Las Orquestas de Verbenas denuncian el abandono total del sector por parte de las Administraciones Públicas

"He llegado a pensar en pedir dinero por la calle"

Ciudadanía - Jesús Toral - Domingo, 2 de Agosto de 2020
David Esteban, dueño de dos orquestas, narra su experiencia desde estar entre los más cotizados a llegar a la desesperación y denuncia el abandono total del sector por parte de las administraciones con la llegada del covid-19. Un excepcional reportaje de Jesús Toral.
David Esteban, junto a su marido José Carlos Jordán y el hjijo de la pareja.
J.T.
David Esteban, junto a su marido José Carlos Jordán y el hjijo de la pareja.

Cuando el malagueño afincado en Granada David Esteban se planteó hace siete años, con tan solo veinticinco, poner en marcha una empresa de orquestas para actuar en las verbenas de toda España no se imaginó que justo en el momento en el que las conseguiría colocar a las dos con las que cuenta en la actualidad entre las punteras de Andalucía llegaría la covid-19 para paralizar su proyecto y poner contra las cuerdas la situación económica de su familia. Asegura que «lo he pasado tan mal que he llegado a pensar en tirarme a pedir por la calle como último recurso»; sin embargo, su capacidad para reinventarse, el apoyo de su marido José Carlos Jordán y el amor a su hijo le han llevado a crear un espectáculo dirigido a niños menores de diez años, «La fiesta de Mickey Mouse», con un ojo puesto en las actuaciones de la Coordinadora Estatal de la Verbena que acaban de denunciar su dramática situación a través de una rueda de prensa en Madrid.

La Covid-19 ha cambiado la vida de casi todo el mundo y ha supuesto un mazazo para la cultura. Si no, que se lo cuenten a los profesionales de las Orquestas, que han visto cómo desaparecían por completo las galas apalabradas para actuar en las fiestas de los pueblos durante este verano

Y es que la covid-19 ha cambiado la vida de casi todo el mundo y ha supuesto un mazazo para la cultura. Si no, que se lo cuenten a los profesionales de las Orquestas, que han visto cómo desaparecían por completo las galas apalabradas para actuar en las fiestas de los pueblos durante este verano. En el caso de David, coreógrafo, bailarín y propietario de las orquestas Pekado y Buda, punteras del sector en Andalucía, esto ha supuesto cancelar casi ciento cincuenta actuaciones, justo poco después de haber pedido un crédito de 75.000 euros para relanzar a Buda, según explica el propio dueño: «En este sector siempre tienes que estar evolucionando porque si no, pierdes comba. Pekado es una de las orquestas más cotizadas de Andalucía, pero Buda necesitaba más medios para colocarse al mismo nivel y por fin, con esta inyección económica, lo habíamos conseguido».

Orquesta Pekado, una de las formaciones con más solera del sector.

Solo el año pasado, entre las dos formaciones actuaron en 140 fiestas repartidas por el sur de España y dieron empleo a treinta seis profesionales de la música. El virus ha colocado contra las cuerdas al empresario, que ve cómo las contrataciones se le han escurrido de los dedos: «Si no tenemos ingresos no podemos emplear a nadie, tampoco pagar nuestros créditos». En los últimos meses han tenido que dedicarse a rogar en los ayuntamientos de los pueblos que aún les debían dinero para cobrar atrasos y poder asumir gastos, pero llegó un momento en el que la situación se hizo insoportable. David se emociona recordando este instante: «Todos mis sueños se iban por la borda, el dinero no llegaba y las augurios eran muy oscuros, así que, sí, no me da vergüenza reconocer que estuve planteándome incluso colocarme un disfraz de algún personaje de la televisión y salir a la calle a pedir».

En los últimos meses han tenido que dedicarse a rogar en los ayuntamientos de los pueblos que aún les debían dinero para cobrar atrasos y poder asumir gastos, pero llegó un momento en el que la situación se hizo insoportable

Afortunadamente, él y su pareja cuentan con el apoyo de sus familias: «Yo sé que un plato de comida no nos va a faltar ni a mí ni a mi marido o a mi hijo porque están nuestros padres y sabemos que podemos pedirles ayuda, siempre nos han respondido y ahora son aún más importantes para nosotros, aunque reconozco que, a mis treinta y dos años, me da pudor tener que seguir echando mano de ellos después de llevar tantos años independizados y, más aún, preocupar a mi madre, a la que le han diagnosticado una enfermedad grave y necesita todas sus energías para luchar contra ella».

Orquesta Buda, la otra formación creada por nuestro emprendedor.

A punto de darse por vencido, David y su marido no dejaron de darle vueltas a la cabeza para encontrar una solución: «No se trataba solo de subsistir; de nosotros dependen otras personas, como Joe Fernández, que lleva en la orquesta desde el principio y no es solo un trabajador, es un amigo e incluso parte de nuestra familia. Igual que el resto de compañeros». Con esta presión, se les ocurrió utilizar los medios de las orquestas para salvar el año de barbecho musical a través de la creación de un espectáculo infantil de música, luz y color entorno a Mickey Mouse que ya está listo y ha conseguido cerrar fechas en varios municipios de Andalucía. «Hemos comprado a Disney los trajes, —señala David—, y hemos ensayado sin parar durante los últimos meses para contar con un show de primer nivel, canciones trabajadas y voces muy idénticas a las originales».

Siete años de trabajo

Desde que era pequeño le gustó el mundo de la farándula. Aunque conoció a su esposo a través de las redes sociales y no por la música, hace ya once años, ambos estaban inmersos en el entorno de las orquestas; además, David ha trabajado como modelo.

En 2013, después de haber formado parte de una orquesta creada por José Carlos y su socio como coreógrafo, bailarín, montador e incluso conductor, David decidió liarse la manta a la cabeza y pedir un crédito de 120.000 euros para montar la orquesta Pekado

En 2013, después de haber formado parte de una orquesta creada por José Carlos y su socio como coreógrafo, bailarín, montador e incluso conductor, David decidió liarse la manta a la cabeza y pedir un crédito de 120.000 euros para montar la orquesta Pekado: «La verdad es que había mucha gente que creía en nosotros, incluso algunos mánager aportaron adelantos económicos para que pudiéramos echar a andar y el propio banco nos concedió el dinero en concepto de préstamos personales y eso nos permitió iniciar la actividad».

El número de galas contratadas fue aumentando verano tras verano, mientras que en invierno David y José Carlos en vez de descansar dedicaban todos sus esfuerzos a hacer crecer el grupo y reinvertir en equipamientos, de forma que hace tres años decidieron crear otra orquesta, Buda, «como una forma de diversificar el producto que ofrecíamos. Después de ver que Pekado se colocaba entre las orquestas más importantes de Andalucía, nos venía bien otro grupo algo más modesto, pero que pudiéramos llevar a fiestas con menor poder adquisitivo». Esto implicó nuevos créditos, más inversión, mayores montajes y un plus de ilusión.

David Esteban, Míster Simpatía 2018 y finalista del certamen.

Justo en mitad de esa vorágine, David, que no abandonó nunca su labor de modelo, obtuvo el primer finalista y Míster simpatía votado por la organización y compañeros del certamen de Míster Granada 2018 y Míster redes sociales. Aunque lo que más le cambió la vida ese año fue la llegada de su primer hijo, Adán, que adoptó junto a su pareja cuando el pequeño tenía apenas un añito de edad: «Cuando tienes un hijo la vida te da un vuelco porque ya no estás tú solo con tu pareja, que os podéis arreglar con cualquier cosa, buscas lo mejor para él y eso te obliga a moverte para que no pase fatigas. Mi hijo es lo más importante del mundo para mí».

La llegada del virus, que les ha obligado a reinventarse con el espectáculo de Mickey Mouse, con el que han podido rescatar a doce de sus compañeros

Desde entonces, su faceta de padre y la de empresario han copado el cien por cien de su tiempo hasta la llegada del virus, que les ha obligado a reinventarse con el espectáculo de Mickey Mouse, con el que han podido rescatar a doce de sus compañeros, aunque no dejan de cruzar los dedos porque no saben lo que será de ellos si la Covid-19 obliga a la población a recluirse nuevamente en los próximos meses: «En ese caso, me temo, —asegura David—, que no vamos a poder levantar cabeza. Son demasiados golpes seguidos».

Espectáculo de Mickey Mouse, con el que han podido rescatar a doce de sus compañeros.

Coordinadora de Verbenas

Como su experiencia no es la única en Andalucía, se han unido a la Coordinadora Estatal de la Verbena y espectáculos que llevan unos meses trabajando para solucionar unos problemas devengados de su nula actividad por culpa del virus. El ministro de cultura José Manuel Rodríguez Uribes les incitó el pasado mes de junio a aplazar una manifestación que ya tenían convocada al tiempo que les prometía recibirles, algo que aún no ha sucedido. Por eso, aseguran que necesitan ayudas para mantener los equipos, instalaciones y locales, la paralización de pagos aplazados e impuestos a las empresas del sector y el acceso a la prestación por desempleo por régimen de artistas y general. Asimismo, quieren que los ayuntamientos mantengan para el año próximo los contratos ya firmados para este verano.

David, con su hijo Adán.

Desde la Coordinadora, en rueda de prensa, acaban de asegurar que «no habrá personal artístico ni técnico para festejos populares en 2021 y 2022», y añaden que «la cultura tradicional se ejercerá mayormente con economía sumergida», con la consiguiente reducción de la recaudación de impuestos en un sector que da trabajo directo a más de 300.000 personas. Sus reivindicaciones pasan por un reparto transversal de responsabilidad de acometer ayudas entre Gobierno Central, autonomías, diputaciones y municipios, aportaciones económicas teniendo en cuenta la producción cero del sector y un apoyo a la hora de iniciar la reactivación cuando la situación lo permita.

Sus reivindicaciones pasan por un reparto transversal de responsabilidad de acometer ayudas entre Gobierno Central, autonomías, diputaciones y municipios, aportaciones económicas teniendo en cuenta la producción cero del sector y un apoyo a la hora de iniciar la reactivación cuando la situación lo permita

Empresarios como David consideran que es la única manera de salir a flote en esta crisis que está azotando especialmente al mundo de la cultura: «No es justo. Hemos amenizado el confinamiento de la gente de forma desinteresada; hemos dedicado los últimos veranos al ocio de la gente, a hacerles felices, a disfrutar plenamente y lo hemos conseguido; también deberíamos tener derecho a serlo nosotros y a que no se nos dejara abandonados».

El hecho es que la cancelación de las fiestas en todo el país ha colocado en una difícil tesitura no solo a las orquestas y grupos de música y baile que se desplazas por los pueblos sino también a los feriantes que tienen sus columpios parados y sin visos de saber cuándo podrán volver a generar dinero. Se trata, para muchos de ellos, del verano más difícil de sus vidas, como explica David: «Suponemos que el problema estará solucionado para el próximo año, así que tenemos que buscar una salida para este, transitoria, que nos ayude a no hundirnos dentro de doce meses, pero hay muchos compañeros que han decidido deshacer sus orquestas definitivamente porque  no pueden asumir el coste. Es una lástima porque el arte y la cultura contribuyen como pocos sectores a que la gente sea más feliz».

Jesús Toral también le dedicó un precioso artículo en su blog El ojo distraído:

Cruzando los dedos