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Artículo de Opinión por José María Corpas, ABOGADO Y SECRETARIO DE TRANSPARENCIA Y POLÍTICA MUNICIPAL DEL PSOE GRANADA

Recuperar la dignidad

Política - José María Corpas - Miércoles, 6 de Junio de 2018
Artículo de Opinión de José María Corpas, abogado y secretario de Transparencia y Política Municipal del PSOE de Granada capital, en el que aporta su visión sobre la moción de censura que aupó a Pedro Sánchez a la Presidencia del Gobierno.
José María Corpas.
@ALEXCASASOLA
José María Corpas.

De manera reiterada, dirigentes de PP y Ciudadanos, han venido repitiendo la idea de que Gobernar con 84 diputados es imposible. Con ello, pretenden convencer de que a Pedro Sánchez sólo le guía una idea: alcanzar La Moncloa a cualquier precio.

En Granada hemos vivido algo similar. En unos momentos difíciles, el PSOE tomó la decisión de gobernar el Ayuntamiento, contando para ello con los votos de toda la oposición municipal, salvo el PP. Más allá de esos votos de hace dos años, esos mismos grupos no han hecho nada por el gobierno de Granada.

Cuando Pedro Sánchez, en su discurso inaugural de la sesión en el Congreso de los Diputados anuncia que si Mariano Rajoy dimite retiraría inmediatamente la moción de censura anunciada día atrás, lo que estaba haciendo era poner en el centro del debate la verdadera razón y clave que movió al PSOE a dar ese paso: se trataba de recuperar la dignidad en España

Cuando Pedro Sánchez, en su discurso inaugural de la sesión en el Congreso de los Diputados anuncia que si Mariano Rajoy dimite retiraría inmediatamente la moción de censura anunciada día atrás, lo que estaba haciendo era poner en el centro del debate la verdadera razón y clave que movió al PSOE a dar ese paso: se trataba de recuperar la dignidad en España.

En cualquier otro país europeo, el Presidente del Gobierno habría dimitido en circunstancias similares. Pero Rajoy ha demostrado en estos días, ser más Rajoy que nunca fiel a su máxima, intentar que pase el tiempo y no hacer nada. Su actuación abandonando el Parlamento, sede de la Soberanía, y no asistiendo al debate para escuchar lo que decían los distintos grupos parlamentarios, le ha retratado más que nunca. Quedará para la historia parlamentaria el escaño vacío, ocupado por un bolso, y su llegada descaradamente medida para decir adiós. 

Pedro Sánchez, y su equipo, supieron ver el momento para presentar la moción de censura. Lo advirtió Sánchez en la tribuna: después de la sentencia de la Audiencia Nacional, había que esperar, había que observar qué iba a hacer el PP. Pero ante la actitud de que esto “era una cosilla más”, se decidió actuar con el único objetivo de desalojar a Rajoy de La Moncloa. Solo había que esperar a que todos los grupos con responsabilidad democrática apoyarán el gesto con su voto.

No había que negociar nada. O se estaba con Rajoy, o no. Y Ciudadanos se ha retratado en este escenario. Su líder ha estado desorientado, demostrando que el sustento de esa formación no es más que la demoscopia y el marketing, como acredita el hecho de que Rivera le pidiese la dimisión a Rajoy, minutos después de que la propia Cospedal anunciase que eso no se produciría

No había que negociar nada. O se estaba con Rajoy, o no. Y Ciudadanos se ha retratado en este escenario. Su líder ha estado desorientado, demostrando que el sustento de esa formación no es más que la demoscopia y el marketing, como acredita el hecho de que Rivera le pidiese la dimisión a Rajoy, minutos después de que la propia Cospedal anunciase que eso no se produciría.

La actitud despectiva de la Derecha (PP y Ciudadanos) a la moción socialista cambió cuando Sánchez anunciaba que, por responsabilidad, gobernaría con los presupuestos aprobados. Un dardo envenenado. Dos en uno. Eso fue definitivo. Había tenido el efecto perseguido. De ahí a la investidura del candidato socialista faltaba poco. 

Y ahora, ¿qué?

En efecto lo importante es lo que va a pasar visto desde dos perspectivas: la necesidad del dialogo y la de dar un giro a la política regresiva del PP.

Por lo pronto, el ahora Presidente del Gobierno ha demostrado tener en su haber un valor importante: la coherencia. En los tiempos que corren, eso no es poco. Hace más de un año, dimitió de su escaño de diputado y de la Secretaría General del PSOE precisamente para ser coherente con sus planteamientos. Desde entonces ha sabido recuperar a la militancia socialista con un proyecto ilusionante, y utilizando el mecanismo constitucional de la moción de censura, ha conseguido alcanzar la presidencia del Gobierno. 

Hay cuestiones que son urgentes: recuperar el consenso del Pacto de Toledo y la capacidad adquisitiva de los pensionistas; la reforma laboral; no tolerar la brecha de genero abordando la lucha contra la desigualdad; la ley mordaza; el cambio de modelo de RTVE; recuperar las políticas activas de empleo; atender a las 300.000 personas con derecho reconocido a la dependencia que hoy no tienen ningún servicio

Y en este nuevo escenario, es obligatorio un trabajo humilde y dialogante. Desde el primer momento se ha ofrecido una hoja de ruta marcada por el consenso y la negociación con los distintos grupos parlamentarios. Y el dialogo es necesario no solo porque la composición del parlamento así lo exige, sino porque hemos entrado en una nueva época que también lo demanda.  

Y respecto al giro de la políticas regresivas, hay cuestiones que son urgentes: recuperar el consenso del Pacto de Toledo y la capacidad adquisitiva de los pensionistas; la reforma laboral; no tolerar la brecha de genero abordando la lucha contra la desigualdad; la ley mordaza; el cambio de modelo de RTVE; recuperar las políticas activas de empleo; atender a las 300.000 personas con derecho reconocido a la dependencia que hoy no tienen ningún servicio. 

Como dijo Malcom X “normalmente cuando las personas están tristes, no hacen nada. Se limitan a llorar. Pero cuando su tristeza se convierte en indignación, son capaces de hacer cambiar las cosas”. 

Nadie ha dicho que lo que resta es fácil. Pero no cabe duda de que existen ideas, un equipo que va a intentar cumplirlas, y sobre todo muchas ganas e ilusión. Y merece la pena el intento.