Cuando Moreno animaba a la ciudadanía a denunciar en un WhatsApp del PP sus "malas experiencias" con la sanidad andaluza
"Dar la batalla" en defensa de una sanidad pública y de calidad y denunciar las "malas experiencias" para darle difusión a los casos de mala gestión sanitaria con fotografías, vídeos y mensajes. No son palabras de la izquierda parlamentaria en Andalucía, aunque lo pareciera, con las listas de espera al alza, la Atención Primaria colapsada o el escándalo del cribado de cáncer de mama, una crisis en la que tanto el presidente como los responsables de la Consejería (ahora) de Sanidad han traspasado todas las líneas rojas tratando de desprestigiar a las mujeres que lo han denunciado. Las dijo, en 2016, Juan Manuel Moreno, cuando estaba en la oposición.
La campaña, que el PP andaluz bautizó con el lema "Que no jueguen con tu salud. Por una sanidad de 10", incluyó la puesta en funcionamiento de un canal de WhatsApp para recibir esas denuncias y una recogida de firmas
Planteaba esas reclamaciones a la Junta de Andalucía presidida en ese momento por la socialista Susana Díaz después de las multitudinarias manifestaciones en Granada reclamando dos hospitales completos. "Algo se mueve en Andalucía", argumentaba entonces Moreno al referirse a unas movilizaciones. Y, como los andaluces, dijo, el PP había decidido también "salir a la calle" para denunciar los problemas concretos que había en cada provincia e informar a usuarios, pacientes, proveedores y profesionales de la sanidad pública.
La campaña, que el PP andaluz bautizó con el lema "Que no jueguen con tu salud. Por una sanidad de 10", incluyó la puesta en funcionamiento de un canal de WhatsApp para recibir esas denuncias y una recogida de firmas en la calle y a través de change.org, plataforma en la que consiguió -según se puede comprobar aún- 1.578 firmas. "Abrimos -explicó- un canal para denunciar lo que está pasando en esta tierra".
Y justificaba esa acción política emprendida por su partido. Al PP andaluz, decía Juan Manuel Moreno, le tocaba "liderar un frente de acción" contra el gobierno socialista en la Junta, "no para desgastarlo, sino para que salga del letargo y se ponga a trabajar para solucionar los problemas".
Los andaluces nos han pedido que salgamos a la calle #PorUnaSanidad10 y vuestro papel es fundamental.
Firma aquí :https://t.co/GBFcqYF6zS pic.twitter.com/v8Ghso107o— Juanma Moreno (@JuanMa_Moreno) October 24, 2016
Una acción del PP en la oposición que sitúa a Moreno frente al espejo de su gestión
Este tuit de Juan Manuel Moreno explicando la iniciativa tiene diez años y sitúa al ahora presidente de la Junta frente al espejo de su gestión, porque los problemas que denunciaba entonces no se han solucionado y, algunos, se han agravado.
Sus manifestaciones y la propia acción que entonces lideró el PP evidencia que la gestión sanitaria se ha convertido en el mayor problema del Gobierno de Moreno, ahora en mayoría absoluta.
Pese a los sucesivos planes de choque que ha ido anunciando para reducir las listas de espera, con presupuestos millonarios para derivar pacientes a centros sanitarios privados -llegó incluso a plantear que fuesen de otras comunidades vecinas-, los últimos datos oficiales, publicados en noviembre, señalaban que el tiempo medio de espera para operarse en Andalucía es el más alto de España, con 160 días.
La Atención Primaria se ha colapsado en los años de gestión del PP en Andalucía, y muchos centros de salud no tienen citas disponibles antes de dos semanas. Eso cuando tienen la plantilla médica y de enfermería completa, porque en algunas comarcas faltan pediatras, enfermeras, equipos de urgencias y médicos y médicas.
A todo se suma la crisis más grave, la de los cribados del cáncer de mama, un problema que el Gobierno de Juan Manuel Moreno no ha sabido gestionar. Comenzó desprestigiando a las mujeres denunciantes, la Asociación Amama. Dado que pronto se confirmó la envergadura de la crisis tuvo que cambiar de estrategia. No eran cuatro o cinco casos como trató de minimizar al principio, son 2.317 mujeres -14 de ellas en Granada-, según la cifra reconocida por la Junta, que no fueron alertadas de que sus mamografías no eran concluyentes, lo que provocó que muchas desarrollaran cáncer sin saberlo y, lo que es más grave, sin diagnóstico ni tratamiento,
El cambio al frente de la Consejería, que dejó en manos de Antonio Sanz, de perfil duro y curtido en los años de la política más áspera del PP andaluz en la oposición, no baja decibelios a las reacciones de la Junta
El cambio al frente de la Consejería, que Moreno dejó en manos de Antonio Sanz, de perfil duro y curtido en los años de la política más áspera del PP andaluz en la oposición, no baja decibelios a las reacciones de la Junta, que se revuelve ante una situación inédita para el presidente. De hecho, el archivo de la investigación que abrió la Fiscalía de Sevilla para determinar si se habían manipulado pruebas ha vuelto a elevar el tono de la Junta contra Amama, a la que antes había apercibido exigiéndole que le facilite los datos de las mujeres que se han puesto en contacto con la oposición. El PP en el Gobierno de Andalucía recurre -como lo hace en los gobiernos locales y en Diputación- al "no todo vale". Tras ese archivo, en una entrevista con Canal Sur, Sanz aseguró que en la oposición están "obsesionados por destruir al Gobierno" y que habían querido "hacer daño al sistema por electoralismo imprudente".
Después de repasar la campaña #PorUnaSanidadDe10 que impulsó hace una década el Partido Popular y volver a escuchar a Antonio Sanz cabe preguntarse si entonces la motivación era el electoralismo. También surge otra pregunta: ¿qué dirían ahora Juan Manuel Moreno y su consejero Antonio Sanz si se abriera un WhatsApp para denunciar los fallos por los cribados?
Lo que está claro, como entonces resaltó el PP andaluz en el decálogo de reivindicaciones de la iniciativa, es que "la sanidad es responsabilidad de la Junta de Andalucía", ahora gobernada por el PP de Juan Manuel Moreno, siguiendo el mismo esquema que entonces utilizaron los populares.
El Ministerio Público abrió dos investigaciones, una en Sevilla que ha archivado al concluir que no hubo manipulación ni borrado de informes de mamografías y otra en la Fiscalía Superior, que investiga los fallos en el programa de cribados, qué los ocasionó y qué medidas se han adoptado
Cabe destacar también que la Fiscalía Superior de Andalucía sigue investigando el escándalo de los cribados de cáncer de mama. Al menos no ha informado de momento de que la haya archivado. Porque las diligencias a las que sí ha dado carpetazo corresponden a la investigación que abrió la Fiscalía de Sevilla tras recibir las denuncias por posible manipulación de los resultados de las mamografías en los historiales de pacientes. Lo que dice el Ministerio Público es que no ha ha detectado manipulación ni borrado. El 'apagón' en el acceso a los datos se debió, según la Fiscalía, a una avalancha de consultas.
En la nota que informaba del archivo se recoge una precisión, referida a un caso particular de una paciente que denunció la supuesta eliminación de un informe y la anulación de una ecografía. En ese caso la Fiscalía no habló de saturación. Y, aunque aseguró que la investigación técnica "ha descartado cualquier manipulación", atribuyó en este caso concreto "los cambios en la programación de pruebas" a "criterios de gestión clínica y no a una intervención externa o malintencionada".
En lo que respecta a la investigación a cargo de la Fiscalía Superior de Andalucía, el decreto de incoación de diligencias reclamó información a la Junta sobre los fallos registrados y pidió también conocer las medidas que había puesto en marcha la Consejería de Sanidad. Ese decreto se dictó tras recibir varias denuncias por fallos en los cribados del cáncer de mama que "pudieran corresponder a un defectuoso funcionamiento o aplicación del proceso asistencial integrado del cáncer de mama".
Lo que reclamó el Ministerio Público a la Consejería de Sanidad en este caso es que informara sobre "los hechos, las medidas adoptadas para la reparación del daño de las víctimas y sobre la prevención de hechos futuros similares". Cuando se abrió la investigación -conocida el 23 de octubre-, la Junta ni siquiera había informado del alcance de los fallos por provincias y hacía hincapié en circunscribir la crisis a Sevilla y al Hospital Virgen del Rocío.
Estos eran el decálogo y la justificación que acompañaban la recogida de firmas que impulsó el PP andaluz, en 2016, en la plataforma change.org, en la que consiguió 1.578 firmas, según se puede comprobar aún:
"La sanidad es responsabilidad de la Junta de Andalucía, gobernada por el PSOE de Susana Díaz. Desde el Partido Popular Andaluz, le tendemos la mano para conseguir, entre todos, una sanidad mejor.
Si estás de acuerdo con este decálogo, FIRMA por una sanidad mejor, de todos y para todos, que cuente con los profesionales y piense más en los andaluces.
(En nuestras mesas de firmas, en las sedes del PP o a través de esta plataforma).
LOS ANDALUCES QUEREMOS…
1…el fin de las listas de espera para operaciones, consultas y pruebas diagnósticas.
2...que no se cierre por vacaciones la Sanidad, provocando retraso de operaciones y hacinamiento en urgencias y plantas de hospitales.
3...asistencia sanitaria de la misma calidad y en el mismo tiempo en toda Andalucía, se viva donde se viva.
4...los hospitales y consultorios cuya promesa de construcción se ha incumplido.
5...que no haya subasta de medicamentos porque confunde y dificulta el acceso a los mismos en igualdad de condiciones.
6...que no se siga maltratando a los profesionales de la sanidad andaluza, se recuperen las plantillas ahora recortadas, se cubran las vacantes y terminen los contratos basura.
7...la libre elección real de médico, enfermero y hospital.
8...que la Junta de Andalucía colabore con las ONGs en la atención a las personas con discapacidad.
9...una sanidad despolitizada, basada en la transparencia, las competencias profesionales y la igualdad de oportunidades.
10...aumentar el presupuesto sanitario hasta la media española por habitante".



























