El sonido de las campanillas inunda el Domingo de Resurrección de Motril
En esta atípica Semana Santa, sin procesiones ni nazarenos ni ríos de gente llenando las calles, hay una tradición motrileña que no ha faltado en este Domingo de Resurrección: el sonido de las campanillas. Asomados a ventanas y balcones, los motrileños han hecho sonar campanillas y vasos de cristal, como ocurriría durante el desfile procesional del Dulce Nombre de Jesús.
Es un paso declarado de Interés Turístico Nacional desde 2003, en el que los jóvenes son los protagonistas haciendo sonar las campanillas durante la procesión.
Lo que este domingo se ha vivido en Motril da respuesta a la llamada formulada por la Muy Antigua Archicofradía del Dulce Nombre de Jesús y Primitiva y Real Hermandad y Cofradía de Nazarenos de la Santa Vera Cruz (Cristo de la Expiración) y María Santísima del Valle” de Motril a través de las redes sociales, pidiendo a la ciudadanía motrileña que saliese el Domingo de Resurrección a las 13.00 horas a sus balcones.
Desde la Hermandad se animaba a que "Motril se inunde del sonido más característico de este día aunque el Señor no pueda salir a las calles", convocatoria que ha sido muy aplaudida por los vecinos y vecinas que esperaban con impaciencia que fuese la hora citada para comenzar a sonar las campanas.
