Empezamos hablando de un artículo suyo publicado en El Mundo, titulado “Pagar dos veces por lo mismo”, que tiene que ver con esta situación específica vivida por las vacunas. La mayoría de las vacunas han tenido una fuerte financiación pública en su investigación, cosa atípica en lo que ha habido hasta ahora en otras vacunas, donde quien lo ha financiado siempre ha sido por vía privada. Al menos cada una de las vacunas ha recibido una financiación de alrededor del 50 por ciento de la misma con fondos públicos. Estamos pagando dos veces por las vacunas. Eso implica ser más sensato en los próximos contratos de vacunas, ya que al haber participado en el i+d, tenemos que compartir también los derechos de propiedad intelectual, hemos compartido la financiación y el riesgo y en cambio no hemos compartido la patente.

 Eso implica ser más sensato en los próximos contratos de vacunas, ya que al haber participado en el i+d, tenemos que compartir también lo derechos de propiedad intelectual, hemos compartido la financiación y el riesgo y en cambio no hemos compartido la patente

Sobre los contratos con la Unión Europea, plantea Jaime Espín, que la Comisión ha planteado unos contratos con muy buenos en precios; hay contratos de suministro, pero hay dos elementos que pueden mejorarse, como las cláusulas ligadas al incumplimiento y segundo, ligado a los derechos de propiedad intelectual, en caso de incumplir el acuerdo. Así que contratos muy exitosos en volumen y precios, aunque necesitan mejorar en cláusulas de incumplimiento como de propiedad intelectual.

Sobre las patentes, Jaime Espín comenta que la competencia de las patentes es nacional, no de la Unión Europea, por eso Joe Biden ha planteado que estudie la liberación de patentes a la Organización Internacional del Comercio y solo en el ámbito de vacunas y no de otros aspectos como son las tecnologías. Dice que es una especie de expropiación “temporal” para recibir una compensación por la liberalización. Nosotros tenemos una pandemia y la solución debe ser a corto plazo. La verdad es que las soluciones a corto plazo son difíciles. Una solución es el acuerdo como el de Rovi y Moderna, para producir 100 millones de vacunas a partir de septiembre. Las soluciones a corto plazo son complicadas, dice. La solución está en las licencias voluntarias. Hay que mejorar la red que existe actualmente de licencias voluntarias de producción de vacunas. La iniciativa de la OMS, Covax, estaba muy bien con aportaciones del 20 por ciento, en un entorno donde los países ricos tienen muchas vacunas. El problema que tiene, por ejemplo, Estados Unidos, es que no puede exportar vacunas a otros países. Y esa decisión la tendría que tomar EEUU. Por tanto, las buenas intenciones no son realistas muchas veces.

Producir, producir y producir es la solución en estos momentos y con la capacidad de pago que tienen los países puede ser una solución, señala Jaime Espín

Producir, producir y producir es la solución en estos momentos y con la capacidad de pago que tienen los países puede ser una solución, señala Jaime Espín. Hay que hacer un estudio de identificación de capacidades. Muchos países no tienen la capacidad para hacer estas vacunas. Y luego preguntar a los que tienen patentes y acceder a ellos a partir de pagar unos royalties, ajustándolo en función de la capacidad de pago del país.

Nadie ha apostado por la iniciativa de premios como decía el premio Nobel de Economía Josep Stiglitz. Esto no es factible en estos momentos, pero habría que hacerlo en otras pandemias o en enfermedades como el Alzheimer, con premios a la innovación y, entonces, la patente en ese momento se convierte en un bien público global y eso rompería el debate de las patentes y eso haría que la pandemia tuviera un cariz muy diferente. Eso debería llevarlo Naciones Unidas, es decir, un organismo internacional, nos cuenta Jaime Espín.

A posteriori, hay que hacer una evaluación del impacto de la gestión. Y hay que hacer una evaluación económica del futuro. Estamos haciendo una evaluación del impacto en el turismo con la Universidad de Granada

A pesar de que los países tendrían que entregar vacunas a países más pobres, tampoco, dice Jaime Espín, sobran tantas vacunas porque tenemos la capacidad que tenemos. Tenemos una sociedad muy egoísta. La solución realmente es aumentar la capacidad de producción. En momentos excepcionales hay que tomar medidas excepcionales. Y probablemente no se ha vuelto a la solución de Spitglitz, a volver a esta petición, con un instrumento más actual.

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Sobre la evaluación económica de la pandemia, evaluamos en términos de eficacia y de resultados en salud, dice Jaime Espín. A posteriori, hay que hacer una evaluación del impacto de la gestión. Y hay que hacer una evaluación económica del futuro. Estamos haciendo una evaluación del impacto en el turismo con la Universidad de Granada.

Jaime Espín cree que hay que tener una legislación especial para estos momentos. Hay que trabajar ante el cambio de medidas constante. Se deberían justificar más las medidas que se adoptan poniendo racionalidad como, por ejemplo, el cierre de parques infantiles. La regulación del precio de las mascarillas fue acertada. Más transparencia en las decisiones y más respaldo técnico a las medidas puestas en marcha.

Sobre el tema de los medicamentos para la Covid-19, parece que pronto vamos a tener medicamentos, financiados por medios privados, en un tiempo en el que el empuje ha ido por las vacunas y no ha habido instrumentas para parar la enfermedad. Podremos tener 5 ó 6 medicamentos en una línea menos acelerada de lo que nos hubiera gustado y que ha habido con las vacunas.

Los sistemas sanitarios, según Jaime Espín, deben estar mejor financiados. Junto a ello, debe haber una legislación que permita hacer confinamientos regionales

Los sistemas sanitarios, según Jaime Espín, deben estar mejor financiados. Junto a ello, debe haber una legislación que permita hacer confinamientos regionales. Además, hay que tener empresas de i+d locales (la investigación es un elemento clave con fondos que deben ser potentes y permitir los resultados). Hay que ver la situación como una oportunidad. Y por eso se entiende que puedan sacar vacunas que mezclan la gripe y la Covid-19. El lavado de manos es un aspecto a destacar. Y el gel hidroalcohólico nos permitirá incrementar nuestra higiene, además de que será más fácil utilizar las mascarillas.

Para terminar, para él, hemos mejorado en términos de salud pública. La salud pública tiene un buen momento para el futuro. Y tenemos que hacer una evaluación económica de las vacunas. Fomentar la salud pública y mejorar la financiación de los sistemas sanitarios es importante para afrontar de manera adecuada las pandemias.

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