El servicio municipal de Salud Pública inspeccionó más de un millar de establecimientos en 2018, que cerró sin activar alertas sanitarias

E+I+D+i - IndeGranada - Lunes, 25 de Marzo de 2019
El balance de ese servicio, que reúne la actividad de la Inspección de Consumo, la Unidad Veterinaria y el Laboratorio Municipal de Salud Pública, evidencia el "esfuerzo ingente" de sus profesionales para velar por la salud pública en la ciudad.

Nave de frutas en MercaGranada. mercagranada.es

El servicio municipal de Salud Pública del Ayuntamiento de Granada, que depende del área de Medio Ambiente, llevó a cabo inspecciones a más de un millar de establecimientos durante 2018, un ejercicio que cerró sin alertas sanitarias en la capital.

Así los subrayan a El Independiente de Granada fuentes del área de Medio Ambiente. El balance que recoge la actividad desempeñada por la Unidad de Inspección de Salud, formada por los inspectores técnicos de Consumo; la Unidad Veterinaria; y el Laboratorio Municipal de Salud Pública refleja, apuntan estas fuentes, "la ingente actividad" desempeñada por estos profesionales.

En lo que se refiere a la Unidad de Inspección de Salud, esta veló por el control higiénico-sanitario en residencias de personas mayores; piscinas públicas y privadas; funerarias; torres de refrigeración de 82 establecimientos, SPA y balnearios urbanos y locales que tienen equipos de enfriamiento evaporativo en sus terrazas -todos para el control de la legionella-. También por higiene alimentaria en comedores de escuelas infantiles, cafeterías de hospitales, establecimientos de comidas preparadas, merenderos o cafeterías de centros educativos, además de bares, restaurantes chinos o locales dedicados a la venta de frutas, entre otros. En esta actividad se incluye también muestreo semanal de la red de abastecimiento de agua.

En el caso de la Unidad Veterinaria, es la encargada de las inspecciones en grandes superficies como Alcampo o Hipercor, y grandes industrias, como Puleva, Cervezas Alhambra o Espadafor. También de las campañas de establecimientos minoristas, como carnicerías, panaderías o pescaderías. La Unidad Veterinaria se encarga también de comprobar las alertas denominadas SCIRIA, que es un sistema de intercambio rápido de información para garantizar que no se están vendiendo productos afectados por algún tipo de incidencia lanzada en otro lugar. Hubo siete actuaciones de este tipo.

Las muestras recogidas en estas inspecciones y campañas llegaron al Laboratorio Municipal.