La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) en Granada lamenta las cifras de paro globales conocidas hoy en la Encuesta de Población Activa (EPA) y la situación de necesidad y de incertidumbre que afrontan miles de familias en todo el país. En la provincia de Granada, los datos ofrecidos hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondientes al primer trimestre de 2020 bajan en 5.500 el número de personas ocupadas en la provincia respecto al último trimestre del año anterior, situando en 336.500 las personas ocupadas en la provincia en Granada y la tasa de paro en el 19,08%. 

La presidenta CSIF en la provincia, Victoria Pineda, subraya que “a pesar de que los datos no son nada alentadores, debemos tener en cuenta que no son indicadores ni reflejan la realidad de nuestro mercado laboral ya que tendremos que esperar a analizar los datos de abril, mayo y junio para conocer las verdaderas consecuencias de la crisis sanitaria del coronavirus sobre nuestro tejido productivo”.

Pineda considera que la EPA del segundo trimestre “podría ser la peor de toda la historia” y urge a “trabajar en un plan estratégico de empleo que dé prioridad a la protección social, en donde repensemos nuestro sistema productivo orientándolo hacia sectores que no dependan fuertemente del turismo, y fortaleciendo nuestra industria para volver a crear empleo de calidad y cualificado”. Al tiempo, subraya la importancia de que “servicios públicos esenciales, como la Sanidad y la Educación, se refuercen y sean generadores de empleo y dinamización económica en el contexto actual”.

En cuanto a las Administraciones Públicas, y según datos de la Encuesta de Población Activa, España prescindió de 37.400 puestos de trabajo en la rama de actividad de la sanidad y residencias durante el primer trimestre del año, coincidiendo con el brote y expansión del Covid-19.

De igual forma, según la EPA, la tasa de temporalidad de nuestras administraciones públicas en este primer trimestre del año asciende hasta el 27,4 por ciento (3 puntos por encima del sector privado), lo que refleja la precariedad de un ámbito fundamental en la gestión de las prestaciones y servicios que reciben nuestros ciudadanos y por tanto su vulnerabilidad ante situaciones de crisis como la que afrontamos estos días.