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La UGR aplica las restricciones que la Junta acordó sin consultarle y espera que sirvan para no confinar Granada

Ciudadanía - M.A. - Jueves, 15 de Octubre de 2020
Tras reafirmar el principio de autonomía universitaria, al que no renunciará, la rectora, Pilar Aranda, garantiza la máxima cooperación y lealtad institucional.
Imagen de un aula de la UGR, sin estudiantes, este jueves.
Álex Cámara/EP
Imagen de un aula de la UGR, sin estudiantes, este jueves.

 

La Universidad de Granada aplica desde este jueves las restricciones impuestas por la Junta de Andalucía, unas medidas que no fueron consultadas con la institución académica, a diferencia de lo ocurrido en otras comunidades autónomas, y que se cumplirán con la máxima "cooperación" y "lealtad institucional", con la aspiración de que puedan servir para "no confinar Granada". 

Así lo ha trasladado la rectora de la UGR, Pilar Aranda, en una rueda de prensa -semipresencial, tanto para periodistas como el equipo del Rectorado- para analizar la situación tras la publicación y entrada en vigor de la orden que suspende las clases presenciales e impone el cierre de colegios mayores y residencias de estudiantes a las 22.00 horas. 

Aranda ha vuelto a subrayar que la Junta no hizo partícipe en ningún momento a la institución en el diseño de las medidas. Fue ayer miércoles cuando mantuvo una conversación con el consejero de Presidencia y portavoz del Gobierno andaluz, Elías Bendodo. Durante las reflexiones de Aranda a propósito de las preguntas de los periodistas, la rectora cree que estos dos días, desde que la Junta dio a conocer que cortaba la asistencia presencial a las aulas universitarias granadinas, han servido para "reflexionar sobre lo que representa el principio de autonomía universitaria".

Tras esa conversación con Bendodo, hubo una reunión, técnica, entre responsables de la Consejería de Salud y Familias, la de Universidades y el equipo de la UGR para concretar aspectos como la necesidad de no cortar las prácticas, como finalmente se plasmó en la orden publicada en BOJA.

Un momento de la rueda de prensa en la que rectora interviene por videoconferencia. indegranada

La UGR no entiende, y ha vuelto a quedar claro en la rueda de prensa de este jueves, las limitaciones impuestas a sus campus, porque, como ha repetido la vicerrectora Margarita Salas, de la que depende el Servicio de Salud y Prevención de Riesgos Laborales, son espacios "seguros". El estudiantado mantiene un comportamiento "impecable" en los espacios universitarios, donde se respetan "con rigor" las medidas, planteadas como "excepcionales, temporales y preventivas".

La Junta trasladó a la Universidad que estas restricciones se adoptaban para "disminuir la movilidad en la ciudad de Granada". Argumenta también otros datos, como los contagios en la franja de edad entre 15 y 29 años, sobre los que la UGR precisa: nuestro estudiantado está más bien entre los 18 y 24-25 años.

En cualquier caso y, pese al atropello que la institución académica entiende que ha recibido, las restricciones están en marcha. Serán diez días naturales, si no hay prórroga, posibilidad que recoge la orden si la evolución epidemiológica no es buena. ¿Cuáles son los parámetros que se evaluarán para decidir si se prorrogan o no esas restricciones? El Gobierno andaluz no ha comunicado esos indicadores a la UGR. Por ello, al ser preguntada, la rectora ha respondido: "Me encantaría confiar en la excepcionalidad de la medida".

Sería "una magnífica noticia", ha agregado, que finalizado el plazo, los datos fueran "extraordinarios". No obstante, también ha advertido del "error" de establecer un "ensayo/error".

"Acostumbrada a los ataques políticos"

Sobre las duras críticas que recibió este miércoles del PP andaluz, que llegó a hablar de "irresponsabilidad" y "populismo", Aranda ha dicho estar acostumbrada a los ataques políticos, como los que recibió al presentarse por primera vez para desempeñar la responsabilidad de rectora. "Mi ideología política nunca la he ocultado", ha indicado para agregar que es profesora ante todo y servidora pública. 

Tras enfatizar que no quiere "confrontación", ha resaltado que en Valencia y Cataluña los rectores sí fueron consultados a la hora de tomar decisiones que afectan a las universidades. 

Aranda ha admitido que están siendo días "complicados y difíciles" y, sobre si ha echado en falta una defensa más cerrada a la UGR, ha asegurado que esta ciudad se siente globalmente identificada y orgullosa de su Universidad.