Analizamos la gestión del bipartito al cumplirse un año de la investidura de Luis Salvador como alcalde

Un año sin logros

Política - M.A. - Domingo, 14 de Junio de 2020
Con los primeros seis meses 'perdidos' en resolver los problemas internos, la gestión del gobierno que encabeza Luis Salvador pasa su primera evaluación sin logros y salvada in extremis por el acuerdo con el PSOE para sacar adelante los presupuestos, aún no aprobados.
Luis Salvador y César Díaz en la presentación de las señales de tráfico para la nueva movilidad.
J.A./Ayto.Granada
Luis Salvador y César Díaz en la presentación de las señales de tráfico para la nueva movilidad.

Al hacer balance, los gobiernos acuden con una lista de gestiones ordinarias para adornar los grandes logros. El alcalde de Granada, Luis Salvador, que el 15 de junio cumple un año en el despacho de la Mariana, no podrá exhibir los ansiados avances para cualquier equipo de gobierno. Y no porque la pandemia haya frustrado sus planes, sino por la falta de pulso municipal de un gobierno que sólo tuvo latidos y pulsaciones aceleradas cuando hubo roces entre los socios.

Difícil hacer balance del trabajo propio cuando buena parte de las 80 medidas que terminaron integrando el programa de gobierno de Cs y PP -firmado dos semanas después del pleno de investidura- era una enumeración de proyectos que deben impulsar otras administraciones. Y sólo 30 de ellas nuevas, al haber rescatado desde el Cierre del Anillo de la Circunvalación, el polémico teleférico o incluso el gran espacio escénico o Palacio de las Artes -llamado en otro tiempo teatro de la ópera-.

Es posible que Salvador, que al cumplirse en mayo el año de las elecciones municipales aseguró que demostraría "con datos" los avances, saque a relucir las obras complementarias del Metro, como las del eje Arabial-Palencia, que han arrancado con polémica por la tala de árboles, o la de los Paseíllos Universitarios. Pero son obras ejecutadas por la Junta de Andalucía, como el estudio informativo encargado para la ampliación de las líneas. El alcalde, casi más que el PP municipal, se siente cómodo cerca del Gobierno andaluz, un acercamiento que vende como un éxito propio.

La consejera Marifrán Carazo, en su visita institucional al Ayuntamiento en septiembre del año pasado. junta de andalucía

Pero no le ha ayudado la gestión de PP y Ciudadanos en la Junta a salvar los obstáculos municipales. Han sido PSOE y Podemos-IU las fuerzas que, en dos momentos diferentes de este año, han salido en su rescate. 

En su acuerdo de gobierno se comprometieron a congelar el IBI, pero lo han subido. Todo un símbolo

Primero fue la confluencia, votando también a favor del plan de ajuste que el pasado noviembre dio oxígeno al gobierno municipal. Un voto justificado en su día en la responsabilidad de salvar de la quiebra al Ayuntamiento que permitió, una vez aprobado el plan, acogerse a una medida de Hacienda para retrasar el pago de intereses derivados de créditos. Oxígeno, sí, y liquidez para reducir el periodo medio de pago a proveedores, pero con un precio alto: subir el IBI. Y ello a pesar de que una de esas 80 medidas firmadas entre PP y Ciudadanos era congelar ese impuesto durante cuatro años. Todo un símbolo.

El año de gobierno da otro paso que salva in extremis la carta de presentación de Salvador. Ahora es el PSOE el que ha acordado con -los portavoces municipales- PP y Ciudadanos apoyar los presupuestos municipales. Aún no están aprobados, pero el compromiso de sacarlos adelante tras cinco años de prórroga llena unas manos vacías. 

Entre una y otra medida han pasado muchos meses y el mundo ha cambiado por el coronavirus, que obliga a resetear. 

De momento, el alcalde ha perdido una gran oportunidad de recuperar el liderazgo que no le dieron las urnas en las duras semanas del confinamiento. Sin proyección cuando era necesario para la ciudadanía tener la seguridad de que tomaba las riendas de la ciudad, avanzada la desescalada ha optado por multiplicar sus apariciones en la televisión municipal, TG7, y en algunas cadenas nacionales para hacer oposición al Gobierno central, en la cuota de apariciones de Ciudadanos. 

Un plan estratégico de la cultura mal concebido

No ha podido el alcalde concluir la redacción del Plan Estratégico de la Cultura que anunció en su discurso de investidura. Se comprometió a sacarlo adelante en seis meses, pero el método de trabajo elegido para redactarlo, una comisión con comparecientes, ha sido una fórmula poco exitosa. Concebida para exprimir la capitalidad en titulares, no ha aportado innovaciones y sí muchos lugares comunes, y se ha prolongado en el tiempo, topándose con el confinamiento. 

Una de las primeras reuniones para redactar el plan estratégico de cultura. ayto.granada

Con un ayuntamiento sin posibilidades económicas, una comisión no requiere presupuesto y pone el foco en la cultura, que tampoco ha sido un mar en calma. La inestabilidad de la OCG no lo ha permitido. Pendiente también de que se desatasque la complicada situación financiera que sigue asfixiando a la formación musical.

El apartado cultural abría el documento de 80 medidas de gobierno que Cs y PP titularon "Granada sale a competir". Tras esa docena de medidas culturales, el bloque de Turismo, en el que, de las 8 medidas, sólo la alianza con el Puerto de Motril para promocionar la ciudad entre cruceristas acaba de ser anunciada por el Consistorio. La alianza Granada-Motril-Puerto ya venía impulsada de administraciones anteriores. 

Un documento en el que hubo también espacio -cerrando- para las medidas de salud y deporte. Un apartado este último que, recién estrenado el mandato, dejó en mal lugar la gestión municipal, al perder Granada la sede del World Padel Tour.

En urbanismo, infraestructuras y medio ambiente, el protagonismo, como se ha indicado, recae en otras administraciones, responsables de grandes proyectos -Metro, teleférico o soterramiento, que llegó a cuestionar el alcalde, rectificando después-. Y el gobierno local se puede aferrar a los estudios informativos encargados, bien inicialmente o ya en fase avanzada, por la Junta o el Gobierno central. Como el estudio para la ampliación del Metro, que puede servir como ejemplo, encargado por la Administración autonómica. 

En materia de movilidad, la desescalada ha obligado a tomar medidas ante el temor que se dispare el uso del vehículo privado para evitar transporte público colectivo por miedo al contagio. Prioridad en las calles para autobuses, bicicletas y Vehículos de Movilidad Personal frente al coche privado y peatonalizaciones, las fórmulas elegidas -o impuestas, según se mire, por la pandemia-.

Manuel Olivares, entre Luis González y Francisco Fuentes, en el pleno extraordinario de principios de mayo. j.a./ayto. granada

Que en ese documento citado, el de las 80 medidas, no hubiera un bloque específico de empleo parecía una premonición sobre una de las decisiones más polémicas y que empañan aún más la escasa gestión del bipartito: la renuncia a los fondos de Europa para impulsar programas de empleo. Más de 9 millones de euros.

Con titubeo, al intentar sin éxito el alcalde frenar la decisión de Manuel Olivares, compañero de filas que desafió a Salvador y terminó ganando, con el apoyo del PP. Una fallida y cuestionada decisión municipal -a finales del pasado año- que desató la gran crisis interna en el grupo de Ciudadanos, no recuperada. 

Pendientes de la renovación de grandes contratos: Rober e Inagra

Las dos grandes concesiones municipales, la de Inagra y Rober, afrontarán, con distinto calendario, su renovación. Y han sido los grandes contratos el detonante, o acaso la excusa perfecta, para que estallara la gran crisis política que, a fuego lento, se ha cocinado desde la madrugada del 15 de junio del pasado año. El protagonista, como es conocido, Sebastián Pérez. El sonoro portazo a su partido, acusándolo de vender a Granada en su pacto con Ciudadanos para mantener el poder en otras ciudades, vino a cuento del deseo concedido a Vox para que controlara, en una comisión de nueva creación, esas grandes contrataciones. Pérez dejó la presidencia del PP, no el cargo municipal, y Vox ha renunciado ahora a presidir esa comisión, que ni siquiera está claro si se constituirá. 

Repasa el documento con las 80 medidas de gobierno que suscribieron Ciudadanos y PP, y juzga: Granada sale a competir