el día 15 de diciembre -que se produce la detención de Berta Ausín Momblona y, al día siguiente, la de Jesús Carreño Tenorio  porque recordemos que ambos habían sido detenidos el 16 de octubre de ese mismo año

Normalmente, las primeras actuaciones gubernativas desde el momento en que entra en vigor pasaban por retirar de la circulación a los que ya tenían antecedentes policiales y a los que consideraban como elementos peligrosos. Y eso comienzan a hacer inmediatamente: desde el día 15 de diciembre -que se produce la detención de Berta Ausín Momblona y, al día siguiente, la de Jesús Carreño Tenorio  porque recordemos que ambos habían sido detenidos el 16 de octubre de ese mismo año- hasta el final de 1970, habían sido detenidos 20 militantes antifranquistas, de los que 14 son estudiantes.

Pero, al mismo tiempo, era una prueba del miedo del régimen hacia cualquier disidencia, pues si reconocían que eran grupúsculos los únicos que se movían, sin embargo, sabían que era una oposición cada vez más organizada y articulada y que, si no se tomaban medidas preventivas, sería incontenible

Sin embargo, antes de entrar en la caída de estudiantes y obreros durante ese Estado de Excepción, debemos señalar un hecho significativo: la gran manifestación que el régimen organiza para el día 23 de diciembre en Granada, con más de 80.000 personas en la calle. A ellos no les afectaba el Estado de Excepción y podían exhibir su músculo con todos los parabienes oficiales. Sin duda, el ascenso de la protesta obrera con la gran huelga de la construcción de julio de ese año, así como la ebullición del movimiento estudiantil a lo largo de ese mismo año y su conexión con el movimiento obrero, pondrá en alerta a las autoridades locales que deciden organizar, en el marco del Estado de Excepción, esa gran manifestación como muestra de “su fe en el Caudillo y en los destinos de la Patria”, que dijera el Gobernador Civil. El centro de Granada –desde el Gobierno Civil hasta la Virgen de las Angustias-, uniendo el poder civil, militar y religioso, simbólicamente, se llenará de pancartas, “cánticos e himnos del más ferviente españolismo”, desbordando un “entusiasmo delirante” como prueba fehaciente de su apoyo al régimen, según las palabras del propio Gobernador Civil. Pero, al mismo tiempo, era una prueba del miedo del régimen hacia cualquier disidencia, pues si reconocían que eran grupúsculos los únicos que se movían, sin embargo, sabían que era una oposición cada vez más organizada y articulada y que, si no se tomaban medidas preventivas, sería incontenible. Desde luego, en la retina de más de un franquista estaba todavía la gran demostración de fuerza de la huelga de la construcción de julio de 1970. Y ellos, por su parte, también debían mostrar su fuerza que, por entonces, era todo el aparato del poder.

Carta cifrada sobre la caída de 1970/71 en Granada durante el Estado de Excepción de ese año. AHPCE, Nacionalidades y Regiones, Andalucía, Caja 82, Carpeta ¼.

Aunque ellos no saben que esta última era una acción de los CAI (Comités Antiimperialistas) –un pequeño grupo que había surgido hacía poco tiempo-, consideran que ambas formaban parte de la escalada “comunista” en la ciudad y, por tanto, sus primeras detenciones serán para quienes ya tienen fichados como activistas relacionados con el PCE y con las CCOO

Un poder que tiene identificado a los dos grupos más activos de la oposición antifranquista en Granada: el PCE y las CCOO, pero que tiene también una prelación en esos momentos, el movimiento estudiantil, el más activo después de la represión que se había cernido sobre el movimiento obrero tras la huelga de la construcción de julio de ese año. Y debía actuar sobre el movimiento estudiantil porque hacía escasos días que había sido arrojado el cóctel molotov contra el Banco de Bilbao y habían encontrado en el lugar de los hechos las octavillas “Basta de crímenes”, firmadas por el PCE. Eso, y la bandera roja que se había colocado el día de antes, a 10 metros de altura, nada menos que en el centro de la ciudad (en la confluencia entre Plaza Nueva y Reyes Católicos), a plena luz del día y que, probablemente, la propia policía había considerado como una prueba de audacia que llevaba implícito un reto a la propia autoridad. Aunque ellos no saben que esta última era una acción de los CAI (Comités Antiimperialistas) –un pequeño grupo que había surgido hacía poco tiempo-, consideran que ambas formaban parte de la escalada “comunista” en la ciudad y, por tanto, sus primeras detenciones serán para quienes ya tienen fichados como activistas relacionados con el PCE y con las CCOO.

Pero antes de analizar con detalle el impacto del Estado de Excepción de 1970 sobre los antifranquistas granadinos, hemos elaborado un cuadro desde fuentes diferentes que nos puede ofrecer un panorama sobre el que descenderemos posteriormente.

Estudiantes detenidos o buscados durante el Estado de Excepción de 1970/71 en Granada

Nombre

Profesión/

Estudios

Fecha detención

Cárcel

Otros

Berta Ausín Momblona

2º Biológicas

15.12.70

Procesada

Jesús Carreño Tenorio

5º Historia

16.12.70

Procesado

Antonio Martín

Estudiante

16.12.70

no

 

Joaquín Bosque Sendra

2º Comunes F. y L.

17.12.70

15 días en comisaría

Procesado

Manuel Contreras del Río

5º Románicas

18.12.70

Procesado

Antonio Aragón Orellana

5º Medicina

20.12.70

Procesado

María Luisa Calvente Martín

Sus labores

20.12.70

no

3 días en comisaría

Javier Andréu Dussac

Estudiante

20.12.70

no

 

Carlos Martín Rubí

3º Medicina

20.12.70

no

 

María Aranzazu Oñativia Raguts

Estudiante

21.12.70

 

Manuel Vargas Rienda

Estudiante

26.12.70

 

Juliana Cabrera Moreno

2º Comunes F. y L.

26.12.70

Procesada

Fco.Javier Lizcano Navarro

4º Medicina

30.12.70

Procesado

Agatángelo Soler Díaz

Estudiante

Mediados enero

Procesado

Antonio Cruz Jiménez

Comunes F. y L.

18.1.71

Se presenta en comisaría

Procesado

Antonio Ayllón Iranzo

Estudiante

3.2.71

Procesado

Juan Jesús Barrios López

Estudiante

5.2.71

Procesado

Eliseo Fernández Cuesta

Estudiante

 

 

Vigilado en hospital

Socorro Robles Vizcaíno

Estudiante

Buscada

 

Detenida en septiembre 1971

Procesada

Miguel A. Linares Valverde

Estudiante

Buscado

 

 

Nicolás Marín Díaz

Estudiante

Buscado

 

 

Joaquín Martínez Sabina

Estudiante

Buscado

 

Exiliado a Reino Unido

Roberto Mayoral Asensio

Estudiante

Buscado

 

Detenido tras Estado de Excepción

Julia García Leal

Estudiante

Buscada

 

 

José Luís C. P.

Estudiante

Buscado

 

 

Francisco M.M.

Estudiante

Buscado

 

 

Ramón P. J.

Estudiante

Buscado

 

 

Obreros detenidos y procesados durante el Estado de Excepción de 1970/71

Nombre

Fecha detención

Otros

José Romero García

18.12.70

 

Ernesto Caballero Castillo

22.12.70

20 días en comisaría

Francisco Portillo Villena

24.12.70

37 días en comisaría

Emilio Cervilla Alonso

27.12.70

19 días en comisaría

Emilio Cervilla Ruiz

27.12.70

 

Juan de Dios Gómez Quesada

30.12.70

 

Piedad Guerrero Perdiguero

7.1.71

 

Antonio Luque Sánchez

8.1.71

 

Antonio Cueto Cubero

8.1.71

 

José Marín García

8.1.71

 

Cándido Capilla Gómez

9.1.71

 

José Ríos Rodríguez

1.5.1.71

 

José Rica Castro

15.1.71

 

Francisco Saavedra Zurita

15.1.71

 

José Cid de la Rosa

20.1.71

 

Antonio Ruiz Valdivia

20.1.71

 

Manolo Castro Castellano “El lechero”

21.1.71

 

Antonio Noguera López

22.1.71

 

Bienvenido Ortega Ruiz

22.1.71

 

Miguel Caparrós Castilla

22.1.71

 

Luís García Serrano

22.1.71

 

Manuel Lahoz León

22.1.71

 

Francisco  Ortega Pineda

22.1.71

 

José Lorenzo Rodríguez

27.1.71

 

José López Rodríguez

Finales enero 1971

 

Juan Bautista Ruiz Aranda

Finales enero 1971

 

Francisco Cantero Vera

Finales enero 1971

 

Juan Roa Carreño

Finales enero 1971

 

Pedro Girón Torres

4.2.71

 

Luis Afán de Rivera y Herrera

4.2.71

 

Miguel Ortega Pineda

26.2.71

 

José Valentín Martín Morales

2.4.71

 

José Díaz Prados

2.4.71

 

Diego Martínez Sánchez

Buscado

 

Manuel González Jiménez

Buscado

 

Francisco Tobaria Romero

Buscado

 

Pepe Martín

Buscado

 

Emilio Gracia Rueda

Buscado

 

Juan Verdejo Cantero

Buscado

 

José López Ávila “El abuelito”

Buscado

 

Fuente: Elaboración propia desde documentos del AHPCE, comunicados Departamento de Información Distrito de Granada, TOPDAT (Sumarios 37/71, 201/71, 438/71, 418/70, 453/70 Y 1006/71) en AHCCOO-A. y entrevistas orales a diversos protagonistas.

Lo primero que observamos, es que las primeras detenciones se producen entre estudiantes, no entre los dirigentes obreros, pero estudiantes que habían sido detenidos, previamente, por acciones en solidaridad con el movimiento obrero. La primera detenida será Berta Ausín Momblona el día 15 de diciembre, al mediodía; y el segundo, al día siguiente, Jesús Carreño Tenorio. Ambos habían sido detenidos y procesados unos meses antes cuando repartían propaganda de CCOO apoyando la huelga de la construcción y, en el caso de Jesús Carreño, también había sido detenido en 1969 boicoteando la película de los Boinas Verdes. Como el Estado de Excepción permitía retirar de la circulación a quienes estaban incursos en algún procedimiento judicial, unas horas antes de su detención, Jesús Carreño, fue visitado en su casa por sus camaradas Antonio Cruz y Socorro Robles para que desapareciera, ya que con toda seguridad irían a por él. Habían establecido una cita de seguridad horas más tarde, pero no pudo asistir a ella porque a la salida de su casa de la calle Ángel Barrios ya lo estaba esperando la BPS, que lo conducirá inmediatamente a la comisaría de Los Lobos.

Socorro Robles Vizcaíno, buscada y detenida tras el Estado de Excepción de 1970. Archivo Histórico CCOO de Andalucía. Colección Fotográfica. Foto: Alfonso Martínez Foronda.

En una de ellas, el día 17 de diciembre, un coche de la BPS los identifica en plena calle y se produce una persecución al mejor estilo de Hollywood. Detendrán a Joaquín Bosque junto a la Iglesia de San Ildefonso y no lograrán apresar a Antonio Aragón, que logra huir por las callejuelas del Albaycín, aunque tres días más tarde lo detendrán

Joaquín Bosque Sendra y Antonio Aragón Orellana, por su parte, también estaban procesados por los sucesos de Semana Santa de ese año y debían presentarse cada dos semanas en el juzgado. Ambos saben que estaban siendo buscados –pues se había escondido en un piso de unos amigos-, pero no tomarán medidas de seguridad extremas y, por tanto, harán algunas salidas. En una de ellas, el día 17 de diciembre, un coche de la BPS los identifica en plena calle y se produce una persecución al mejor estilo de Hollywood. Detendrán a Joaquín Bosque junto a la Iglesia de San Ildefonso y no lograrán apresar a Antonio Aragón, que logra huir por las callejuelas del Albaycín, aunque tres días más tarde lo detendrán. Por tanto, el primer golpe se dirige hacia los cuatro estudiantes que estaban procesados por el TOP, para retirarlos de la circulación.

En estos primeros días, los militantes comunistas de la Universidad todavía no saben el alcance de la redada y mantendrán actitudes distintas. Alguno, como Antonio Cruz, incluso se queda una noche tirando octavillas en la Facultad de Derecho donde se denuncia las primeras detenciones y, al día siguiente, las repartía en las clases. Como él mismo afirma, en aquellos primeros días no pensó que iba a ser detenido, porque si no “no hubiéramos hecho las locuras que hicimos. Yo pienso que si hubiéramos reflexionado sobre las consecuencias familiares, profesionales…, posiblemente no lo hubiéramos hecho”. (Entrevista a Antonio Cruz).

En todo caso, a los pocos días y porque se iban sucediendo las detenciones, él mismo decidirá alejarse del domicilio familiar y refugiarse en casa de su abuela, en Purullena, donde permanecerá hasta que es localizado allí a mediados de enero de 1971. 

Antonio Ruiz Valdivia, a la izquierda, detenido en el Estado de Excepción de 1970, junto a Pedro Martínez Ojeda, leyendo el libro “La conquista de la libertad” en 2008. Archivo Histórico CCOO de Andalucía. Colección Fotográfica. Foto: Alfonso Martínez Foronda.

Los dirigentes del Comité Universitario, como Juan Barrios, que sabe que la policía lo busca, se ocultará, provisionalmente, en casa de su amigo Manuel Serrano hasta el día 19 de diciembre y, posteriormente, se va hasta Almería haciendo auto-stop, donde se hospeda en una casa particular, pero Nicolás Marín le facilita la dirección del piso de Juan de Dios Luque y María Izquierdo Rojo que estos tenían en Málaga y que dejaban libre durante esas vacaciones mientras ellos visitaban a la familia de ella en Asturias. Juan Barrios se desplazará a Málaga el 24 de diciembre. Cuando llega, ya estaban allí Socorro Robles, Antonio Ayllón y Miguel A. Linares.

Será la misma María Izquierdo quien, en su coche, los lleve hasta Málaga, donde permanecerán hasta el día de Reyes. También colaboraron en estos desplazamientos hasta Málaga, con sus coches respectivos, tanto Felipe Alcaraz Massat como Matilde López García, hermana de Bernabé López García

Un caso similar es el de Socorro Robles Vizcaíno, que desde el mismo día 16 de diciembre estaba convencida que la policía iría a buscarla, máxime cuando su compañero Jesús Carreño no había acudido a la cita de seguridad que habían establecido ese mismo día. En lugar de irse a su domicilio paterno, esa noche la pasó en casa de su hermano, donde se entera que poco antes la policía había ido a buscarla a su casa. Pero sus padres nada saben. Desde ahí se oculta en la casa de la profesora Mari Carmen Sanmillán, en el Barrichuelo, donde también está escondido Antonio Ayllón, pero no sospechan que también esa casa estaba fichada. Allí estarán poco tiempo porque una mañana, al llamar a la puerta, vieron por un agujero que quien venía no era Joaquín Bosque –al que esperaban y que ya había sido detenido- sino a gente extraña “con una corbata roja” y sospechando que era la policía huyeron por la parte alta de la casa. Desde allí se fueron a casa de un hermano de Antonio Ayllón, a un pueblo cercano de Huétor Tájar, donde aquél trabajaba. Después de unos días vuelven a Granada, con una cita de seguridad, para ver qué hacían definitivamente y es, entonces, cuando deciden esconderse en el piso de Juan de Dios Luque y María Izquierdo Rojo. Será la misma María Izquierdo quien, en su coche, los lleve hasta Málaga, donde permanecerán hasta el día de Reyes. También colaboraron en estos desplazamientos hasta Málaga, con sus coches respectivos, tanto Felipe Alcaraz Massat como Matilde López García, hermana de Bernabé López García.

Para algunos activistas estos días de incertidumbre fueron muy difíciles porque, en estos momentos, no todo el mundo estaba dispuesto a echar una mano como recuerda Socorro Robles:

“¿Quién era el guapo que te daba asilo? Recuerdo que cuando cae Joaquín Bosque, me entrevisté con su padre, Joaquín Bosque Maurel, en el Mirador de San Nicolás y me dijo “que lo que quisiéramos”. Su hijo ya estaba en la cárcel. D. Joaquín fue para mí excepcional porque cuando hubo que dar la cara, fue de los que dieron la cara. [Pero a los pocos días de las primeras detenciones] lo que se percibía es que éramos muy pocos, que estábamos muy acosados, muy controlados y que la mayoría de la gente estaba muy asustada. Amigos que temblaban, porque hablar contigo era un compromiso y la gente huía de nosotros como la peste, aunque es lógico, por otra parte”. (Entrevista a Socorro Robles).

Esa sensación de soledad durante el Estado de Excepción contrastaba frente al apoyo que tenían en una situación normal, porque se sentían como “referentes de muchas personas” y consideraban que lo que hacían no sólo merecía la pena, sino que notaban la solidaridad y el apoyo que a su alrededor. Sin embargo, cuando se produce la caída notan inmediatamente que

“… hay miedo, mucho miedo, incluso por parte de gente que tú creías que no iba a tener tanto miedo o, por lo menos, que no te iba a dar la espalda. Por eso hay que valorar lo que hicieron María Izquierdo o Juan de Dios Luque o la postura excepcional de D. Joaquín Bosque [Maurel]”.

La BPS, desde las primeras detenciones, presionará a los estudiantes de diversas formas: bien aislándolos como en el caso de Joaquín Bosque, que permanecerá solo durante dos semanas en una celda de la comisaría del Zaidín –palizas de por medio-, bien realizando interrogatorios a los ya detenidos para ir desentrañando la estructura de la organización comunista de la Universidad.

Pepe Cid de la Rosa, detenido durante el Estado de Excepción de 1970/71. Foto cedida por Natividad Bullejos.
Nicolás Marín Díaz, buscado durante el Estado de Excepción de 1970/71. Fotografía de 2012, en su despacho, por Alfonso Martínez Foronda.

Manuel Contreras será detenido el día 18 y, dos días más tarde, Javier Andreu Dussac, porque era inquilino del piso donde habían detenido a Aragón y donde habían encontrado, tras el registro, entre otras cosas, las obras completas de Lenin. A éste lo detendrán en su domicilio familiar de Murcia. Ese mismo día 20 de diciembre detendrían también a Carlos Martín Rubí, posiblemente porque también había sido detenido en diciembre de 1969 haciendo pintadas del PCE apoyando a las CCOO, pero en este caso no militaba en ninguna organización y, posiblemente, tras la comprobación lo dejan en libertad a los pocos días.

No será hasta el día 22 de diciembre cuando detengan al primer dirigente obrero, al cordobés Ernesto Caballero Castillo y, dos días más tarde, al responsable provincial del PCE, Francisco Portillo Villena

No será hasta el día 22 de diciembre cuando detengan al primer dirigente obrero, al cordobés Ernesto Caballero Castillo y, dos días más tarde, al responsable provincial del PCE, Francisco Portillo Villena. Sin embargo, antes de entrar en estas dos detenciones, observamos que la BPS –y a diferencia de otras caídas en Andalucía- tiene como principal objetivo la desarticulación del Comité Universitario del PCE y, de ahí, que sus primeras detenciones fueran exclusivamente hacia los estudiantes. Sabía que el movimiento obrero, tras la trágica huelga de la construcción de julio de ese año, había sufrido un duro revés del que difícilmente podía reponerse. Por ello, tratará de cortar la posible respuesta contra el Estado de Excepción que podía venir desde el ámbito universitario. Eso no significa que diera de lado al movimiento obrero, ya que el Estado de Excepción les permitía darle el golpe definitivo.

Y éste vino, casualmente, por una caída previa que se había producido en Jaén, donde unos 40 militantes de ese partido había sido detenidos desde comienzos de diciembre ese año, derivadas de las movilizaciones contra el Proceso de Burgos y, a resultas, saldrán los nombres y domicilios de Ernesto Caballero y Paco Portillo. Éste último había sido designado como enlace del Comité Central del PCE con la dirección de ese partido en Jaén y, por ello, había mantenido diversas reuniones con militantes jiennenses desde 1966 y, a su vez, los proveía de propaganda. En el caso de Ernesto Caballero, había sido designado por la dirección de ese partido para reconstruir el PCE en la provincia de Jaén desde comienzos de 1963. En ese trabajo estuvo casi tres años, hasta que fue detenido en 1966, juzgado por el TOP y condenado a varios años de cárcel. Cuando su nombre sale en esta caída de Jaén de diciembre de 1970, la BPS lo localiza en Córdoba donde vuelve a ser detenido y trasladado a la comisaría de Jaén donde permanece unos seis días. A finales de enero entra en la cárcel de Jaén, desde donde sale en dirección a la comisaría de Granada el 2 de enero de 1971, quedando en sus calabozos hasta el día 18 de enero de ese mismo mes, en que es trasladado a la cárcel provincial granadina.

Antonio Valdivia Ruiz y Paco Portillo Villena, detenidos durante el Estado de Excepción de 1970/71, entrando en la Comisaría de Los Lobos. Foto de Alfonso Martínez Foronda.
Antonio Cruz Jiménez y Javier Terriente Quesada, dos de los represaliados durante 1970/71, en una manifestación el 7 de octubre de 2012 en Granada. Fotografía de Alfonso Martínez Foronda.

Para ablandarlo llegan, incluso, a detener a su mujer, Piedad Guerrero, el 7 de enero de 1971 y que, con su hijo de 2 años, tendrá que permanecer durante 8 o 9 días en comisaría sin lograr arrancarle confesión alguna

Desgraciadamente, en el registro que se produce en el domicilio de Portillo la policía encontrará, -además de propaganda, direcciones y cartas de Francia-, el organigrama que había hecho con el instructor del PCE, José Benítez Rufo, en una visita que éste había girado poco antes a la ciudad. Un organigrama en clave que no podrán descifrar y, posiblemente por ello, las torturas que se infligen a Portillo –que permanecerá 37 días detenido en comisaría- no fueron las únicas, pero sí las más duras habida cuenta que le atribuyen la máxima responsabilidad dentro del Comité Provincial del PCE en Granada. Para ablandarlo llegan, incluso, a detener a su mujer, Piedad Guerrero, el 7 de enero de 1971 y que, con su hijo de 2 años, tendrá que permanecer durante 8 o 9 días en comisaría sin lograr arrancarle confesión alguna.

La redada a los estudiantes continúa los días 26 y 27 de diciembre con la detención de Manuel Vargas Rienda y Juliana Cabrera, respectivamente, aunque el primero tampoco tenía nada que ver con la organización comunista. No es que aquí se cortara la redada, sino que no pudieron dar con otros estudiantes buscados. Por ejemplo, a finales de diciembre, la policía se presentará por la noche en el domicilio del militante comunista Nicolás Marín Díaz, pero la firme negativa de su hermana y la exhibición del carnet de Falange de su padre (emparentado, además con el ex Rector Antonio Marín Ocete), hicieron desistir del registro y no fue detenido. Aún así, sus padres decidieron esconderlo, primero, en casa de unas amigas de su madre y, posteriormente,  el 1 de enero de 1971, llevárselo a Málaga al piso de Juan de Dios Luque y María Izquierdo Rojo. Cuando llega Nicolás Marín, ya estaban en este piso, desde una semana antes, Socorro Robles Vizcaíno y Antonio Ayllón, como vimos, y a ellos se les había unido Miguel A. Linares y Juan José Barrios.

Por la secuencia de los hechos, se comprueba que el Gobernador Civil, Alberto Leiva Rey, había iniciado la represión con aquellos estudiantes incursos en algún procedimiento judicial y que luego, por la propia investigación policial, la BPS dio con el ovillo del Comité Universitario del PCE, aunque entre los detenidos no todos eran de ese partido (como Maria Luisa Calvente, Javier Andréu, Manuel Vargas o Arantxa Oñativia), ni pudieron detenerlos a todos porque algunos de ellos ya habían huido. En éste, como en otros muchos casos, la policía daba algún que otro palo de ciego, como recuerda el mismo Joaquín Bosque:

“ [entre los detenidos había algunas personas] desconocidas para mí, que no sé qué pintaban allí: “El Varguitas” que le decíamos [Manuel Vargas Rienda] y otro que le decíamos “El Aguilucho”, que no era estudiante siquiera, pero que era un hombre que había estando pululando por las facultades, pero que no tenía nada que ver con nosotros. Incluso durante algún tiempo pensamos que podría ser un infiltrado de la policía o que pertenecía a alguno de los grupos extraños y extremistas que habían surgido en esas fechas…”. (Entrevista a Joaquín Bosque).

Aún así la BPS de Granada ya tenía a esas alturas de finales de diciembre de 1970 una idea muy precisa de la composición y organigrama del Comité Universitario del PCE de Granada, aunque no hubieran podido detenerlos a todos. Además, la BPS había procedido al registro de numerosos domicilios de los estudiantes detenidos o huidos e irá encontrando en cada uno de ellos documentos más o menos comprometedores.

Boda de Francisco Portillo Villena y Piedad Guerrero Perdiguero en Moraleda de Zafayona, en 1964. Piedad Guerrero también fue detenida durante el Estado de Excepción de 1970/71. Foto cedida por Paco Portillo, para Archivo Histórico de CCOO de Andalucía. 

La feliz detención para la BPS de Francisco Portillo, imprevista inicialmente, les proporciona la posibilidad de desarticular también al Comité Provincial de ese partido y algunos comités locales y, por ello, desde finales de diciembre con la detención del dirigente de CCOO, Emilio Cervilla Alonso –con un largo historial de antecedentes policiales- y la de su hijo Emilio Cervilla Ruiz –militante de las Juventudes Comunistas y de CCOO-, comenzarán las de otros dirigentes obreros en las primeras semanas de enero de 1971. El régimen sabe, por tanto,  dónde golpear y lo hace sobre los dirigentes estudiantiles y obreros de la construcción –sector más conflictivo- o sobre los del transporte, la mayoría de los cuales son, en esos momentos, la dirección de las Comisiones Obreras de Granada y dirigentes del PCE. Además del núcleo de dirigentes de la construcción, a otros los habían identificado en la concentración de la Audiencia en la protesta contra el Proceso de Burgos. Fruto de las relaciones que se van desvelando en la organización del PCE se desarticulará también el Comité Local de Motril y algunas detenciones aisladas en Alhama de Granada, pero también hay alguna que nada tiene que ver con el movimiento obrero, como la de un campesino de Zafarraya que sólo había cometido el delito de invitar a comer un día un choto a algunos militantes de CCOO.

Jesús Carreño Tenorio, detenido durante el Estado de Excepción de 1970. Cedida por Jesús Carreño.

Finalmente, nos encontramos las detenciones de otros tres estudiantes que se entremezclan con las de los obreros: la de Antonio Luque Sánchez, Antonio Cruz Jiménez, ambos del PCE, y Agatángelo Soler Díaz, que era el representante de Farmacia del Sindicato Democrático de Estudiantes (SDEUG), pero que no militaba en ese partido.  Esta secuencia temporal –la de Luque a comienzos de enero y la de Antonio Cruz a mediados del mismo mes- no se debe más que al tiempo que necesita la policía para dar con sus paraderos, pero viene arrastrada por la desarticulación de la organización comunista de la Universidad.

Hay detenciones que nada tiene que ver con el movimiento obrero, como la de un campesino de Zafarraya que sólo había cometido el delito de invitar a comer un día un choto a algunos militantes de CCOO

El malagueño Antonio Luque había iniciado el selectivo de Ciencias durante el curso 69/70 y allí había iniciado su actividad política en la célula de ese partido, pero en febrero de ese último año se había ido a estudiar Económicas en Málaga. Su detención será cuestión de tiempo, hasta dar con su nueva ubicación en la facultad malagueña y encontrar antecedentes previos, ya que en junio de 1970 había sido detenido en Málaga, junto a otros militantes del PCE y de CCOO y procesado por ello; por su parte, Antonio Cruz se había ocultado durante un tiempo en casa de sus abuelos en Purullena, como vimos, pero las indagaciones policiales dan con su paradero y una vez que comprueba que no tiene escapatoria, decide entregarse voluntariamente en la comisaría de Los Lobos, donde queda detenido el 18 de enero de 1971.

Pero es doblemente excepcional porque es el único estudiante detenido en esos momentos que, después de salir de la cárcel, el Gobernador Civil decrete su confinamiento a su domicilio particular hasta el fin del Estado de Excepción

El caso de Agatángelo Soler es especial porque su padre era una autoridad del régimen franquista. Su padre, Agatángelo Soler Llorca, era un reconocido falangista alicantino que había colaborado activamente en la creación de la Falange, que había sido detenido y acusado de alta traición en 1937. Posteriormente, se pasa al bando franquista durante la guerra. Fue tesorero del SEU y expedicionario en la División Azul, en la que está dieciocho meses. Luego, fue Procurador en Cortes (1952-1964), Alcalde de Alicante (1954-1963) y Consejero Nacional del Movimiento (1967-1971). Por tanto, su padre sabía a través del propio Gobernador Civil de Granada –al que conocía, según Agatángelo, por haber coincidido ambos en la División Azul- que el nombre de su hijo había salido en alguno de los interrogatorios y que lo inculpaban de actividad subversiva. Cuando Agatángelo llega a su casa en la navidad de 1970, el padre le advierte de esta situación y le recomienda que a la vuelta de dichas vacaciones se presente al propio Gobernador Civil, cosa que hace a los pocos días. Éste le advierte que será interrogado por la BPS y, efectivamente, a mediados de enero se lo llevan detenido a Los Lobos, interrogándolo el mismo Jefe Superior de Policía, Ángel Mestanza Soriano. Probablemente, ser quien era, le garantizó que durante los ocho días que permaneció en los calabozos no le tocaran “ni un pelo”, y que llegaran a visitarlo el propio decano de Farmacia, Diego Guevara y el catedrático de Fisiología Gregorio Varela. Un trato “privilegiado”, no le privó, posteriormente, de pasar a la cárcel, ni que estuviera los tres días solo en una celda de periodo, como todos, y que luego pasara a la galería junto al resto de sus compañeros. Pero es doblemente excepcional porque es el único estudiante detenido en esos momentos que, después de salir de la cárcel, el Gobernador Civil decrete su confinamiento a su domicilio particular hasta el fin del Estado de Excepción. Nunca sabremos si fue para “protegerlo” y quitarlo de la circulación mientras durara la situación excepcional o para pasarle alguna factura a su padre que, aunque del régimen, había sido uno de los pocos Procuradores en Cortes que en 1969 votó en contra de la Ley de Sucesión propuesta por Franco en la que se designaba a Juan Carlos I como sucesor y, además, porque como falangista ortodoxo había confrontado abiertamente con la preponderancia del Opus en la política nacional. Sea como fuere, es el único caso de confinamiento, que hayamos podido rastrear, que se da en este Estado de Excepción.

Balance total de detenidos, buscados y huidos durante el Estado de Excepción de 1970/71 en Granada. (Elaboración propia)

Detenidos

Buscados

Exiliado

Vigilado

50

15

1

1

El golpe represor en Granada es importante si lo comparamos con otras provincias, como Sevilla, donde la actividad antifranquista es mucho mayor, máxime cuando ya había recibido otro recientemente con la huelga de la construcción. En el informe antes mencionado de la Comisaría General de Investigación Social se hace balance del Estado de Excepción en toda España y Granada ocupa el sexto lugar tras Madrid (221), Barcelona (219), Vizcaya (146), Sevilla (73) y Guipúzcoa (59). Esto da una idea del auge que había experimentado el movimiento estudiantil y el movimiento obrero en Granada desde finales de los años sesenta y, especialmente, del toque de atención que había supuesto la huelga general de la construcción de julio de 1970.

Bibliografía:

  • CABALLERO CASTILLO, Ernesto, Vivir con memoria, Editorial El Páramo, Córdoba, 2011.
  • MARTÍNEZ FORONDA, Alfonso (Coord.); SÁNCHEZ RODRIGO, Pedro; RUEDA CASTAÑO, Isabel; SÁNCHEZ RODRIGO, José María; CONEJERO RODRÍGUEZ, Miguel y RODRÍGUEZ BARREIRA, Óscar: La cara al viento. Estudiantes por las libertades democráticas en la Universidad de Granada (1965-1981), Vol. I y II, Córdoba, El Páramo, 2012.
  • MARTÍNEZ FORONDA,  Alfonso: La lucha del movimiento obrero en Granada por las libertades y la democracia. Pepe Cid y Paco Portillo: dos líderes, dos puentes. Fundación de Estudios y Cooperación de CCOO-A, Granada, 2012.
  • MARTÍNEZ FORONDA, A. y CONEJERO FERNÁNDEZ, M.: “La prima” Rosario y Cayetano. Dos luchadores por la libertad en una provincia idílica. Ed. El Páramo, Córdoba, 2011.
  • Archivo General de la Administración. Memoria del Gobierno Civil de Granada de 1970, publicada en marzo de 1971.
  • Archivo Histórico del PCE, Nacionalidades y Regiones, Andalucía, jacq. 782. Ref. 61/9 de 23/2/73.
  • Archivo Universidad de Granada. Entrevista mantenida con el Gobernador Civil de la provincia el día 8 de enero de 1971”,  Estudiantes, Carpeta Huelga de Medicina; Informe del Departamento de Información del Distrito de Granada, titulado “Situación de los presos políticos en Granada”, de 14 de abril de 1971, en Secretaría General del Rectorado, Asociaciones de Estudiantes, 69/71, leg. 23-27.
  • Entrevistas a Joaquín Bosque Sendra, Antonio Aragón Orellana, Jesús Carreño Tenorio, Eliseo Fernández Cuesta, Socorro Robles Vizcaíno, Antonio Cruz Jiménez, Javier Terriente Quesada, Roberto Mayoral Asensio, Nicolás Marín Díaz, en Fondo Oral de CCOO de Andalucía.
  • TOPDAT, Sumarios: 957/68; 288/70; 250/71; 37/71; 201/71; 437/71; 418/70; 453/70; 1006/71, Archivo Histórico de CCOO de Andalucía.
Alfonso Martínez Foronda es licenciado en Filosofía y Letras, profesor de Secundaria e históricamente vinculado al sindicato CCOO, en el que ocupó distintas responsabilidades, como investigador ha profundizado en el movimiento obrero y estudiantil.

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