El centro de Granada se llena de hoteles, con la reconversión de edificios históricos
Un nuevo edificio de Gran Vía será reconvertido en hotel
El centro de Granada se llena de hoteles, te contamos el último, de momento.
P.V.M.
Edificio que albergará un nuevo hotel.
Ahora toca el turno al edificio número 57 de la Gran Vía de Granada. Se va a sumar también a la amplia oferta hotelera que ya existe en esta calle principal de Granada. Sus propietarias ya han iniciado el desalojo de los pisos y bajos alquilados para reconvertirlo en un hotel de 4 estrellas. El edificio va a ser sometido a una reforma profunda para adaptarlo a uso hotelero. Se sumará a la oferta que sus propietarias ya tienen en explotación con el Hotel Monjas del Carmen, en la calle Cuchilleros (3 estrellas).
Los edificios números 57 y 59 son casi gemelos, situados en el extremo de la Gran Vía. Fueron promovidos por el empresario, banquero y abogado Ricardo Castella González-Aurioles en 1906 sobre un solar de 691 metros. El arquitecto Juan Jordana y Montserrat planteó dos edificios gemelos, pero con escaleras independientes, con extensa fachada a la Gran Vía y laterales a las calles Tinajilla y Beaterio del Santísimo. Consta de bajos comerciales, tres plantas de pisos de alquiler, más una terraza con buhardillas (utilizadas hasta ahora por la pensión Atlántida). Los techos de los pisos son altísimos, de entre 3,5 y 3,90 metros. Los dos bloques tienen luces a un patio trasero lindero con la residencia religiosa. El edificio fue inaugurado en el año 1908.
Los bajos comerciales de los edificios 57 y 59 ya fueron desalojados. Primero lo hicieron las bodegas Espadafor; después el Banco Popular; y muy recientemente la farmacia de la esquina.
Bodegas Espadafor, cerradas el pasado año tras casi un siglo en el bajo de este edificio.
Este hotel de Gran Vía 57 viene a sumarse al reciente proyecto de reconvertir también el edificio de la Banca Rodríguez Acosta (en el número 14) en hotel de lujo. La oferta hotelera de la Gran Vía es bastante completa en este momento. Hay algunos edificios completos destinados a hoteles y otros a pensiones, apartamentos, etc.
Son hoteles íntegros los edificios números 25 (Hotel Spa, antiguo Macíá); el número 26 (Hotel Eurostars, cinco estrellas), en la primera casa que fue levantada en la Gran Vía, precisamente propiedad de Juan López Rubio, el promotor de la apertura de la Avenida del Azúcar. También el edificio número 44 está destinado por entero a uso hotelero, en este caso Suites Gran Vía. El edificio 36 también está ocupado casi por completo por los hostales Atenas y Sonia, de dos y una estrellas, respectivamente. En el número 17 están situados los Apartamentos Hábitat. En el número 55 hay una planta de apartamentos turísticos; y en el 57 un albergue turístico.
Y en el número 31, el Hotel Santa Paula, el mayor y de más lujo de toda la Gran Vía.
En su origen, la Gran Vía sólo contempló la construcción de dos hoteles de lujo para el incipiente turismo que empezaba a despuntar a comienzos del siglo XX. El Hotel Colón ocupó la esquina impar de Gran Vía, aunque la entrada está por la calle Reyes Católicos; fue promovido por una sociedad de inversores, que al final no vieron claro el negocio y lo reconvirtieron en pisos de alquiler. En los bajos estuvo Créditos la Paz y actualmente Cortefiel.
El otro edificio hostelero original fue el Hotel París, en el número 3 de Gran Vía, tapando el ábside de la Catedral. En este caso sí llegó a abrir como hotel y café en los bajos. Pero con el tiempo fue también reconvertido en pisos y bajos comerciales. Este bloque fue propiedad de la familia del alcalde Manuel Sola Rodríguez-Bolívar.
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