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CONVERSACIÓN SOBRE LA PANDEMIA Y LA SALUD PÚBLICA, POR JOAN CARLES MARCH

María Teresa Ruiz Cantero, catedrática de Medicina Preventiva y Salud Pública y experta en Género y Salud: “Tener todos los datos de covid-19 por sexo ayudará a confirmar o descartar las desigualdades de género en la atención sanitaria a la COVID-19”

Ciudadanía - Joan Carles March - Domingo, 5 de Septiembre de 2021
Joan Carles March, exdirector de la Escuela Andaluza de Salud Pública, médico y especialista en Salud Pública de gran prestigio y reconocimiento internacional, en su serie de entrevistas con relevantes personalidades en Salud Pública, una charla con María Teresa Ruiz Cantero, que traslada reflexiones de gran relevancia.
María Teresa Ruiz Cantero y Joan Carles March, durante la conversación.
Indegranada
María Teresa Ruiz Cantero y Joan Carles March, durante la conversación.
  • “Tener todos los datos de la COVID-19 por sexo, también ayudará a tomar decisiones objetivas y precisas en hombres y mujeres basadas en pruebas ya que, de lo contrario, la ceguera de género en la atención y el control sanitario a la COVID-19 persistirá”

Joan Carles March conversa con María Teresa Ruiz Cantero, catedrática de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Alicante (UA), investigadora del Centro de Investigación de Estudios de Género de la UA y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP). Experta, especializada, en prevención y salud pública con perspectiva de género. Además de miembro del equipo editorial de Gaceta Sanitaria.

Hace un tiempo abrió un espacio en change.org para poder investigar en género por lo que pedía el acceso a la información sobre la COVID-19, por sexo: Prioricen la salud de las mujeres. Todos los Datos de la COVID19 diferenciados por sexo YA.

Más de 40.000 personas han firmado este espacio de change.org. Esta situación, nos cuenta, viene del año 2020, momento en el que pidió los datos al Centro Nacional de Epidemiología, pero no obtuvo respuesta. Y a raíz de una sugerencia que le hizo la vicerrectora de igualdad de la Universidad de Alicante, que le dijo que lo hiciera por el portal de transparencia, lo consiguió, ya que obligaba a tener una respuesta en un mes.

Hubo un apagón de género el 29 de mayo. Le dijeron que tienes que montar un proyecto de investigación, que lo ha hecho, y pedir todas las variables por sexo, lo mismo que solicitó al portal de transparencia

Le respondieron muy correctamente diciendo que era mucho trabajo lo que María Teresa les pedía. Ha tenido más ofertas de publicarlo en medios de comunicación. Change.org se puso en contacto con ella. Lo que hay es una pequeña base de datos por CCAA, por sexo, pero es demasiado poco para hacer investigaciones con mayor profundidad y lo que subyace son desigualdades de género. Está contenta de la respuesta obtenida en el portal Change. Y quiere hacer un análisis de género de las respuestas que se han dado porque el sexo sí que es una variable que sí se obtiene. Una de las personas que le respondió le dijo que hay datos por sexo. Pero su petición es TODOS los datos por SEXO. Todos los datos que se necesitan están. Hubo un apagón de género el 29 de mayo. Le dijeron que tienes que montar un proyecto de investigación, que lo ha hecho, y pedir todas las variables por sexo, lo mismo que solicitó al portal de transparencia.

Hablamos de la situación que origina la petición: Según la información del Instituto Nacional de Estadística, entre enero y mayo del año 2020, fallecieron más mujeres que hombres por sospecha de COVID-19, mientras que se confirmó la COVID-19 antes de fallecer a menos mujeres que hombres. Además, en este periodo las mujeres fallecieron por COVID-19 (confirmada y sospechosa) en los hospitales con menor frecuencia que los hombres, y con mayor frecuencia por esta causa en los centros sociosanitarios. No se encuentran datos posteriores. Y la información que se ve, con síntomas y signos clínicos, es poco útil. La mayor gravedad en los hombres que en las mujeres, evidenciada por la mayor frecuencia de fallecimientos por COVID-19, justifica la también mayor frecuencia de hospitalizaciones en los hombres que en las mujeres.

Una de las estadísticas mostradas por María Teresa Ruiz Cantero, durante la conversación con Joan Carles March.

Sin embargo, con la información ecológica aportada por el Sistema de Vigilancia Epidemiológica (SiViE,) se muestra que en hombres y mujeres fallecidos/as por COVID-19, en quienes la igual gravedad no cabe duda, el ingreso en la unidad de cuidados intensivos es más frecuente en los hombres. A falta de otros indicadores, este es un indicador indirecto de un mayor esfuerzo terapéutico en un sexo respecto al otro, y supone un sesgo de género en la atención sanitaria a la COVID-19 en perjuicio de las mujeres. Es posible que la distinta presentación clínica de la COVID-19 en las mujeres respecto a los hombres, de la que se tiene conocimiento por los informes epidemiológicos del Centro Nacional de Epidemiología, haya producido una menor sospecha diagnóstica de COVID-19 en las mujeres e incluso una menor hospitalización de estas, derivando en la menor frecuencia de fallecimientos en los hospitales mencionada, e incluso en la mayor frecuencia de muertes por COVID-19 sospechosa en las mujeres. La información sobre signos y síntomas por sexo desapareció de los informes epidemiológicos el 29 de mayo de 2020; un desafortunado «apagón de género» en los datos sobre la COVID-19. La realización de un mayor esfuerzo terapéutico depende de una variedad de factores propios del estado de salud de los/las pacientes, de los síntomas y signos, de la comorbilidad, de la edad, de los recursos existentes y del conocimiento que fundamenta la decisión profesional. A las publicaciones de que los hombres se benefician más del uso de los servicios sanitarios que las mujeres, se suman ahora evidencias en la COVID-19. En Japón se encontró un mayor retraso diagnóstico (>6 días) en las mujeres que en los hombres con COVID-19 sintomática. Y según UN Women, en países de Asia y del Pacífico las mujeres se enfrentan a más desafíos y experimentan tiempos de espera más largos que los hombres para acceder a la atención médica.

Por tanto, según María Teresa, es pertinente la incorporación de la perspectiva y del análisis de género, que será viable si las autoridades sanitarias priorizan aportar toda la información de la COVID-19 por sexo

Por tanto, según María Teresa, es pertinente la incorporación de la perspectiva y del análisis de género, que será viable si las autoridades sanitarias priorizan aportar toda la información de la COVID-19 por sexo. Futuras investigaciones podrán confirmar o descartar las desigualdades de género en la atención sanitaria a la COVID-19, pero en una epidemia es crucial contar con información por sexo en tiempo real para contribuir a tomar decisiones objetivas y precisas en hombres y mujeres basadas en pruebas; de lo contrario, la ceguera de género en la atención y el control sanitario a la COVID-19 persistirá.

Sobre qué es lo que sabemos de diferencias por sexo en covid-19, ahora, dice María Teresa, sabemos lo mismo que antes. Un organismo no gubernamental Global Health 50/50, tiene información por sexo de todas las patologías y también de covid-19. Desde el 24 de marzo al 19 de mayo, vemos la distribución por casos en España, vemos más casos de mujeres que de hombres; y además vemos que las muertes se van acercando progresivamente en el número de casos en hombres y en mujeres. Se dan mucha información de forma transversal y eso es poco útil, anulándose la variabilidad.

El confinamiento ha sido malo más para la salud de las mujeres que para la de los hombres, ya que las mujeres han estado más expuestas, porque hay mayor número de mujeres que de hombres en profesionales sanitarios y porque las mujeres en casa han tenido más actividades de cuidados, más mujeres cuidadoras y seguro que tuvieron que cuidar a sus familiares con covid-19 y además en los centros geriátricos, seguro que había un mayor número de mujeres viviendo en los geriátricos debido a su mayor eso está de vida. Esta tendencia de mortalidad seguro que ha habido un tema de infraregistro de casos de mujeres que de hombres. Mirando en el Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo), veíamos que había un exceso de mortalidad en mujeres que en hombres, en aquella época, quizás al haber más mujeres muy mayores, no pudieron ser atendidas y murieron de sus problemas crónicos o porque las mujeres de los geriátricos no eran diagnosticadas de covid y no eran tratadas. Y se pregunta si es posible que no ingresaran tanto las mujeres como los hombres, al haber más hospitalizaciones de hombres que de mujeres. Es posible que al ser hospitalizados más los hombres, estos eran diagnosticados y las mujeres no al ingresar menos. Para ella lo que pasa seguramente, como hipótesis, es que entonces no fueron diagnosticadas mujeres que murieron en los geriátricos.

A partir de ahí nos enseña lo que pasó en Canadá y en México. En Canadá, más casos en mujeres que en hombres y más mortalidad en mujeres que en hombres: eso no es muy habitual. En Suecia es muy parecido que en España con un gap no tan grande en mortalidad. Y en México, hay más casos en hombres y también mayor mortalidad en hombres. Seguramente, lo que subyace es que hay un infraregistro de casos de covid en mujeres.

Haciendo los cálculos con el programa MoMo, al inicio hay un exceso de mortalidad en hombres. Con el confinamiento, el exceso de mortalidad es superior en mujeres que en hombres

Y nos sigue explicando: Haciendo los cálculos con el programa MoMo, al inicio hay un exceso de mortalidad en hombres. Con el confinamiento, el exceso de mortalidad es superior en mujeres que en hombres.

En un análisis que ha hecho María Teresa, sabiendo que los hombres tienen más enfermedad respiratoria y neumonías que las mujeres y en cambio, las mujeres tienen más problemas digestivos, neurológicos y de piel que los hombres, nos explica que: Si las mujeres manifiestan la enfermedad de otra manera, es que no se ingresaban de la misma manera, porque no se conocía, lo de pérdida del gusto y del olfato fue posterior. Viendo lo que pasaba en el hospital general universitario de Alicante, como decía su responsable covid, que lo que veían que el diagnóstico de ingreso principal era neumonía. Y la OMS hablaba al inicio de enfermedad respiratoria e infecciosa. Y en diciembre de 2020 se cambió a inflamatoria.

A partir de ver cuántos ingresaban en UCI y cuántos estaban intubados, determina que hay 2,5 veces más ingresos en UCI en hombres que en mujeres fallecidos. Eso habla de un mayor esfuerzo diagnóstico y terapéutico en hombres

Cuenta además María Teresa que ahora se sabe también que gracias a las sociedades SEMG y SEMFYC, sobre la covid persistente que afecta más a mujeres que a hombres, un 79% son mujeres, lo que implica que no ha habido una detección precoz, no se ha tratado con antiinflamatorios y han quedado, las personas que no han muerto, tienen más secuelas. Se necesita más información. Y hacer un estratificado por edad y sexo en función de síntomas, de tiempos de curación, como e ilusas y gravedad para precisar por sexo la información que hay. Cómo cursa la covid en las mujeres no se está detectando a tiempo. Y ello es por falta de conocimiento. Necesitamos más conocimiento.

Dándole vueltas María Teresa a la situación que hay, en un estudio para la OPS que ha hecho, donde ve que México, Brasil, Argentina… sí que están los datos y ello le ha permitido extraerlos. Y sus claves: a partir de ver cuántos ingresaban en UCI y cuántos estaban intubados, determina que hay 2,5 veces más ingresos en UCI en hombres que en mujeres fallecidos. Eso habla de un mayor esfuerzo diagnóstico y terapéutico en hombres.

María Teresa Ruiz Cantero, durante la conversación con Joan Carles March.

Hay un buen número de patologías, cuenta María Teresa, que en el Gender innovations de la universidad de Standford, hace estudio de casos que lo que pretende subrayar es que con la perspectiva de género se harán mejores prácticas profesionales, mejores, más eficientes y más equitativas. Por ejemplo, la perspectiva de género en osteoporosis va a ser positiva para los hombres también, ayuda a ambos sexos. Hay un estudio publicado en Nature communication hecho en 21 años que en 700 enfermedades hay un mayor retraso diagnóstico en mujeres que en hombres exceptuando la osteoporosis donde el retraso es mayor en hombres. En el apartado de diagnóstico diferencial, en aquellas patologías que cursen de manera diferente en signos y síntomas, sí que se podría hacer un esfuerzo y ver cuáles son más frecuentes en hombres que en mujeres o viceversa. Hay que enseñar las diferencias, asevera María Teresa.

Los ensayos clínicos y la investigación es un tema que hay que poner encima de la mesa, según dice. Desde 1994, la FDA plantea que hay que tener en cuenta la perspectiva de “sexo/género” pero en Europa no quieren. Hay un lobby en Bruselas para forzar las recomendaciones de la FDA, pero no se consigue

Sobre la vacunación, no cuenta que Astra Zeneca tiene más voluntarios mujeres que hombres, al ser sanitarios la mayoría, aunque no da la diferencia por sexo. Pfizer, que da solo 6 casos de efectos secundarios, sí que da la información por sexo, aunque no se puede hacer ningún tipo de estudio. Se sabe que hay un cluster de casos en mujeres jóvenes en edad fértil y hay que estudiar si está relacionado. Hay posibles diferencias en farmacocinética y farmacodinámica, que hay que ver. La clave es que son muy pocos casos.

Los ensayos clínicos y la investigación es un tema que hay que poner encima de la mesa, según dice. Desde 1994, la FDA plantea que hay que tener en cuenta la perspectiva de “sexo/género” pero en Europa no quieren. Hay un lobby en Bruselas para forzar las recomendaciones de la FDA, pero no se consigue. Hay un artículo en el que dicen que no iban a incorporar la diferencia por sexo, aunque mucha gente de la que había era gente de la industria farmacéutica. No hay medicamentos para las mujeres en determinadas condiciones y situaciones. Hay una tendencia a prescribir los fármacos antiguos en las mujeres ya que con los nuevos no se atreven los profesionales. Normalmente hay un perjuicio por el impacto de los efectos secundarios en las mujeres Las mejores revistas científicas hacen revisiones de si han incorporado la perspectiva de género. Y la cosa está más o menos igual en 4/1, 4 hombres por 1 mujer. Con independencia de que encarezca el ensayo que María Teresa no lo cree, la verdad es que donde se gasta es en la fase 4 de los ensayos, 80% en esta fase. La EMA decía en su argumento para no meter lo mismo que la FDA, que se hicieran análisis estratificado por sexo si hay suficiente tamaño muestral, lo que le llevó a María Teresa a escribir un artículo que lo titula: ¿y si no hay?

Y hablamos de algunos temas más cómo de la comunicación en la pandemia, su poder de liderazgo y capacidad de empatía, que puedes escuchar y ver en el canal de YouTube de Gaceta Sanitaria.

Gracias María Teresa. Necesitamos tener todos los datos de covid-19 por sexo ya que ello ayudará a confirmar o descartar las desigualdades de género en la atención sanitaria a la COVID-19 y tomar decisiones objetivas y precisas en hombres y mujeres basadas en pruebas ya que, de lo contrario, la ceguera de género en la atención y el control sanitario a la COVID-19 persistirá.
Puedes ver la conversación completa de Joan Carles March con María Teresa Ruiz Cantero, catedrática de Medicina Preventiva y Salud Pública y experta en Género y Salud, en este enlace del canal de YouTube de la revista científica Gaceta Sanitaria:

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